-También. La manipulación es un elemento inherente a la política. ¿Acaso no se manipula en un Parlamento? Pues en las asambleas ocurre lo mismo. Pero en el Parlamento aún es más opaca esa manipulación. Y se trata de reducir al máximo la opacidad.
Desde el primer momento el antiguo alcalde quiso dejar clara la diferencia esencial que existe entre España y Brasil:
-Por lo poco que sé del movimiento de Sol entiendo que ellos no son antisistema, quieren formar parte de él. Hay una parte de la juventud en España que se siente excluida y en descenso social. Sin embargo, en Brasil ocurre exactamente lo contrario.
En los últimos años hemos conseguido que 40 millones de personas formen parte de la clase media del país, con unos ingresos de entre 800 y 1.000 dólares. Son gente que no solo consumen ropa y zapatos, sino que se han incorporado al consumo intelectual.
Se interesan por la política y quieren participar en ella porque saben que esa es la forma de cambiar sus vidas. Ese ha sido el gran logro de Lula. Hay un proceso de revolución democrática.
Para explicar hasta qué punto la política se ha ido llenando de nuevas caras, Genro comentó que, durante la campaña electoral en el Estado de Rio Grande do Sul, su equipo hizo un llamamiento por Twitter para seleccionar a 150 personas que quisieran cenar con él.
-Al final acudieron 200 y yo no conocía a nadie. El 80% de ellos participaban por primera vez en un acto político.
Genro confía plenamente en el movimiento asambleario. Pero advierte sobre sus límites:
-La democracia directa es un elemento del proceso de participación, pero no el único, no es un elemento absoluto." (El País, 08/06/2011, p. 8)
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