"(...) Berardi ya decía entonces que este sistema era “una fábrica de
infelicidad” donde el futuro ya no era seductor. “El futuro como
dimensión cultural ha sido modelado por la modernidad en términos de
expansión, acumulación, intensificación del ritmo de producción. Todo
esto se ha vuelto sencillamente imposible, y por eso el futuro es
inimaginable”, explica Franco Berardi a Números Rojos.
Obviamente, la crisis económica actual ha difuminado más aún si cabe
un hipotético horizonte más allá de la supervivencia. “Hoy, el poder
repite incansablemente que hay que relanzar (revitalizar) el
crecimiento, aumentar el tiempo de trabajo, relanzar el consumo. Sin
embargo, todo eso es imposible e insensato.
El consumo no puede
ser reactivado porque la gente no necesita más jerséis, ni más coches,
ni más zapatos. Lo que necesita es más tiempo, más placer, más
relaciones afectivas… He aquí la paradoja fundamental de nuestra época: la lógica del más contradice lo que podemos, lo que realmente necesitamos”.
Bifo incide, en Después del futuro, en cómo los
totalitarismos, fascistas y comunistas, usaron la utopía como parte
esencial de sus doctrinas. Y cómo generaron violencia y destrucción en
la búsqueda de un futuro ideal. También, cómo no, analiza la utopía
mediática, la proximidad entre las tecnologías de la comunicación
moderna y los movimientos futuristas, hasta la llamada ‘última utopía’,
la cíbercultural.
“Paul Valéry ya pronosticó que un día los ciudadanos del mundo
podrían recibir información directamente en sus habitaciones, al igual
que el agua podía salir ya del grifo”, cuenta Berardi en este libro.
Hoy, aquel sueño de Valéry ha alcanzado su máxima expresión. Pero la
avalancha mediática es solo una causa de nuestro aturdimiento:
“La
alienación no surge de la relación comunicativa, sino de una relación
productiva basada en la hiperexplotación, el empobrecimiento psíquico,
el aislamiento. Las tecnologías digitales son solo el soporte perfecto
de esa alienación”.
La contradicción informativa, como en cualquier proceso productivo de nuestro tiempo, está latente: “El gran problema de los medios de comunicación es que no necesitamos información. Tenemos demasiada.
El exceso de información produce un efecto de ignorancia
extraordinaria, y un efecto de desatención, de sufrimiento cognitivo. El
principal problema de la comunicación en los tiempos venideros será el
silencio. Un silencio que haga posible volver a sentir de nuevo el
cuerpo del otro”.
Y llegamos por fin, en palabras de Bifo, a la cuestión más difícil.
Ante el triunfo del individualismo, frente a la destrucción de la
construcción colectiva de un futuro común, ¿cómo podemos reaccionar?
“La
precarización ha destruido las posibilidades de solidaridad, de
comunidad, de relación afectiva, política o incluso territorial. Por eso
se nos hace tan cuesta arriba reconstruir un frente político del
trabajo frente a la ofensiva neoliberal. Creo que el punto desde el cual
volver a arrancar es el sufrimiento psíquico. Allí donde se halla el
peligro, allí hay que buscar la salvación.
Y el peligro está en la
soledad del trabajador precario. Desde el sufrimiento de la soledad arranca el proceso de recomposición política del trabajo.
Probablemente tengamos una respuesta cuando la catástrofe contemporánea
haya producido sus efectos en la vida cotidiana. Mientras tanto,
deberíamos tratar de constituir núcleos comunitarios, existenciales o
psicoterapéuticos que permitan a la vida precaria reconocer su
subjetividad”. (Entrevista con Franco Berardi, Bifo. Público, 08/04/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario