4/6/09

Democracia empresarial, el "berlusco-zysmo"

"La implacable implosión de las prácticas democráticas en los países occidentales ha producido el creciente deterioro del sistema al que daban vida y el agotamiento y desprestigio de su razón política de ser. La silenciosa consunción de los valores y los modos de la democracia tradicional ha originado una notable extensión del acervo tipológico de las formas que la misma es susceptible de asumir. (...)

Y así la democracia consociativa de Daalder y Arendt Lijpart; la democracia procedimental de Michael Sander; la democracia deliberativa de Habermas y Bobbio; la democracia electrónica que nos venden los tecnólogos; la democracia participativa inspirada en el espíritu de la sociedad civil; y, de acuerdo con la capacidad determinante del espacio y del territorio, la democracia local, la regional, la nacional, la continental y la mundial.

Junto a todas ellas, tan heterogéneas como discutibles, han ido surgiendo en las áreas ajenas a la influencia de Occidente, Asia y Oriente Medio sobre todo, y en las nuevas potencias emergentes -India, Suráfrica y Latinoamérica-, un conjunto de experiencias más o menos directamente influidas por el modelo de la democracia clásica pero con porcentajes diferentes, aunque siempre importantes, derivados de la impregnación de su propia tradición y cultura.

A todas estas desviaciones y variantes, consecuencia, reiterémoslo, de la quiebra de la matriz clásica de la democracia parlamentaria, en el ámbito del Estado-nación hay que agregar la reciente comparecencia de la democracia marketing o democracia-more empresarial, que, además no es una mera hipótesis teórica, sino la expresión de una realidad avalada por una fuerte concernencia popular, una sorprendente consistencia electoral en varias elecciones y muy razonables porcentajes de participación ciudadana y de asentimiento sistémico en dos de los principales países europeos: Francia e Italia.

La proximidad de las modalidades y la analogía de los usos de su ejercicio político ha hecho que algunos analistas los hayamos considerado como un solo conjunto, como un régimen único, al que Pierre Musso designa como sarkoberlusconismo -Editions de l'Aube 2008- y que yo prefiero llamar berlusco-zysmo para subrayar la precedencia de Berlusconi en el emparejamiento y su función decisiva en la constitución de la ideología de la empresa como eje central de este nuevo régimen. Los italianos designan su dominación como aziendalismo, del que empresarización podría ser el equivalente castellano, cuyo propósito es conseguir que el Estado-empresa ocupe el lugar del Estado-providencia con el fin de que la Empresa-Italia y su República de Accionistas triunfen en la contienda internacional. (Michele Propero, Lo stato in appalto: Berlusconi e la privatizzazione del politico, Milano 2003; y Alberto Abbruzzese, Tutto e Berlusconi, Milano 2004).

Se trata de introducir el management en el corazón de la administración pública y de los aparatos del Estado y de sustituir el enfrentamiento ideológico, comunistas y socialistas frente a liberales, por la competencia de las ofertas políticas al modo de la competencia comercial." (JOSÉ VIDAL-BENEYTO. 'Berlusco-zysmo' y democracia. El País, ed. Galicia, Opinión, 03/06/2009, p. 33 )

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