22/5/08

Maridos, mares idos de las orillas, de las esposas

“mi abuela materna, mujer sabia a golpe de desierto sonorense, decía que un marido era precisamente eso: un mar ido. El hombre seduce a la mujer con el vaivén de sus olas, susurraba. A veces, con la furia de un tsunami o con el misterio de las mareas altas; a veces, imperceptible como la mar en calma. Pero todos, al final, terminan por irse a buscar el horizonte hasta que la resaca les hace volver, aseguraba. Para rematar su teoría, la abuela Alicia esta convencida de que la esposa en realidad debería ser llamad orilla. Esa lengua de tierra a la que el mar ido siempre vuelve, seguro de su presencia.

Y si unos se van para hacerte viuda, otros lo hacen para hacerte desgraciada. Otros se quedan para no hacerte nada.” (Reseña del libro de Ángeles Mastretta: Maridos, por Alejandra Díaz Ortiz. Letra Internacional, nº 98, p. 86)

Alejandra Díaz Ortiz,

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