22/4/10

¿El trabajo da la felicidad? Con mucho trabajo...

"-Buenas, vengo a una rueda de prensa sobre la felicidad en el trabajo.

El recepcionista del hotel levanta una mirada entre el asombro y la diversión y pregunta: "¿Eso existe?". (...)

Juan Hunt, dice que la felicidad en el trabajo es "tener un empleo digno, que permita trabajar en condiciones de seguridad, con los derechos protegidos, la salud, la formación adecuada. No tener eso es estar, desde luego, lejos de la felicidad".¿Pero existe o no existe la felicidad en el trabajo? "A mí me gusta creer que sí, aunque es un concepto temporal. Toda la vida, no sé. (...)

Pero sí puede crearse un entorno laboral compatible con la sonrisa: hay ya criterios definidos, y Urarte se dedica a asesorar a las empresas sobre cómo implantarlos. Primer aviso: si no lo hacen, algunos de sus empleados pueden caer en el absentismo emocional. Quiere decir Urarte que llegará un día en que desconectarán, perderán el empuje y la iniciativa que tuvieron y se limitarán a aparecer por la empresa, hacer un trabajo gris y volver a casa cada día con la única satisfacción de que este mes también podrán pagar la hipoteca. "Y eso les ocurre a los buenos, porque a los trabajadores malos o a los vagos nunca les pasa porque nunca tuvieron mayor ilusión ni expectativas en el desempeño de sus tareas. Las empresas no pueden perder todo ese talento". (...)

Lo que quiere decir es que el empleado ya tiene que salir de casa motivado. Urarte le da la razón: "Una empresa no puede motivar a sus empleados, pero sí crear un entorno motivante donde cada cual encuentre su cauce. Las empresas no tienen alma y la felicidad habrá de buscársela cada uno".

Y aquí entra de nuevo el talento. Porque desempleo hay mucho, pero talentos no tantos. Y por ellos se pegan los empleadores. "¿Qué tienen que darles para que elijan trabajar en esta casa y no en otra?", se preguntan.

Ya hay algunas pistas sobre ello. El Instituto de la Felicidad de Coca-Cola elaboró una macroencuesta en 2008 sobre felicidad, la más extensa de España. Se entrevistó a 3.000 personas que contestaron a 900 preguntas cada una. Margarita Álvarez, responsable de ese instituto, resume alguna de las conclusiones que se extrajeron en lo que al empleo respecta: "Para ser felices en el trabajo hay dos cosas clave: sentirse útiles, ver que lo que haces corresponde con tu formación e interés, y que recibamos el reconocimiento tanto de los jefes como de los compañeros". "Gastamos mucho esfuerzo en medir la satisfacción de la plantilla desde un punto de vista técnico, pero hay otras cosas. Por ejemplo, los trabajadores valoran mucho tener cierta capacidad de influencia, no de forma vertical, entre los directivos, sino entre sus propios compañeros: sentir que forman parte de un equipo y que pueden arrastrase unos a otros hacia una dirección convenida entre todos", añade Margarita Álvarez.

Es algo parecido al orgullo de marca, de pertenencia, que cita Urarte. "No hace falta para ello estar en una gran firma, basta una ONG, por ejemplo, para que los que en ella trabajan sientan que es su proyecto y que es algo beneficioso, digno", dice este consultor. (...)

El problema es que las empresas no saben detectar el talento, por tanto, difícilmente podrán adaptarse para atraerlo. "Toda empresa sabe cómo satisfacer a sus clientes, qué es lo que les demandan, y ajustar su oferta a ello lo más posible; pero no tienen idea de por qué un trabajador con talento elige una empresa en lugar de otra. Y, para ello, deben decidir en qué quieren ser buenas con sus empleados: si con los salarios, con las vacaciones, con la flexibilidad de horarios. Nosotros ayudamos a las empresas a definir eso". (...)

