18/9/14

El precio oculto de las hamburguesas baratas: más de la mitad de los empleados de comida rápida necesitan ayudas del Estado

"Muy temprano en la mañana, Adriana Álvarez ya estaba lista con su uniforme de McDonald’s para llevar a su hijo a la guardería. Pero este jueves no va a ir a trabajar, va a las protestas por un salario de US$15 la hora.

 Ahora gana US$9,75 y pese a que trabaja “a tiempo completo” en un restaurante de Chicago, como muchos en la industria de la comida rápida en Estados Unidos, no llega a fin de mes, necesita de la ayuda del Estado.

La respuesta de más de la mitad de las familias de los empleados de restaurantes de comida rápida es acudir a alguno de los programas de ayudas del Estado.

De eso trata el estudio “Comida rápida, salarios de pobreza” publicado en enero de 2013 por el Instituto de Trabajo y Empleo de Universidad de California. El informe calcula que las ayudas a los trabajadores del sector de la comida rápida le cuestan al Estado US$7.000 millones al año.

Adriana, por ejemplo, hasta hace poco recibía ayuda para la compra de alimentos, pero cuando solicitó renovarla le fue denegada. “Ahora, pagado por el gobierno sólo tengo el seguro médico de mi hijo y mío”, cuenta.

Así es que, cuando un estadounidense entra en cualquiera de las grandes cadenas de comida rápida debería ser consciente de que el bajo precio del menú lo termina pagando caro en forma de impuestos.

Según el mencionado estudio, de la profesora Sylvia Allegreto, la media de quienes trabajan en primera línea de las cadenas de comida rápida gana US$8,69 la hora y, en general, la empresa no les paga el seguro de salud.

Con eso, el 52% de las familias de quienes trabajan en los restaurantes de comida rápida están en uno o más programas de ayudas sociales, en contraste con el 25% del total de la población activa.

El estudio dice que más de la mitad de las ayudas son en programas de salud (US$3.900 millones), pero también se va mucho en exenciones de impuestos (US$1.900 millones) o en tickets para la compra de comida (US$1.000).

“Los trabajadores de las cadenas de comida rápida están más expuestos a la pobreza. Una de cada cinco familias con un empleado de estas cadenas tiene un ingreso por debajo del umbral de la pobreza y el 43% con un ingreso de dos veces ese umbral o menos”, dice el informe.

“Puedes tener un trabajo a tiempo completo y vivir por debajo del umbral de la pobreza. Y hasta eso es engañoso porque no se ha cambiado la forma en que se mide la pobreza desde los años 60 y el nivel de referencia es bastante bajo”, le dice Allegreto a BBC Mundo.

“Además, es el mismo para todo el país y por ejemplo en lugares como California el costo de la vida es bastante alto, ese nivel no es representativo. Incluso el doble del nivel de la pobreza, alguien probablemente esté sufriendo para subsistir”.  (...)

Y coincide uno de sus más prominentes defensores, el presidente Barak Obama, quien hizo de denunciar la profundización de la desigualdad uno de los ejes de su discurso del Estado de la Unión en enero.

“Demasiados estadounidenses están trabajando más que nunca sólo para salir del paso. Por no hablar de que son demasiados los que no consiguen trabajo”, dijo. “Digan que sí, denle un aumento a Estados Unidos”.

Para Adriana, que el propio presidente sea uno de quienes defienden el aumento del salario mínimo “es una gran victoria”. “Aunque debería haberlo intentado ya desde hace meses, al menos está de nuestro lado”, dice.  (...)"                  (Artículo en la BBC, en Ssociólogos)

No hay comentarios: