24/6/15

Sugiere a los cristianos que reconozcan a Mahoma, los judíos a Jesús, ambos a Buda…

"A los 18 años se metió a monja católica, pero admite que era “una monja muy mala”. En vez de seguir esa vocación, Karen Armstrong (Wildmoor, Worcestershire, 1944), inglesa de ascendencia irlandesa, dedicó su vida a conocer a fondo todas las creencias —cristianismo, islam, judaísmo, budismo o hinduismo— desde fuera de los dogmas. Se alejó de la fe, pero tampoco se define como agnóstica: su religión ahora es el estudio de las religiones. (...)

Frente al activismo ateo, un laicismo que considera agresivo y los crecientes recelos contra el islam, Armstrong defiende una visión comprensiva del hecho religioso y, sobre todo, de la tendencia humana a la búsqueda de la espiritualidad. (...) promotora de la ‘Carta por la Compasión’, un documento que aboga por el entendimiento entre culturas y credos.

PREGUNTA. Sostiene que las religiones hacen bien a la gente. Pero ¿están en lo cierto? ¿Existe un dios, un cielo?

RESPUESTA. En el mundo moderno, tenemos una idea muy primitiva de Dios: que hay algo allá arriba que creó el mundo y escribió un libro, que sabe las cosas y piensa como nosotros..  (...)

P. La religión ¿es una creación humana?

R. Sí.

P. ¿Y está perdiendo terreno según avanza la ciencia y el racionalismo?
R. Está perdiendo terreno en Europa, pero Europa se está quedando muy pasada de moda en su secularismo. En otros lugares la gente se está haciendo más religiosa, para bien o para mal. En la religión hay de todo, como en el arte, el sexo o la gastronomía. Hay excelente arte, o sexo, y muy malo. La idea de que la religión es dañina no es muy inteligente.  (...)

P. ¿El laicismo puede ser intolerante?

R. Sí puede serlo, como la religión, porque somos gente agresiva. Hay quien dice que la religión está detrás de todas las guerras, pero aquí en Occidente tuvimos dos guerras mundiales, el Holocausto, el gulag, Hiroshima. La Revolución Francesa fue un gran momento en la historia europea pero causó miles de muertes.

P. Pero no es intolerante separar religión y política.

R. Creo que esa es una buena idea, y es una buena idea para la religión. Porque una vez que la religión tiende lazos con los aparatos del Estado pierde muchos de sus ideales. El problema es que en muchas partes del mundo la secularización se hizo de forma agresiva. El sha de Irán Reza Phalevi utilizaba a hombres armados para quitar el velo a las mujeres. (...)

Tenemos el caso de Egipto, que tuvo campos de concentración para los Hermanos Musulmanes, o de Atatürk, relacionado con prácticas de limpieza étnica. En muchas partes del mundo el secularismo no ha sido liberador. (...)

P. Dice que en ausencia de religión, la gente busca experiencias místicas en la música, el sexo o las drogas.

R. Buscamos experiencias trascendentes, salir momentáneamente de nosotros mismos, en el arte, en la belleza, en el sexo. Es algo que forma parte de la humanidad. Antes de que existieran los museos o el disco compacto, la forma de buscar el arte era la religión. Como el mejor arte, la religión da la posibilidad de escapar del horror que nos rodea y buscar sentido para nuestras vidas.

P. Señala que el fundamentalismo es un fenómeno muy moderno, una reacción a la colonización, el laicismo, Darwin o la Ilustración. ¿De verdad nadie interpretaba literalmente los libros sagrados en el pasado?

R. No.

P. Y dice que a los autores de la Biblia no le importaban las incoherencias. ¿De verdad no importan?

R. No. No podemos pensar que esos libros descendieron del cielo. La Biblia es una biblioteca elaborada durante siglos. No sabemos cuál fue el uso original de esos libros. Se convirtieron en algo sagrado después de la caída del templo de Jerusalén en el siglo VI antes de Cristo. 