La organización es la clave en ese intento por deshacerse de la cara de perro en la oficina, o en la fábrica, o en la cabina de un autobús. "Y no se puede hablar de organización sin que se mencionen los horarios. El discurso de la gestión del tiempo se lo oímos a todos los ministros, al presidente del Gobierno, a todos, pero ¿cómo se hace eso? Nadie lo ha dicho", dice el profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña Jordi Ojeda.

Harto de tanto discurso sin concreción, el profesor Ojeda y otros colegas de su universidad fundaron la empresa Rationaltime. Han desarrollado un sistema informático utilizando modelos matemáticos aplicados a la organización del trabajo. El resultado es un programa para gestionar a la carta el horario de los trabajadores. Esos planillos de turnos de fin de semana, vacaciones, horarios en general que tan laboriosos son, el ordenador puede resolverlos en 10 segundos. "Y si alguien ha cuadrado ese planillo y de repente descubre que uno de los empleados estará de baja tales días, no tendrán que emplear de nuevo una jornada entera en volver a hacer el mismo trabajo, lo hará el ordenador en otros 10 segundos", relata Ojeda. Porque los horarios son cada vez más complejos, todos no tienen el mismo, y un solo empleado puede tenerlos distintos.

Este programa ya lo han vendido a varias empresas de distintos sectores, "de la seguridad, la salud, tiendas y oficinas e industrias y fábricas", añade Ojeda. "Y en alguna hemos conseguido reducir el absentismo y el abandono del trabajo", dice satisfecho.

Conseguir un grupo cohesionado y feliz no es fácil, pero, efectivamente, algunas empresas lo van logrando. Esther Sánchez menciona la central de transportes MRW, con la que ha trabajado. "Tienen una conciliación fantástica, buenos estilos de liderazgo, inteligencia emocional, empatía". "Y un proceso de selección de empleados que testa que los que van a entrar comparten los mismos valores de respeto, solidaridad, trabajo en equipo, de los demás", dice Sánchez." (El País, ed. Galicia, Vida y artes, 16/04/2010, p. 35)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para mi el trabajo ha sido mi felicidad total. Trabaje de soltera, a los 16 años de casada volvi al trabajo, y descubri un mundo, digamos nuevo. Despues entre en una entidad Bancaria que he estado los 20 mejores años de mi vida, donde me he sentido valorada, respetada, compañerismo, por jefes y compañeros, ultimamente, por los clientes, como jamas me senti ni de soltera ni de casada. Me he visto en la "obligacion" de cesar en el trabajo y me siento inutil, vacia. Lo que daria por tener un trabajo aunque fuera de 4 horas..... Vivo sola, pensaran que este es el problema, no, tambien he visto casados con estos problemas, diran que se pueden hacer muchas cosas, estoy harta de oirlo, que si voluntariado, que si estudiar, etc.etc. y yo me pregunto, para que estudiar? cuidar niños, tal como esta el asunto hoy en dia, ni hablar, cuide a los mios a mi manera con mucha responsabilidad, no mas. Cuidar a personas mayores, y cuando llegue a casa pensar en que a mi me puede pasar esto o aquello y quien me atendera? no, necesito no pensar en la edad, en las enfermedades que todos te cuentan. No se estar con las personas de mi edad, es dificil con personas mas jovenes, donde esta mi sitio? Vivimos en una sociedad que a los 65 años ya eres "avia" o "abuela" "jubilada" "del inserso" etc. ya no sirves para nada, pero ha! si haces voluntariado como es gratis...... no importa si lo haces poco bien. Si encuentras un trabajo, te piden asegurarte, pero la SS no te lo permite. Para mi, un trabajo "pagado" es sinonimo de que valgo, que estan contentos con mi trabajo, porque logicamente, sino, te despiden, este es mi gran valor. Miren sino el trabajo da la felicidad, claro,que hay personas que nunca estan contentas con nada y todos los jefes son..... esto a mi no me ha pasado nunca. Si da la felicidad el trabajo, no lo duden.