26/10/12

El capitalismo comporta una concentración de la renta y de la riqueza sin igual, que resulta cada día más incompatible con la democracia.

"Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia, dijo al principio de la crisis: "Vamos a refundar el capitalismo". Casi cinco años después nada de eso ha sucedido. ¿El actual sistema capitalista es intocable?

Juan Torres: El capitalismo es un sistema que ha traído consigo unos avances sociales impensables y con él la democracia ha avanzado más que nunca. Pero el capitalismo también comporta una concentración de la renta y de la riqueza sin igual que resulta cada día más incompatible con la democracia.

 En los últimos años estamos viviendo un capitalismo muy singular, un capitalismo casi sin normas que ha resuelto que el afán de lucro es el único motor y eso está creando grandes problemas. El capitalismo se ha convertido en un casino y en un casino las pérdidas son grandísimas individual y socialmente.

 Aunque ha sufrido una profunda degradación, el capitalismo le ha dado un poder tan grande a algunos grupos sociales que estos se pueden permitir el lujo de transmitir al resto de la sociedad que todo va bien y que no hay otra manera posible de vivir. Lo que pasa es que los demás, antes o después, se dan cuenta de que esto no va de ninguna manera bien. Y en esa tensión estamos.

Vicenç Navarro: La crisis de legitimidad del capitalismo se debe a la captación del Estado por intereses particulares entre los cuales destaca el capital financiero. 

¿Ha faltado voluntad o coraje político de los gobernantes para cambiar las cosas?

La actual clase política está vinculada a partidos que dependen de la financiación de los bancos. Es una contradicción pensar que alguien que está financiado por unos bancos va a poner en cuestión el status quo de esos mismos bancos. Eso no va darse, al menos con esta clase política.

¿Hay que asumir entonces que los ciudadanos ya no pueden contar con los políticos?

V.N: En una democracia el poder debe derivar de la ciudadanía. Cuando las instituciones representativas han sido instrumentalizadas por el poder financiero y económico, la ciudadanía tiene que salir a la calle para recuperar la democracia.
 
J.T: La desafección hacia la política es extraordinaria. Se está produciendo un resquebrajamiento social porque la gente se da cuenta de que esto es una mentira, que esto no funciona, que los partidos políticos no son capaces de aportar soluciones. Sin embargo, este proceso ni es automático, ni es generalizado ni es fácil porque los bancos y las grandes empresas dominan los medios de comunicación.

 Pero también eso empieza a resquebrajarse: la gente empieza a no fiarse de los medios de comunicación convencionales y empieza a informarse por otros más alternativos. Obviamente eso no pasa de un día para otro y durante el camino se producen traumas y conflictos sociales."             (Público, 21/10/2012, ENTREVISTA A VICENÇ NAVARRO Y JUAN TORRES)

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