22/6/15

¿Por qué se soborna? Para aumentar los beneficios. Si se puede sacar petróleo un 10% más barato pagando un millón a los funcionarios corruptos... se disparan los beneficios de la petrolera

"(...)¿Por qué la globalización ha pasado a vivirse desde la euforia al escepticismo?

Creo que, en parte, la razón está en que la globalización se promocionó, vendió demasiado. Obviamente hay gente que se ha beneficiado y se sigue beneficiando. Esa gente trató de convencer al resto de que todo el mundo saldría beneficiado. 

No sé si creían realmente lo que decían. Si lo creían era porque no lo habían pensado con detenimiento. Esa gente beneficiada con el proceso de globalización se emocionó tanto con el tema que hablaba como si hubiese llegado la panacea que iba a solucionar los problemas de la humanidad.

Y no va por ahí.

No. Cuando se vio que había gente a la que la globalización perjudicaba mucho se produjo un vacío entre lo que se prometía y la realidad. También es cierto que ese vacío se ha producido porque la globalización no se ha gestionado adecuadamente. Ha tenido que afrontar más problemas de los que realmente hubiesen sido necesarios.

¿Por qué?

Porque las grandes potencias han utilizado su poder político y económico para configurar la globalización de forma que ellas ganen y los países pobres salgan más empobrecidos.

¿Se descubre ahora la limitación del fundamentalismo del mercado?

Es cierto que ese pensamiento se puede aplicar cada vez a menos gente pero, lamentablemente, siguen habiendo muchas personas que continúan siendo fundamentalistas del mercado. Por ejemplo, el presidente Bush habla de mercados libres pero obviamente sus políticas reales no reflejan ese libre mercado ya que ha multiplicado por dos los subsidios a los productos agrícolas y ha dado todo tipo de privilegios a las empresas. No estamos hablando en la práctica de un mercado libre pero él lo hace como si fuera un fundamentalista del libre mercado.  (...)

La globalización defiende la apertura de fronteras al comercio, la industria y las finanzas pero no a las personas. Estados Unidos crea el marco para el libre comercio con México pero construye un muro para impedir el paso de inmigrantes….

La cosa es mucho peor de lo que usted plantea.

Parece difícil.

Ya. El llamado tratado NAFTA no es un acuerdo siquiera en bienes y servicios. Si fuera un acuerdo de libre comercio tres páginas hubiesen bastado para plasmarlo. Pero estamos hablando de miles de páginas. Fue un acuerdo concebido para que México abriese sus mercados pero no para que Estados Unidos, a la recíproca, hiciese lo mismo. México obtiene nuestro capital pero nosotros no aceptamos su mano de obra. 

Hay grandes asimetrías en el acuerdo y por eso no ha logrado cumplir las expectativas que se crearon al firmarlo. La gente pensó que se reducirían las diferencias socioeconómicas entre Estados Unidos y México y los datos demuestran que en los diez primeros años de la aplicación del tratado las diferencias entre ambos países han aumentado.

¿Leyó El jardinero fiel, la novela de Le Carré sobre el poder de la industria farmacéutica?

Vi la película.

¿Y…?

Es evidente que las empresas farmacéuticas quieren utilizar la globalización y la Organización Mundial de Comercio -OMC- en su propio beneficio, restringiendo el acceso a medicamentos genéricos.

¿Lo consiguen?

En gran medida sí. En 1994 se firmó un acuerdo en la OMC que incluía una serie de elementos de flexibilidad y eso venía a significar que los países en vías de desarrollo podían emitir licencias obligatorias para poder fabricar sus propios genéricos. 

A mi me parece claro que las empresas farmacéuticas firmaron ese acuerdo porque pensaban que a los países pobres les iba a resultar muy difícil fabricar sus propios genéricos. Fue un cálculo acertado que sólo les ha fallado en Brasil, con capacidad para tener su propia industria de fármacos genéricos.   (...)

Usted reivindica la urgente necesidad de democratizar la globalización. ¿Cómo?

Una de las razones por las que he escrito este libro es por creer que la única razón por la que los políticos se decidirán a hacer algo en ese sentido será cuando los ciudadanos empiecen a preocuparse por estas cuestiones, ya que la globalización afecta a todos los habitantes del planeta, en todos los países, aunque a menudo la gente no es consciente de ello. 

Piensa que son temas menores que están fuera de su alcance, no comprende que la globalización puede tomar otra forma. Si la opinión pública se sensibiliza sobre el tema de la pobreza en los países en vías de desarrollo, en la carga que para esos países representa la deuda externa, en el derecho que tienen esos países a conseguir fármacos baratos que palien sus enfermedades, los políticos de países desarrollados se sensibilizarán porque serán conscientes de que los votos irán a los partidos que apoyen las reformas. Algo de eso está pasando ya en el Reino Unido.

