30/6/21

Eduardo Garzón: en determinadas circunstancias (que son las más habituales) tener superávit público acaba necesariamente en una grave crisis económica. En este vídeo resumo mi tesis doctoral en apenas 16 minutos...

Tesis doctoral: 

Título: Vínculo entre saldo fiscal y endeudamiento privado: propuesta analítica y estudio empírico 

Autor (es): Garzón Espinosa, Eduardo 

Director (es): Salinas Jiménez, Francisco Javier (dir.); Medialdea García, Bibiana (dir.) 

Entidad: UAM. Departamento de Economía y Hacienda Pública

Eduardo Garzón @edugaresp

 En mi tesis doctoral demuestro que en determinadas circunstancias (que son las más habituales) tener superávit público acaba necesariamente en una grave crisis económica. En este vídeo resumo mi tesis doctoral en apenas 16 minutos; y hago hilo resumen : https://youtu.be/4puzb72bJQw

Si dividimos toda la economía en sector público y sector privado (que incluye a familias y empresas), el déficit de uno de ellos es el superávit del otro. Esto es así por identidad contable, es una verdad innegable, ¡son matemáticas!

Si el Estado tiene un déficit de 100, es porque las familias y empresas tienen un superávit de 100; y al revés: si el Estado tiene un superávit de 100, es porque las familias y empresas tienen un déficit de 100.

Las familias y empresas pueden ahorrar 100 porque el Estado está gastando 100 en el sector privado; y si el Estado quiere tener superávit, tiene que provocar un déficit en el sector privado, porque es el único lugar del que puede extraer dinero a través de impuestos.

En realidad, en el mundo no sólo hay dos sectores, el privado y el público, sino que hay un tercero: el exterior (que incluye a las familias, empresas y Estados de otros países). Pero la identidad contable se sigue cumpliendo, sólo que ahora la balanza tiene 3 pesos en vez de 2.

Por ejemplo, si un sector tiene un superávit de 100, la suma de los otros dos tiene que dar un déficit de 100; por ejemplo, un déficit de 50 cada uno. O puede ser uno de 30, y el otro de 70. Pero también podría tener uno un superávit de 20 y el otro un déficit de 120.

Por eso, puede pasar que un Estado tenga superávit y que no esté empobreciendo a las familias y empresas porque éstas también tienen superávit, pero eso es gracias a que el sector exterior está teniendo un déficit equivalente a la suma de los otros dos.

Para que se entienda fácilmente, esto es posible porque llega tanto dinero gastado desde el extranjero que hay suficiente para que ahorre el Estado y para que lo hagan las familias y empresas. Es lo que le pasa a países como Alemania, Suiza, o Corea del Sur, por ejemplo.

Pero ¿qué pasa con los países a los que no les llega dinero del exterior, sino que lo envían fuera, que por cierto son la inmensa mayoría? Pues que el dinero tiene que salir del sector público o del privado, por lo que al menos uno de ellos tiene que estar en déficit.

Y si queremos que el sector público tenga superávit, no queda más remedio que sea el privado el que tenga déficit. ¿Y qué implica esto? Pues que se está endeudando; está obteniendo el dinero extra del crédito de los bancos que elevan su deuda privada.

Y esto es absolutamente insostenible, no puede durar mucho, porque la deuda privada crecerá progresivamente, pero en algún momento esas familias y empresas no podrán seguir endeudándose y entonces la burbuja de deuda estallará, desembocando en una crisis financiera.

Y, claro, esas familias y empresas tendrán que empezar a ahorrar mucho para poder pagar sus elevadas deudas, y eso conllevará que ya no pueda haber superávit público y que no salga más dinero hacia el exterior. Es decir, el superávit fiscal logrado de esta forma es siempre fugaz.

Por lo tanto, en mi tesis doctoral parto de la premisa de que los países a los que no les llega dinero del exterior, si registran superávit público es porque las familias y empresas se están endeudando notablemente, algo que inevitablemente acabará en crisis económica.

Ése es el marco teórico de la tesis y su hipótesis fundamental. Ahora veamos si dicha hipótesis se corrobora empíricamente. Para ello ponemos el foco en todos los países del planeta desde el año 1980 hasta la actualidad (no vamos más atrás en el tiempo porque no hay datos).

Antes de realizar la exploración, dejamos fuera a los países que son muy pequeños, a los que son paraísos fiscales y a los que dependen de las exportaciones de hidrocarburos porque el dinero que entra y sale de ellos es tan volátil que hace impracticable un estudio serio.

De los 117 países que quedan identificamos a los que hayan presentado alguna vez superávit público al mismo tiempo que salía dinero hacia el exterior: son 43 países que se encuentran en los cinco continentes, y lo hacen en diferentes momentos del tiempo y con distinta duración.

En Europa vemos que en los años 80 en varios países había superávit público y salida de dinero de su territorio, y eso coincidía con burbujas de deuda privada que finalmente estallaron a finales de la década o al comienzo de los años 90, dando lugar a diversas crisis económicas.

A muchísimos otros países -entre los que se incluye España-, les pasó lo mismo antes de sufrir la crisis económica de 2008: es decir, que registraron superávit fiscal mientras salía dinero de su territorio y mientras experimentaban burbujas de crédito que acabaron muy mal.

En Asia, muchos países experimentaron importantes burbujas financieras a principios de los años 90, lo que les permitió registrar superávit público incluso a pesar de que salía dinero hacia el exterior. Este fugaz fenómeno acabó en el año 1997, con la famosa crisis asiática.

Latinoamérica tampoco se libró de esta tendencia. A finales de los años 80 y 90 México, Chile y Perú lograron superávit público mientras salía dinero de su territorio, lo cual sólo era posible porque experimentaban notables burbujas financieras que acabaron con la crisis de 1994.

El caso de Estados Unidos y Canadá es igual, aunque lograron el superávit público en los años 2000 y 2001 gracias a la burbuja puntocom, que también estalló, aunque sólo desembocó en una recesión, en parte porque el endeudamiento privado se reinició en muy poco tiempo.

Australia y Nueva Zelanda también lograron registrar varios años de superávit fiscal mientras veían salir dinero de sus territorios a principios del siglo XXI porque experimentaron un vertiginoso endeudamiento privado. Y, para variar, la burbuja estalló en el año 2008.

Por último, mirando hacia África, Egipto, Sudáfrica y Marruecos corrieron la misma suerte: superávit fiscal porque experimentaron burbujas de crédito que finalizaron en graves crisis económicas, en el año 2001 para el primer país y en el año 2008 para los otros dos.

Este repaso descriptivo se afianza en la tesis gracias a modelos econométricos complejos que pretenden corroborar para cada uno de esos países si el crecimiento de la deuda privada contribuyó a explicar la aparición de los superávits fiscales. Y, en efecto, así ocurre.

En consecuencia, se puede concluir que los países que ven salir dinero de su territorio sólo pueden registrar superávit fiscal si el sector privado se endeuda a lomos de una burbuja financiera que siempre explota, provocando tras de sí una importante crisis económica. 

10:20 a. m. · 29 jun. 2021
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