21/5/08

"Solo puedo escribir cuando puedo escribir"

“Kjell Askildsen se sabe un hombre de pocas palabras. O mejor: de precisas palabras. Un buscador de sus secretos que ha descubierto que ellas no necesitan adornos para mostrar lo que se quiere expresar. (…)

De ahí que hace once años no haya encontrado nada nuevo que publicar. Entró en un silencio muy a su pesar; aunque por las noches no ha dejado de coger su bolígrafo y escribir en compañía de su cerveza o la copa de vino; pero al final nada le gusta. "He escrito algunos principios, pero llego a un punto desde donde ya no puedo continuar. Dejo lo empezado aparte, lo vuelvo a sacar, pero no consigo continuar. No sé por qué, pero tengo que estar allí, tengo que tener que escribir, pero no puedo. Quiero, pero no puedo". Cree que la edad de la jubilación laboral también alcanza a los escritores, y él ya se acerca a los 80 años. (…)

Sin dejarse embaucar por la vanidad de publicar. "Sólo puedo escribir cuando puedo escribir. Hay un largo tiempo de espera hasta que llegue el principio de una historia, aparece en mi cabeza una imagen que tengo que anotar. En ese momento no sé cómo se va a desarrollar el relato, pero lo hace en virtud de lo que ya he escrito. Si las últimas frases del día anterior no resultan satisfactorias, las borro y continúo desde donde me parece bien. No soy ningún crítico (literario), soy un hombre sin estudios, no poseo ninguna de las palabras necesarias para decir por qué algo es bueno. Pero la literatura es el único punto en mi vida en el cual tengo la sensación de estar seguro de mí mismo. Ésa en sí es una buena razón para escribir. Hay algo muy satisfactorio en producir algo que sabes, mientras lo haces, que va a ser bueno, y que, cuando lo has acabado, sabes que es bueno. Entonces no se puede negar que la vida se vuelve un poquito más pobre cuando uno ya no consigue esto". (Kjell Askildsen "Los relatos deben ser una minúscula obra de arte". El País, Babelia, 10/05/2008, p. 13)

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