26/3/13

“El tipo de ciudad en que queremos vivir está ligado al tipo de personas que queremos ser”

"Creo que la propuesta de que el tipo de ciudad que queremos construir debería reflejar nuestros deseos y necesidades personales es una propuesta muy importante. Sabes, nuestro entorno social, cultural, económico, político y urbano es muy importante. ¿Cómo desarrollamos estas actitudes y tendencias? Esto es importante. 

Así, al vivir en una ciudad como Nueva York, tienes que viajar por la ciudad, transportarte, y tratar con otras personas de una manera muy determinada. Como todo el mundo sabe, los neoyorquinos tienden a ser fríos y bruscos con los demás. Eso no significa que no se ayuden entre sí, pero para tratar con el ajetreo diario, y las cantidades masivas de gente en las calles y en el metro, debes negociar con la ciudad de una manera determinada.

 En la misma línea, vivir en una urbanización privada en las áreas residenciales conduce a determinadas maneras de pensar sobre en qué debería consistir la vida diaria. Y estas cosas evolucionan hacia diferentes actitudes políticas, que a menudo incluye mantener ciertas urbanizaciones privadas y exclusivas, al precio de lo que pase en la periferia. Estas actitudes sociales y políticas son creadas por el tipo de entorno que creamos.

 Para mí esa es una idea muy importante: las respuestas revolucionarias al entorno urbano tienen muchos precedentes históricos. Por ejemplo, en París en 1871, había un tipo de postura en la que la gente quería un tipo de urbanización diferente; querían diferentes tipos de personas viviendo allí; era una reacción al desarrollo especulativo-consumidor de clase alta que tenía lugar en ese momento.

 En consecuencia, hubo un levantamiento que exigía diferentes tipos de relaciones: relaciones sociales, relaciones de género y relaciones de clase.

En este sentido, si quieres construir una ciudad donde, digamos, las mujeres se sientan cómodas, por ejemplo, construirías una ciudad muy diferente de las que conocemos. Todas estas cuestiones están ligadas a la cuestión de en qué tipo de ciudad queremos vivir. No podemos divorciarla del tipo de personas que queremos ser; qué tipo de relaciones de género, de clase, etc.

 Para mí, el proyecto de construir la ciudad de una forma diferente, con una filosofía diferente, con intenciones diferentes, es una idea muy importante. Ocasionalmente esa idea ha sido emprendida en movimientos revolucionarios, como la Comuna de París. Y hay muchos más ejemplos que podríamos citar, como la huelga general en Seattle hacia 1919. El pueblo tomó el control de toda la ciudad, y empezaron a montar estructuras comunitarias.

 En Buenos Aires en 2001 estaban pasando estas mismas cosas. En El Alto en 2003 hubo otro tipo de erupción. En Francia, hemos visto las áreas suburbanas disolviéndose en revueltas y movimientos revolucionarios durante los últimos 20-30 años. En Gran Bretaña, hemos visto este tipo de revueltas y levantamientos una y otra vez, que son realmente una protesta contra la manera en que se vive la vida diaria.

 Ahora, los movimientos revolucionarios en áreas urbanas se desarrollan bastante lentamente. No puedes cambiar toda la ciudad en una noche. Lo que vemos, sin embargo, es una transformación en el estilo de la urbanización en el período neoliberal.   (...)

Así, hay que mirar a la urbanización como un producto de la búsqueda de formas en las que absorber la productividad y producción crecientes de una sociedad capitalista muy dinámica que debe crecer a una tasa del 3% de crecimiento compuesto si quiere sobrevivir. Ésa es para mí la pregunta:

 ¿Cómo vamos a absorber este 3% de crecimiento compuesto en los próximos años a fin de evitar los dilemas de urbanización/suburbanización del pasado? Es interesante conceptualizar cómo podría hacerse.  (Entrevista a David Harvey, Diagonal Global, 12/03/2013)

"Justo ahora, los chinos están intentando limitar su tasa de crecimiento. Así que, en vez de buscar una tasa de crecimiento del 10% del PIB, están apuntando a un crecimiento del 7-8% en los años que vienen. Intentarán “bajar las revoluciones”. Quiero decir, por favor, los chinos tienen como cuatro ciudades vacías. ¿Puedes creértelo? Ciudades completamente vacías.

 ¿Qué pasará en los próximos años? ¿Estas ciudades se convierten en áreas urbanas productivas? ¿Simplemente se quedarán así y se pudrirán? En cuyo caso, un montón de dinero se perdería y una gran depresión golpearía a China también."      (Entrevista a David Harvey, Diagonal Global, 15/03/2013)

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