" Es de suponer que esta voluntad de la
Administración autonómica por indagar en el pasado franquista se
extiende también a profundizar en el pasado más reciente de las
Vascongadas que, de hecho, fue una de las regiones que más y mejores
“franquistas” proporcionó a Francio.
En este sentido, hay que recordar que entre la intelectualidad vasca más
destacada de la primera mitad del pasado siglo XX, autores como Ramiro
de Maeztu, Rafael Sánchez Mazas, Rafael Aizpurúa Azqueta o Ramón de
Basterra contribuyeron, entre otros muchos, a dotar al régimen del
general Franco de gran parte de su armazón ideológico.
También fueron
ciudadanos vascos algunos de los principales propagandistas
internacionales del régimen nacional: Manuel Aznar Zubigaray,
considerado durante mucho tiempo uno de los principales, y más fieles,
biógrafos del caudillo; Fermín Yzurdiaga o Joaquín Arrarás.
Iñaki Anasagasti, senador del PNV, en un artículo publicado hace algunos
años ya detalló cómo la presencia de gentes de origen vasco en el
aparato institucional franquista fue muy destacada.
“El legislativo fue
prácticamente un coto cerrado. Esteban Bilbao y Eguía ocupó la
presidencia de las Cortes durante nada menos que veintidós años -todavía
hoy es, con diferencia, la persona que durante más tiempo ha
desempeñado este cargo- y le sucedió el bilbaíno Pedro Iturmendi.
Cuando
este cesó, a finales de los sesenta, el generalísimo confesó a uno de
sus colaboradores que lo único que tenía claro con respecto a la
identidad de quien le fuera a suceder, era que no podía ser vasco.
Porque los vascos habían agotado ya el cupo”.
Durante las casi cuatro décadas que duró el régimen dictatorial, las
personalidades vascas en los diferentes gobiernos de Franco fueron
numerosas. “En el Ministerio de Asuntos Exteriores su presencia fue
intensísima, tanto como ministros, como en calidad de embajadores”,
explica Iñaki Anasagasti, quien añade que la lista de vascos al servicio
de la diplomacia franquista es, ciertamente, extensa: Lequerica,
Areilza, Castiella, Sangróniz, Baraibar, Aznar...
“Otros ministerios
contaron, asimismo, a vascos entre sus titulares. Arrese, Arburúa,
Bilbao...Y, evidentemente, la lista se amplía si tomamos en
consideración los órganos específicos que creó el régimen, como el
Consejo del Reino o el Consejo Nacional”.
Iñaki Anasagasti recuerda en su texto, además, que no es comprensible la
actitud e incluso la supervivencia del régimen de Franco si en el París
ocupado por los alemanes no hubiera estado un embajador que habiendo
sido alcalde de Bilbao como fue José Félix Lequerica, trabajó para
asentar el régimen ante el gobierno de Vichy y trabajó para la
repatriación no sólo de los bienes de los llamados "rojos" sino de sus
personas.
“Desde la Delegación del Gobierno Vasco en París se trabajó
conjuntamente con la Gestapo para capturar a Azaña, Companys,
Zugazagoitia, Rivas Cherif, Cruz Salido, etc. Lo mismo ocurrió en Nueva
York.
Tras la segunda guerra mundial, el régimen quedó aislado por
acuerdos de Naciones Unidas y fueron Lequerica, Manuel Aznar, Castiella y
Areilza los que lograron que, en 1953, Franco fuera admitido en aquel
selecto club que le daba el marchamo de prestigio suficiente para poder
seguir consolidando internacionalmente su dictadura”. (Euskadi Información Global, 25/05/2014)
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