"(...) El psiquiatra Joseba Achotegui,
secretario de la Sección de Psiquiatría Transcultural de la Asociación
Mundial de Psiquiatría, ha centrado sus estudios en los efectos
psicológicos que supone para millones de migrantes en todo el mundo
dejar todo atrás y comenzar de nuevo en otro lugar.
Una perspectiva
emocional, defiende, que pretende evitar la "deshumanización" hacia la
que se encamina el fenómeno migratorio y que ha enmarcado el congreso ‘Emigrar en condiciones extremas y Salud mental',
celebrado este jueves en la Universidad de Comillas de Madrid en
colaboración con diferentes fundaciones y entidades, entre ellas la del
diario Público. (...)
Una de estas secuelas psicológicas, ubicada en el estrecho margen
entre la salud y la enfermedad, es lo que, con cierto simbolismo,
Achotegui ha denominado síndrome de Ulises.
Una variante extrema del duelo ya habitual por el que pasan los
inmigrantes (familia, seres queridos, lengua, entorno, etc.) y que viene
dado por la soledad forzada, la ruptura con el instinto de apego, la
lucha incesante por la supervivencia y la falta de oportunidades, y el
terror provocado ante el peligro que ha supuesto para esa persona llegar
a su destino.
El resultado, aunque no supone un trastorno mental, sí implica para quienes lo padecen episodios de estrés intenso y crónico,
sumado a otros síntomas como la depresión o fuertes y frecuentes
dolores de cabeza que el psiquiatra ha definido como "in-migrañas".
"Este
tipo de consecuencias psicológicas no están bien atendidas por el
sistema de salud porque, o bien se banaliza por parte de los
profesionales, o bien se trata con componentes farmacológicos", dice
Achotegui. (...)
Pero el síndrome de Ulises no
es puntual. La repetición de estos síntomas en los inmigrantes ha
permitido al equipo de psiquiatras poder construir incluso un perfil de
quienes son más propensos a sufrirlo. Se trata, en la mayoría de casos,
de hombres y mujeres (no hay diferencias de género) de origen subsahariano o latinoamericano, de entre 30 y 45 años, que lleva entre 1 y 2 años en España y que suele ser el hijo mayor de un núcleo familiar.
"No
es un enfermedad, ni un trastorno mental, pero existe el riesgo de que
derive en alcoholismo o drogadicción", advierte el profesional. (...)" (Público, 18/09/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario