"(...) ¿Cómo definiría el arte flamenco?
No tengo capacidad para definir el arte flamenco. Nunca lo he
intentado. Siempre he dicho que no es una ciencia; si acaso, una
experiencia. Creo que el flamenco alcanza su auténtica entidad cuando
nos emociona, cuando nos sugiere otra dimensión de las cosas, cuando nos
conmueve y nos abre el corazón a mundos desconocidos.
En definitiva,
cuando su poder de transmisión adquiere todo su vigor y nos descubre
algo que nos hace crecer espiritualmente.
El cante flamenco surge como un quejío de las clases populares, y a la vez como una expresión que ayuda a superar ciertas condiciones de vida. Como dijera el recientemente fallecido Manuel Molina, en Triana se cantaba flamenco porque el mejor remedio para combatir la tristeza es la alegría.
¿Qué ha supuesto para el flamenco pasar de ser casi un gueto a ser declarado por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?
(...) El flamenco es patrimonio mundial porque desde el siglo XIX hasta ahora los grandes artistas flamencos han triunfado en los más renombrados escenarios del mundo y es un arte que desde siempre ha tenido un inmenso prestigio internacional, alabado y valorado desde hace más de doscientos años por grandes músicos, escritores, pintores, directores y actores de cine, pensadores y hombres y mujeres de la cultura de todos los países.
También ha pasado de estar localizado casi en exclusiva en Andalucía a hacerse mucho más universal, habiendo experimentado una expansión asombrosa. Incluso han venido personas japonesas a estudiar y a interesarse por el fenómeno del flamenco.
Un solo dato: Todos los años en el Festival de Jerez, que es el más
influyente acontecimiento de danza flamenca del mundo, se inscriben 1000
alumnos de 50 países distintos para asistir a los cursos de baile, que,
por cierto, imparten conocidos bailaores y bailaoras.
Usted ha conocido a los artistas de antes y conoce a los de ahora, ¿cómo ha evolucionado el arte flamenco?
El arte flamenco es un elemento vivo y cambiante. Es una vieja
tradición en continuo proceso evolutivo. Cada artista flamenco es un
mundo, particular y diferente, que interpreta el flamenco según su
actitud, su sensibilidad, sus necesidades expresivas, sus conocimientos,
sus experiencias y capacidades. Pero la grandeza es que una seguiriya
en boca de Terremoto es muy distinta a la de, por ejemplo, Chocolate,
Morente, Vicente Soto, Poveda o Marina Heredia.
Es una característica
del flamenco: su particularidad, que es donde reside su riqueza musical y
expresiva. Hoy en día existe un mayor desarrollo en las técnicas
guitarrísticas y dancísticas y una mayor información en cuanto a los
cantes y los estilos.
Entre los artístas flamencos hay familias enteras, sagas en las que se trasmite, ¿destacaría alguna?
Tradicionalmente, el flamenco ha bebido de las casas cantaoras. Esas
casas constituyen la fuente y las referencias vivas donde se apoya el
flamenco para su desarrollo. Hoy tenemos, por ejemplo, los Sordera, los
Zambo, los Morao, todos ellos de Jerez; los Peña, de Lebrija y Utrera;
los Fernández, de Triana; los Heredia, de Granada; los Piñana, de
Murcia…
La trasmisión de padres a hijos, por familias o en barrios, era oral, porque no había discos, pero ahora es distinto, se aprende escuchando discos, ¿qué ha supuesto ese cambio?
Han mejorado los sistemas de información. Hay más facilidad para
adquirir unos conocimientos que antes había que buscarlos por otros
medios. (...)" (Entrevista a José María Velázquez-Gaztelu, Diagonal, 03/06/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario