23/6/15

General Monzón Altolaguirre: "La transición fue diseñada por la CIA y el BND alemán"

"(...) Pero hasta el momento presente no se había contado -que sepamos- con el testimonio directo de quienes, desde un puesto en la intendencia de aquella operación, escribían el guión para los personajes de guiñol que aparecían ante la luz pública como protagonistas en el escenario de aquellos acontecimientos.

Ahora, desaparecido Adolfo Suárez y abdicado el Borbón, el enlace entre los Servicios Secretos Españoles, la CIA estadounidense y el BND alemán, un general del Ejército español, se ha decidido a hacer públicos los entresijos de la trastienda de la Transición. 

Se trata del militar Manuel Fernández-Monzón Altolaguirre, adscrito a los mandos del Servicio de Inteligencia del Ejército español, que en un libro de reciente edición, titulado "El sueño de la transición. Los militares y los servicios de inteligencia que la hicieron posible", describe interesantes pormenores de aquella fraudulenta operación política.

El autor del libro, Fernández-Monzón Altolaguirre, es un general del Ejército cuyo perfil biográfico corresponde al arquetipo de las últimas generaciones de los militares de la dictadura, que no llegaron a participar en la Guerra Civil. Proveniente de una familia de militares que participaron en el golpe contra la República en 1936, Fernández-Monzón Altolaguirre ingresó en la Academia General Militar en el año 1950. 

De acuerdo con los datos que proporciona en su libro, a partir de entonces su carrera militar estuvo estrechamente vinculada a los Servicios de Inteligencia del Ejército español. (...)

"Para entender la realidad de Suárez y de la Transición - escribe en su libro el general- hay que entender primero la preTransición. Y la película de la Transición, el rey y su presidente de gobierno, Adolfo Suárez, fueron los magníficos actores protagonistas, pero no fueron en absoluto ni autores del guión, ni los productores, ni los directores…".

"El guión se produjo, se diseñó, se elaboró y se concretó hasta el más mínimo detalle a partir del 27 de febrero de 1971, cuando visitó España el general Vernon Walters como embajador volante del presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon.

"Walters fue a ver a Franco y en esa entrevista, según él mismo relataría, le dijo que Nixon tenía mucho interés en saber qué opinaba Franco sobre el Mediterráneo. Franco se sonrió y le contestó: "Su presidente lo que quiere saber es qué va a pasar aquí después de que yo me muera".

El general Vernon Walters le contestó:

- Sí, todo está atado y bien atado, según usted, pero nosotros no queremos que eso sea así porque el rey no podría reinar en un país con el régimen actual sin reformar".

"A partir de ese momento, Franco encargó al general Walters para que estableciera contacto, primero, con el general Díez Alegría, jefe del alto Estado Mayor, y a continuación con el almirante Carrero Blanco...".

"Y fue un grupo de militares, encuadrados en el Servicio Central de la Presidencia del Gobierno (SECED, el servicio secreto, para entendernos), los que diseñaron, elaboraron y concretaron, con la ayuda de la Secretaría de Estado norteamericana, de la CIA y del BND alemán, las siete operaciones en que consistió la pretransición, y que fueron el guión que luego se seguiría".

"El Ejército y el núcleo del régimen franquista, no sólo no constituyó un muro, sino que fue el origen de ese impulso al que llamamos pre transición".

"Cuando se habla de que Adolfo Suárez resistió el chantaje de la dictadura y el cerco de los generales, tal expresión puede ser válida si se refiere a los tenientes generales, que eran los oficiales que hicieron la guerra con Franco, pero esos no tenían nada que ver con nosotros". (...)

Según el general Monzón Altolaguirre, Felipe González era muy consciente de que Carrero Blanco había jugado un papel decisivo para que Willy Brandt aceptara al PSOE del interior como partido oficial en la Internacional Socialista, y no al PSOE histórico que encabezaba Llopis en el exterior. (...)

El contacto de Carrero con Gustav Heinemann, [ministro alemán], se debía a que ambos habían sido ministros de la presidencial al mismo tiempo, y como los alemanes son todos nacionalistas - dígase lo que se quiera, los democristianos, y los socialdemócratas son alemanes por encima de todo - cuando Carrero le insinuó que había que favorecer a los de dentro, los del sector renovado en el caso del PSOE, Heinemann se lo comento a Willy Brandt. A mí esto me lo dijo el propio Carrero. Y Felipe González estaba al cabo de la calle, no sé si porque a él se lo diría Willy Brandt...".

El general Monzón Altolaguirre agrega cómo a la vuelta del Congreso de Suresnes, a Felipe González lo detienen en Sevilla, pero:

"... el jefe superior de policía recibió la orden tajante de la presidencia del Gobierno de ponerlo en libertad inmediatamente. El jefe de policía sevillano, que estaba encantado de haber detenido al secretario general del PSOE clandestino, asombrado, lo tuvo que poner en libertad sin entender bien lo que estaba pasando. Aunque ya hacía un año que Carrero había muerto, González pudo viajar a Suresnes porque, a la ida, nadie le pidió al pasaporte, que tenía requisado, y a la vuelta sólo fue retenido unas horas".              (Manuel Medina , Canarias Semanal , en Rebelión, 07/04/2015)

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