Los judíos hicieron de la Biblia su templo. Cada vez que uno se enfrentaba a los textos sagrados tenía que usar su imaginación para encontrar un sentido diferente para su comunidad. Los católicos no leen mucho la Biblia. Es una colección de libros muy difícil. (...)

La doctrina de que cada palabra de la Biblia es cierta, como el controvertido dogma católico de la infalibilidad del Papa, surgió a finales del XIX. Fue un deseo de encontrar certezas en un mundo moderno en que todo se cuestionaba, como un niño buscando seguridad.

P. Pero mucho antes de esos fundamentalismos existió, por ejemplo, la Inquisición.

R. Sí, pero eso no iba sobre la Biblia. La Inquisición iba sobre todo sobre política interna en un tiempo en que España se enfrentaba a la amenaza del imperio otomano, estaba en la línea del frente, había caído Granada y el país tenía unas comunidades musulmana y judía. Se intentó unir al país luchando contra un enemigo común. Lo que llamamos herejía es casi siempre política.

P. Tampoco fue un fénomeno limitado a España.

R. No, lo tuvimos también aquí. La Inquisición mató a menos gente que lo que los católicos y protestantes mataron en Europa tras la reforma. Pero se convirtió en un símbolo del catolicismo ante los protestantes, símbolo del horror absoluto.

P. La España de los Reyes católicos ¿perdió una oportunidad histórica de convertirse en un ejemplo de país multicultural para Europa occidental cuando expulsó a musulmanes y judíos?

R. Absolutamente. En España había convivencia. Cuando se introdujeron esas medidas muchos españoles se horrorizaron. El antisemitismo es algo característico de Europa occidental que no tenían los musulmanes.

P. Algunos autores creen que se ha idealizado la convivencia en Al Andalus.
R. Cuando la gente convive siempre hay tensiones. Era mucho mejor de lo que ocurría en el resto de Europa.

P. La cristiandad y el islam llevaban siglos guerreando. Pero ¿cuál es el origen del antisemitismo?

R. El islam era lo que hoy son los Estados Unidos. Estaba en todas partes. En un momento en que, tras la caída del imperio romano, Europa cayó en un nivel muy bajo de civilización y desarrollo, aunque no España gracias al islam. 

En el siglo XIV, empezó la modernización que nos transformó de una economía agraria en una comercial. Eso ocurrió en las ciudades. A los judíos se les asociaba con esa nueva economía, que fue una ruptura social. 

P. Usted defiende que el Corán es un mensaje de paz.

R. Sí.

P. Y que Mahoma fue más un pacificador que un guerrero.

R. A diferencia de Jesús, Mahoma se convirtió en jefe de Estado cuando todo Estado tenía que hacer la guerra. Cuando fue atacado por La Meca, tuvo que combatir. La historia dice que Mahoma levantó un imperio sobre todo mediante la diplomacia. Nosotros en Occidente tenemos la idea de que el Corán es sobre la yihad

La yihad y sus derivadas aparecen más de 40 veces en el Corán, solo en diez referidas a la guerra. La yihad también es la mejora personal, compartir con los pobres. Mahoma llevó la paz a Arabia y gestionó la unificación mediante la diplomacia.

P. Tanto en el Corán y la vida de Mahoma como en la Biblia uno puede encontrar justificaciones para la violencia.

R. El Corán tiene una actitud mucho más positiva hacia las demás religiones que ninguna escritura hasta ese momento. Dios le dice a Mahoma que la diversidad religiosa es parte de su deseo.

P. ¿Qué piensa cuando grupos violentos como el Estado Islámico proclaman que son los auténticos musulmanes?

R. Mucha de la militancia en el Estado islámico no era particularmente religiosa sino que procede del régimen de Sadam Husein, socialista y laicista.

P. Pero ¿por qué es tan magnético el Estado Islámico para tantos jóvenes occidentales? ¿Hay una motivación religiosa en los que marchan a combatir?

