"(...) ¿Cuál
es la situación ahora? Algunos, cada vez más, pensamos que estamos
ante una crisis estructural del modelo de crecimiento. Crecimiento
sostenible es un oxímoron causado por una doble tendencia:
-Por
un lado el crecimiento de la productividad, aunque ralentizado en los
últimos años, libera horas de trabajo y fuerza laboral de las tareas
que venía realizando. La economía, y en esto el capitalismo lo ha hecho
bastante bien durante dos siglos, busca nuevas ocupaciones para
emplear la fuerza de trabajo, sea produciendo nuevos bienes sea en los
servicios, cuya productividad crece más despacio.
Pero la consecuencia
es que para mantener la maquinaria macroeconómica empleando a todo el
mundo todo el tiempo se necesita seguir creciendo y creciendo aun a
pesar de la reducción secular de la jornada laboral.
Algún
crecimiento es bueno: educación, inversión en energías renovables
sostenibles y eficiencia energética, servicios de proximidad, etc.,
pero mucho otro pasa por potenciar una espiral de más consumo de bienes
y servicios intensivos en recursos materiales y energéticos …en un
planeta finito que ya muestra evidentes signos de agotamiento en la
extracción de nuevos recursos y el tratamiento de los residuos generados
en la producción y consumo.
El
crecimiento de la productividad nos ha de permitir afrontar el
envejecimiento demográfico y el incremento de costes relativos de los
servicios personales, pero como dijo W. Leontieff la
tecnología nos puede dejar muriéndonos de hambre en las puertas del
paraíso por no saber cambiar las normas de reparto de la producción… o nos puede destrozar el paraíso por querer seguir creciendo a toda costa por la misma razón.
-Por
otro lado nos hallamos en medio de un proceso extraordinario de
financiarización de la economía. Muchos recursos tecnológicos y mucho
talento se ha dedicado a casi triplicar desde 1980 el peso de los
activos financieros sobre el PIB mundial, cabalgando sobre la
globalización.
La consecuencia es que los activos financieros (con su
contrapartida en pasivos financieros) demandan rentabilidades
crecientes en términos monetarios al mundo real (dividendos e intereses
a las empresas no financieras, e intereses a las familias y a los
gobiernos), o sea al planeta, en una escalada sin fin derivada del
interés compuesto.
El capital busca los mayores rendimientos y éstos una
vez devengados y de nuevo ahorrados en parte se reinvierten
solicitando más rendimientos: más producción real de donde extraerlos.
Como decía Serge Latouche citando a Kenneth Boulding: el que crea que un crecimiento exponencial es compatible con un planeta finito es un loco o un economista.
El
resumen es que una estrategia de pleno empleo a tiempo completo para
cubrir las insaciables necesidades de rentabilidad del capital puede
acabar siendo un suicidio planetario: los ideales de la
socialdemocracia con políticas keynesianas anticíclicas y con el
objetivo del pleno empleo en todo el planeta, consumiendo los mismos
recursos per cápita que los países ricos no son posibles.(...)
¿Es
éste un mensaje pesimista? No tiene porqué si lo aceptamos y lo
afrontamos con las ideas y propuestas que ya se están planteando de
manera creciente y esperemos que se conviertan en mayoritarias:
En
primer lugar hay que repartir el trabajo remunerado existente si
admitimos que el trabajo es la más eficaz de las herramientas para la
integración social y todo el mundo tiene derecho a ello, pero no podemos
forzarnos a crear puestos indeseables social o ecológicamente (o de mierda, como decía David Graeber). (...)
Debemos aceptar que es imposible crear en España
5 millones de puestos de trabajo en un tiempo razonable, que no lleve
antes a la desintegración social o a la emigración masiva, si no
afrontamos el reto del reparto del trabajo.
Los
cálculos más optimistas de los nichos de puestos de trabajo
potenciales detectados por los defensores del Green New Deal nos dan
hasta medio millón de nuevos puestos de trabajo en España en 10 años, y
un incremento de 5 o 6 puntos del PIB en gasto social podría acarrear
entre medio millón y un millón más de trabajadores en educación,
sanidad o dependencia. Aun nos faltan 3 o 4 millones de puestos para
suplir el enorme agujero dejado por el estallido de la burbuja
inmobiliaria y la inmigración masiva que tuvimos la década pasada. (...)
¿Y
podemos repartir el trabajo reduciendo los sueldos cuando el sueldo
más común en España en 2011 fue de 15.500 euros brutos, algo más de lo
que ganaba un mileurista cuando trabajaba? Recordemos que según un
informe de Consejo de Trabajo, Económico y Social de Catalunya un 14%
de los trabajadores eran working poors, su salario no llegaba al umbral de pobreza.
Resumiendo:
-No
vamos a alcanzar el pleno empleo sin una estrategia agresiva de
reparto del empleo actual, aun combinándose con el impulso
público-privado de la creación de empleo en sectores selectivos como
los relacionados con la transición energética o el refuerzo del estado
del bienestar, incluida la I+D.
