"Las personas de clase social más alta, con más
recursos económicos y educación tienden a comportamientos menos éticos
que las personas con menos recursos, según informó el investigador
Rodolfo Mendoza Denton, de origen mexicano y profesor en el Departamento
de Psicología de la Universidad de California (Berkeley).
«Llevamos a cabo siete estudios experimentales y
naturalísticos que nos llevaron a conclusiones sorprendentes porque uno
pensaría que las personas con menos recursos estarían más motivadas a
comportarse de manera inmoral, antiética o aún violando la ley», afirmó
el investigador desde Turquía, donde se encuentra cuando se ha publicado
un estudio de su equipo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
El equipo, encabezado por Paul Piff, llevó a cabo
dos pruebas en situaciones naturales para evaluar las probabilidades de
que los conductores de vehículos se cruzaran al paso de otros vehículos
en una intersección muy transitada de dos calles con cuatro
direcciones, y de los peatones en una esquina del área de San Francisco
(EEUU).
El factor de referencia fue la marca del
vehículo, la edad y la apariencia del conductor para señalar su clase
social. Los autores descubrieron que un porcentaje más alto de los
conductores de vehículos caros -«un Porsche o un Ferrari», dijo Mendoza-
se adelantaba al cruce de otros vehículos o los peatones, comparado con
los conductores de vehículos de menos lujo.
En otros cinco experimentos de laboratorio con
estudiantes de licenciatura de la Universidad de California o una
muestra de alcance nacional de adultos en internet mostraron que los
participantes que se consideraban a sí mismos de «clase alta» tenían
tendencias mayores que los de «clase baja» a tomar decisiones contrarias
a la ética.
Entre esos comportamientos se citan la
sustracción de objetos valiosos de otras personas, mentiras en una
negociación o para aumentar las posibilidades de ganar un premio o el
aval a una conducta incorrecta en el trabajo. «Las conclusiones se
aplican independientemente de la edad, el género, el grupo étnico, el
credo religioso o la ausencia de fe religiosa, y la orientación política
de los participantes», indicó el estudio.
«El concepto general de clase social incluye los
ingresos y también la profesión porque hay profesiones que son
prestigiosas aunque uno no gane tanto dinero, como los profesores», dijo
Mendoza, quien agregó que también incluye el nivel de educación. «Ése
es el nivel social objetivo, pero está también el subjetivo que es la
manera que uno se percibe a sí mismo en relación con los otros», explicó
el investigador.
Lo importante no es sólo la conclusión de que la
gente «que está más arriba tiende a comportarse menos éticamente, sino
por qué» continuó Mendoza.
«La gente de clase alta tiende a sentir que la
avaricia es buena», y añadió que alguna gente dice que la «avaricia es
buena por muchas razones, y esa actitud tiende a concentrarse en gente
de clase alta», insistió.
En cuanto a la gente de clase baja, que está más
expuesta a peligros y tiene menos recursos o el trabajo no es estable,
«trabaja más para asegurar las relaciones humanas sean fuertes y
duraderas», añadió.
En cambio, las personas de clase alta «como
tienen más recursos, se sienten más seguras, tienen el lujo de ser más
independiente, tienden a enfocar pensamientos y las emociones hacia sí
mismos y piensa menos en las consecuencias que su comportamiento tiene
para otros», concluyó." (La Voz de Galicia, 27/02/2012)
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