 R. Es complicado. A muchos jóvenes que fueron a la yihad contra la Unión Soviética en Afganistán, y luego a Al Qaeda, no les movía la lectura del Corán sino por las imágenes de sufrimiento en el mundo islámico, en Palestina, en Líbano.  (...)

No es muy distinto a lo ocurrido durante la Guerra Civil española, cuando mucha gente viajó allí a combatir el fascismo. La gente joven ama el combate particularmente. Para muchos es excitante, como un videojuego, se sienten vivos. 

Una de las cosas que más motiva para la guerra es el aburrimiento. Lo entiendo porque cuando entré en el convento miré a mi alrededor y dije: esto parece algo grande. Quería vivir intensamente. Y muchos miembros de las comunidades musulmanas en las sociedades occidentales no se siente en casa.

P. ¿Es la democracia compatible con el islam? Algunos lo dudan porque esa religión, en teoría, aspira a dominar la vida pública.

R. Sí lo es. Todas las religiones son así, la idea de una religión como algo privado y personal es algo moderno. Hasta el siglo XVIII, era conceptualmente imposible para los cristianos separar la religión de la política. Sería como sacar la ginebra del cóctel. Pero el islam está lleno de tradiciones que encajan con la democracia muy bien.

 Durante las manifestaciones en París [tras los atentados contra Charlie Hebdo y contra la comunidad judía], se pedía libertad y se defendían valores de la Ilustración, y se decía que los musulmanes no se adaptan al mundo moderno porque no han tenido una Ilustración. La Liberté era un valor de la Ilustración. 

Pero no había libertad para los esclavos africanos trabajando en las plantaciones americanas, ni para los nativos americanos cuando los fundadores de EE UU se inspiraban en la Ilustración. 

Para la Ilustración, los derechos humanos eran solo para los europeos. John Locke no solo defendía la esclavitud en las colonias, sino el derecho del amo a matar al esclavo. Otro ejemplo: la democracia en Egipto a partir de la independencia fue un chiste malo.  (...)


R. Sí, y hay movimientos en ese sentido. Pero cuidado, porque nuestra reforma en el siglo XVI fue catastrófica por las muertes que provocó. A veces la reforma puede ser dura, cruel e intolerante. 

Lutero no era un hombre tolerante: él odiaba a católicos, judíos, mujeres, turcos y a cualquiera que le llevara la contraria. En cuanto al islam, es muy difícil para la gente ser creativa cuando está siempre a la defensiva. Es difícil encontrar el espacio.

P. ¿Es usted Charlie?

R. Sí.

P. Algunos escritores se han opuesto al premio del PEN a Charlie Hebdo por sus ofensas a los sentimientos religiosos.

R. Es triste que tengamos que expresar nuestra libertad insultando a la gente. Tenemos que recordar que caricaturas de este tipo han sido utilizadas en el pasado contra los judíos antes de que empezara el holocausto, preparando a los alemanes para el genocidio. 

Es verdad que Charlie Hebdo satirizaba todo, y que gente del periódico dijo que lo último que querían era ser antimusulmanes.

P. Meterse con una religión no es exactamente lo mismo que insultar a personas.

R. De acuerdo. Pero ¿por qué hacerlo? Creo que insultar a cosas o a personas es contraproducente. No me preocupa ese tipo de crítica, pero sí que se fomenten estereotipos que hacen que la gente piense de determinada manera. 

En un momento en que tratamos, pero no muy en serio, de crear una sociedad global, mostrarnos arrogantes y poco respetuosos es peligroso. En Occidente Debemos aprender que compartimos el planeta con iguales y no con inferiores. (...)

P. Defiende el entendimiento interreligioso. Y sugiere a los cristianos que reconozcan a Mahoma, los judíos a Jesús, ambos a Buda…

R. No todo el mundo está preparado para eso. Pero es arrogante decir que una sola fe tiene la verdad.

P. Todas las religiones pretenden ser la única verdadera.

R. Eso es ego humano. Como cuando decimos que nuestro país es el mejor."         (   , El País , 20 JUN 2015)

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