-El
reparto del trabajo se ha de producir mediante los cambios normativos
oportunos, el incentivo fiscal a la creación de puestos a tiempo
parcial, el desincentivo a las horas extraordinarias, el impulso del
reparto en el sector público mediante políticas de recursos humanos y
de compra pública proactivas y mediante un enfoque de la formación
profesional plenamente dual, que desincentive o incluso prohíba que los
jóvenes trabajen a tiempo completo y favorezca que compaginen
formación y trabajo.
-Pero
no podemos reducir los ingresos más bajos porque ya no permiten
desarrollar un proyecto de vida autónomo digno y a la vez tampoco
podemos encarecer un 15% los costes laborales so pena de profundizar la
crisis empresarial que no podemos negar.
Los sueldos han de crecer con
la productividad, con un adecuado reparto de las ganancias entre
empresa y trabajadores, fomentando las formas de economía social y de
cogestión en las empresas... pero debemos preservar a la vez la
sostenibilidad financiera empresarial y atacar las rentas de monopolio
que siguen incrustadas en amplias zonas de nuestro modelo productivo.
-El
nivel tecnológico y social que ha alcanzado la humanidad es capaz de
generar suficiente producción e incentivos adecuados para que se siga
generando riqueza de manera competitiva y sostenible (como lo
demuestran cada día los países nórdicos) sin que nadie tenga que pasar
privaciones materiales ni dejar de tener un acceso equitativo a la
sanidad, la educación, la atención a la dependencia ni a una vivienda
digna y asequible.
La
medida que hace posible que todo encaje es la implantación de un nueva
fiscalidad que financie una Renta Básica universal e incondicional que
permita a la vez desarrollar el estado del bienestar y que aporte a
cualquier persona una renta de subsistencia que le evite tener que
mendigar una ayuda para él o su familia a cambio de tener que estar
dispuesto a aceptar cualquier trabajo so pena de perder el subsidio
público.
En este modelo a cualquier trabajador con un sueldo bajo o
medio, o a tiempo parcial, la combinación de sueldo (rebajado en el
global, mantenido por hora para crear ocupación) + RB le aportará más
recursos netos que los que su actual sueldo neto le aporta ahora. Y su
pareja, su hijo o hija o su padre o madre trabajarán si así lo desean.
Sólo
repartiendo lo que ya se produce podemos detener esta espiral
destructiva por la que solo creciendo y endeudándonos podemos mantener
el sistema socialmente estable, como una ciclista que pedalea para no
caerse pero va hacia el abismo.
La
buena noticia es que la RB es factible: por ejemplo, una renta básica
que siguiera los cálculos de la OCDE sobre los actuales umbrales de
pobreza según tamaño familiar en España tendría un coste de unos
230.000 millones de euros anuales, menos del 22% del PIB.
Pero es que
debemos tener en cuenta que solo en la liquidación del IRPF del 2011 la
suma de gastos a deducir sobre los rendimientos brutos, de reducciones
de la base liquidable, de mínimos personales y familiares y de
deducciones de la cuota íntegra del impuesto ascendían a casi 300.000
millones de euros.
También que el estado se ahorraría de pagar más de
80.000 millones de transferencias monetarias actuales (las que suman
las pensiones, subsidios de paro y otras ayudas por debajo de la RB)
además de los enormes costes de gestión y de control.
Los cálculos dan
que la RB en España se podría financiar con un IRPF a tipo único sobre
todos los rendimientos inferior al 50% y, según los supuestos, cercano
al 40%. Y se mantendría intacta la capacidad recaudatoria actual del
impuesto para seguir financiando el gasto público estatal y autonómico.
Para
los trabajadores el sistema de cobro sería similar al actual: los
sueldos bajos tendrían un retención negativa (combinación del impuesto
sobre la renta más la RB) que les incrementaría el sueldo líquido por
encima del bruto, los sueldos medios tendrían una retención similar a la
actual y los salarios más elevados tendrían una retención mayor (pero
inferior a las actuales para los sueldos más altos). Los rentistas
pagarían más y todo el mundo tendría un ingreso.
La
propuesta de RB no solo es absolutamente compatible sino que creo ha
de ser una pieza necesaria para el desarrollo social que defiende la
izquierda para nuestro país.
La RB en la versión que defendemos los
miembros de la Red Renta Básica que hemos realizado un estudio
del que en pocas semanas podremos ofrecer detalles, no es un cheque
substitutivo de ningún servicio público, lo que hace es visualizar
claramente que nuestro acervo tecnológico y social colectivo dispone de
más de lo necesario para que nadie nunca más deba pasar por penurias
extremas como está sucediendo hoy en nuestro país ni tener que verse
obligado a aceptar cualquier trabajo mísero, legal o no, para
subsistir. (...)
La Renta
Básica permite desplegar urgentemente una estrategia no para salir de
una crisis con viejas recetas, sino para cambiar radicalmente cómo
queremos nuestra sociedad y cómo salvamos el planeta salvándonos a
nosotros, a todos, sin dejar nadie a la intemperie y lo antes posible." (Lluís Torrens: ¿Por qué sí a la renta básica universal? Por una salida urgente de la crisis basada en la RB y el reparto del tiempo de trabajo . Sin Permiso, 08/09/2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario