7/7/09

"La situación en Italia, más que un drama, parece una farsa"

"P. ¿Qué le fascina tanto del juego ficción-realidad?

R. El juego no se agota nunca. Quizá siento dificultad de imaginar que la representación sea real, y bastante escepticismo respecto al hecho de que la verdad sea la verdad.

P. ¿La teatral o la otra?

R. La otra. El hecho teatral es importantísimo para explicar la realidad.

P. El concepto de la apariencia parece cada vez más decisivo en Italia. ¿Ha cambiado a lo largo del tiempo?

R. Es una clave de nuestra sociedad. No creo que haya cambiado, sino que se ha extendido, se ha hecho más vasto. Quizá por eso siento desconfianza hacia el teatro naturalista o realista. Tiendo a pensar que la representación y la verdad no coinciden, y la realidad me parece...

P. ¿Irreal?

R. La realidad se llama así porque en teoría define lo real, pero se suele adaptar mal a lo que quisiéramos que fuera real. La realidad es muy ambigua y no siempre sucede lo que debería...

P. ¿Se refiere a la manipulación?

R. Ése es otro concepto que está en la comedia. El soberano injusto debe dormir, soñar, para olvidar que ha dictado una ley injusta, machista, que obliga a una joven a vivir con su padre. No solo es una comedia fantasiosa, o fabulosa, es también seria. Y el aspecto erótico es bastante violento.

P. Nos acercamos cada vez más a la realidad...

R. Gracias a Dios, no hay necesidad de explicarla. Fuera de Italia todo el mundo sabe lo que está pasando aquí.

P. Pero en Italia muchos no lo saben, o fingen no saber.

R. Muchos lo saben y muchos no fingen no saber. A esos no les resulta agradable ver la imagen que proyectamos. Aunque sabemos que en todos los países hay una parte lúcida y otra obtusa.

P. ¿Qué le parece a usted la situación?

R. Lo más penoso es la sensación de ridículo. La situación, más que un drama, parece una farsa.

P. ¿Alguien escribirá esa función?

R. El cine ya lo hizo. Pasolini explicó lo que está pasando ahora en la sociedad y el poder. Y la comedia a la italiana de los años sesenta también describió con exactitud lo que vivimos. Lo hizo de forma ligera, pero ahora es muy serio. Alberto Sordi es el actor alegórico. Ayuda a entender los defectos del italiano medio y nos explica que la simpatía puede ser muy peligrosa.

P. El país fue una potencia creativa de primer orden. ¿Lo sigue siendo?

R. Todo se ha empobrecido. No sólo Italia. No se ve una gran efervescencia en ninguna parte. En Italia lo más impresionante es el conformismo. Nos contentamos con muy poco. Y la presencia cada vez mayor de la Iglesia. No hay partido que no la tenga en cuenta. Para muchos italianos, la única institución duradera es la Iglesia." (LUCA RONCONI, Director teatral: "La situación en Italia, más que un drama, parece una farsa". El País, ed. Galicia, Cultura, 03/07/2009, p. 38 )

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