8/7/13

Gorbachov estaba rodeado de gente del nivel de Yeltsin. Como decía Stalin, “no tengo otros escritores”, la cosa no dio para más…

"Se suele hablar con insistencia de las actividades represivas de la Stasi, identificando incluso la RDA con esa policía política. ¿Las cosas eran muy distintas en el Oeste? Usted suele hablar muy elogiosamente de las recientes investigaciones de Josef Foschepoth.

- No se puede reducir la RDA a su aspecto policial, de la misma forma en que no se puede reducir el sistema constitucional alemán occidental a la cruda persecución de comunistas en los años cincuenta. 

El punto aquí no es la caricatura, sino la comparación del foco de la atención: en la actual Alemania se sabe todo del Estado policial en la RDA, se gasta mucho dinero en ello y se bombardea a la población con informaciones sobre aquello, al mismo tiempo la historia de la RFA de posguerra y determinados aspectos de la reunificación de 1990, continúan rodeados de sombras.

 El libro de Foschepoth, por ejemplo, ha revelado la existencia de una vigilancia policial extraordinaria en la RFA durante la guerra fría, con controles totales de las transmisiones postales y telefónicas de todo lo que tenía que ver con el Este. En los noventa el servicio secreto alemán occidental (BND) interceptada más de 5 millones de transmisiones diarias. 

Las posibilidades que hay hoy en ese ámbito son verdaderamente orwellianas. Cada teléfono móvil y cada ordenador, son, técnicamente hablando, una especie de chivato. El libro de Foschepoth ha sido uno de los más importantes del año, pero no se le ha prestado atención.

 Al lado de las realidades técnicas de control que hay hoy en el mundo la de la Stasi es un juego de niños. En eso consiste la propaganda selectiva. Lo curioso es que se continúe luchando contra el bloque del Este y su sistema que ya no existe… 

- Perdóneme una descortesía. ¿No es usted demasiado generoso con el papel histórico de Gorbachov? Según algunos analistas, la ingenuidad de la que hizo gala el ex líder soviético, el mismo que ilegalizó el Partido Comunista de la URSS, en sus relaciones con el mundo del Capital y sus líderes políticos no tiene parangón en la Historia.

- Gorbachov quería un “socialismo de rostro humano” y una democratización de las relaciones internacionales con un horizonte de abolición del arma nuclear. También Thomas Sankara, que fue presidente de Burkina Faso tres o cuatro años quería cambiar las cosas hasta que fue asesinado, pero Gorbachov era el líder de la URSS, de una de las dos superpotencias.

 Eso era muy razonable y muy importante. Fracasó, pero reducir ese fracaso únicamente a su persona y a su responsabilidad no es correcto. Intervinieron muchos factores. La propia podredumbre del sistema soviético era uno de esos factores. La ausencia de socialistas en el PCUS, por ejemplo.

 En muchas cosas fue un general sin ejército en su propio país. Y en el mundo ya no hablemos. Hubo mucha ingenuidad en la idealización de Occidente, eso está claro, pero eso hay que situarlo en su lugar y su tiempo. Cambiar todo aquello sin equivocarse no era fácil. Mire a los chinos, veremos cómo evoluciona su cambio… 

Y otro aspecto. Desde el punto de vista de la secular tradición política moscovita, Gorbachov hizo algo absolutamente insólito: transfirió su poder personal absoluto a cámaras representativas. No hay precedentes de algo así en la historia rusa. No hay que confundir a Gorbachov con Yeltsin, pero Gorbachov estaba rodeado de gente del nivel de Yeltsin. Como decía Stalin, “no tengo otros escritores”, la cosa no dio para más…"           (Entreviata a Rafael Poch, Salvador López Arnal, Revista PAPELES, Número 121, Rebelión, 26/06/2013)

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