Si fuese presidente de un país subdesarrollado ¿pagaría la deuda externa?

Depende de la fuente de la deuda. Si el préstamo se lo hubiesen concedido a mi antecesor, un dictador corrupto, no pagaría la deuda. Diría: “El problema es del prestamista. Tendría que haberse dado cuenta de que la persona a la que le daba dinero no era idónea para recibirlo”. 

Si la organización que ha dado el dinero ha asesorado al político honesto que lo recibe sobre como invertirlo y el resultado de las inversiones es un fracaso resulta difícil decidir sobre quién recae la responsabilidad.

 Uno de los problemas de la deuda externa es que los funcionarios que dan los préstamos son ajenos a los países que los reciben y no se responsabilizan de cómo se gestionan los créditos. La falta de responsabilidad hace que tampoco tengan ningún incentivo para controlar que se hace con el préstamo.

¿Qué solución propone?

Que se vaya a una reforma del sistema de préstamos en el sentido de decir “si hay dificultades para pagar la deuda, examinemos de donde viene el problema”. Eso significaría que las entidades crediticias estarían menos dispuestas a dar dinero a líderes corruptos y controlarían mejor la gestión del dinero. La síntesis de ambas cosas debilitaría a los corruptos, potenciaría la democracia y se gestionarían mejor los préstamos.

Cuenta usted lo que le impresionó en un viaje por un país del Este ver morir por falta de oxigeno a la hija de un amigo. Los funcionarios del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial ¿tienen sensibilidad ante el hambre y el dolor de la gente sometida a rígidos programas económicos a cambio de préstamos que se transforman en la deuda externa que les impide mejorar sus niveles de vida?

¿Sensibilidad? (larga meditación mesándose la barba) No la suficiente. Mire: cuando alguien tira bombas desde diez mil metros de altura lo hace a través de un ordenador. No ve a la gente que sufre el bombardeo. El que lanza las bombas está totalmente desconectado del horror y del dolor que sus bombas provocan. 

Es como si jugara a marcianitos. En gran medida y muy a menudo los economistas ven a la gente a través de las estadísticas: “Esto es lo que va a pasar con la tasa de desempleo, esto pasará con la inflación…” No piensan en la gente que al aplicarse una serie de medidas se quedará sin trabajo, ni en lo que le pasará a sus familias, ni en lo que ocurrirá con escuelas o hospitales si se toman medidas drásticas para reducir el déficit presupuestario. 

Todo se reduce a cifras macroeconómicas. No se introducen valoraciones sobre el costo humano. Ese es el motivo por el cual, en ocasiones, las decisiones adoptadas por los economistas de las organizaciones internacionales son como son.

No ven morir a la chica…

Exactamente. No se valoran las consecuencias que tienen en el tejido social la aplicación de recetas económicas.

Y al fondo, la corrupción.

Todo sobornado tiene un sobornador. El sobornado quizás sea ciudadano de un país en vías de desarrollo pero el sobornador trabaja, muy a menudo, en una corporación multinacional que tiene mucho dinero y cuando se tiene mucho dinero es fácil sobornar al que tiene muy poco.

¿Por qué se soborna?

Para aumentar los beneficios. Si puede sacar petróleo un diez por ciento más barato pagando un millón de dólares a los funcionarios corruptos de un gobierno aumentarán los beneficios de mi empresa. Es importante explicar que hay muchas empresas que no piensan de ese modo, que quieren actuar de forma correcta, sin sobornar, con transparencia. 

Lamentablemente han de competir con las empresas que sobornan y en el choque de las dos culturas empresariales las honestas salen perjudicadas. Por eso es necesaria una legislación que dificulte el soborno y la corrupción. Se llegó a un acuerdo a nivel internacional para levantar las cuentas bancarias secretas que facilitan la corrupción pero en agosto del 2002 la administración Bush vetó ese acuerdo.

¿Cuando descubrió usted que hay una frontera entre la estadística y la vida?

Siempre la he tenido muy presente pero a lo largo de los años ese dilema fronterizo lo he vivido de forma más personal. El viajar mucho por los países en vías de desarrollo me ha permitido comprender de primera mano que tener fármacos genéricos no es para ellos un litigio de patentes sino cuestión de vida o muerte. Viajas por esos países y el dolor, la angustia, la desesperanza la ves reflejada en rostros con nombres y apellidos. Y eso te marca. (...)"                               

 (ENTREVISTA A Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía , La Lamentable, 29/05/2015)

No hay comentarios: