30/8/11

Ya lo decía Marx: "La razón última de todas las crisis reales sigue siendo la pobreza y el consumo restringido de las masas"

"Consideremos, por ejemplo, la predicción de Marx de que el conflicto inherente entre el capital y el trabajo se manifestaría.

Como escribió en "Das Kapital", la búsqueda de las empresas de los beneficios y la productividad, naturalmente, les lleva a necesitar cada vez menos trabajadores, lo que lleva a la creación de un "ejército industrial de reserva" de los pobres y los desempleados: "La acumulación de riqueza en un polo es, por tanto, al mismo tiempo acumulación de miseria".

El proceso que Marx describe es visible en todo el mundo desarrollado, particularmente en los esfuerzos de las compañías de EE.UU. para reducir costos y evitar la contratación de EE.UU. han aumentado las ganancias corporativas como parte de la producción económica total de más alto nivel en más de seis décadas, mientras que la tasa de desempleo se sitúa en el 9,1 por ciento y los salarios reales están estancados.

La desigualdad de ingresos en Estados Unidos, por su parte, ha llegado a su nivel más alto desde la década de 1920. Antes de 2008, la disparidad en los ingresos fue oscurecida por factores tales como el crédito fácil, que permitió a los hogares pobres disfrutar de un estilo de vida similar al de los más ricos. Ahora el problema es volver a casa a descansar. (...)

Marx también señaló la paradoja de un exceso de producción y de bajo consumo: cuanto más trabajadores se queden relegados a la pobreza, menos serán capaces de consumir todos los bienes y servicios que las empresas producen.

Cuando una empresa reduce los costos para aumentar los ingresos, es inteligente al maximizar beneficios, pero cuando lo hacen todas las empresas al mismo tiempo, socavan la distribución del ingreso y la demanda efectiva de los que dependen de los ingresos y beneficios.

Este problema también es evidente en el mundo desarrollado de hoy. Tenemos una capacidad sustancial de producción, pero en los sectores de mediano y bajos ingresos, nos encontramos con una inseguridad generalizada financiera y de bajas tasas de consumo.

El resultado es visible en los Estados Unidos, donde la construcción de nuevas viviendas y las ventas de automóviles siguen siendo alrededor del 75% y 30% por debajo de sus picos de 2006, respectivamente.

Como decía Marx en El Capital: (Jaque al liberalismo, 29/08/2011, George Magnus:Den una oportunidad a Marx para salvar la economía mundial, Bloomberg)

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