3/6/09
Me cambiaría por otro
"Tiene sus manías, como no subir ni bajar en el ascensor del hotel los días de corrida, y perderse esas mañanas entre la gente. Hace unos años contaba en este mismo periódico que, en plena feria de San Isidro, y bajo el disfraz de una gorra y unas gafas de sol, salía a contemplar escaparates en la Puerta del Sol o se distraía en los billares de la calle de la Victoria. Otro día, antes de un importante compromiso en la Maestranza sevillana, paseaba entre los jardines del parque de María Luisa y observó a los niños jugando, a las parejas acurrucadas en los bancos, y sintió unas enormes ganas de cambiarse por cualquiera de ellos y disfrutar, sin preocupación, del olor a azahar, de las risas de los niños..." (Antonio Lorca: Los misterios de José Tomás. El País Semanal, 31/05/2009, p. 62/7)
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