"En el discurso oficial reproducido en los mayores medios de información
del mundo occidental, democracia es aquel sistema político en el que es
la ciudadanía la que, a través del sistema representativo, escoge a sus
gobernantes para que, en su nombre, gobiernen el país, aplicando las
medidas que la población desee.
Ahora bien, lo que está ocurriendo en
gran parte de los países de este mismo mundo occidental es que la
distancia entre lo que la mayoría de la población desea y lo que el
gobierno lleva a cabo es cada vez mayor. (...)
Veamos primero qué es lo que los
gobernados desean. Según las recientes encuestas del New York Times y de
la cadena de televisión CBS, publicadas recientemente por tal rotativo
(“Inequality Troubles Americans Across Party Lines”) hace dos semanas,
la población en EEUU cree, por amplia mayoría (que va del 66% al 85% de
la ciudadanía), que
1) en EEUU las desigualdades de rentas y de riqueza
son excesivas;
2) el sistema económico vigente es injusto;
3) el
gobierno debería reducir tales desigualdades;
4) las grandes empresas
(large corporations) tienen excesiva influencia en las instituciones
políticas y representativas del país;
5) el gobierno debería gravar las
grandes fortunas mucho más de lo que lo hace;
6) el gobierno debería
proteger a los trabajadores mucho más de lo que lo hace, promoviendo sus
derechos laborales;
7) se debería establecer un salario y/o
compensaciones máximas a los ejecutivos de las grandes empresas, que
limiten las enormes desigualdades existentes entre las élites
gerenciales y directores, por un lado, y el resto de la fuerza laboral,
por el otro;
8) el gobierno debería regular el comercio, incluyendo el
internacional, que afecta negativamente el bienestar de los
trabajadores;
9) los tratados de libre comercio deberían dejar de
favorecer a las grandes empresas a costa de las medianas y pequeñas
empresas y de los consumidores; y
10) el Congreso y el gobierno federal
de EEUU deberían dejar de favorecer a los intereses de las grandes
corporaciones a costa de los intereses de la ciudadanía en general.
Hasta aquí lo que los gobernados desearían que los gobernantes hicieran.
Le podrá sorprender al lector que este sentir sea bastante generalizado
en un gran número de países democráticos, incluida España. La
diferencia es que en algunos países se le pregunta a la ciudadanía este
tipo de información, y en otros no.
En España, debido al enorme dominio
de los medios por parte de los conservadores y liberales, tales
preguntas raramente se hacen en las encuestas. Pero las pocas que
existen confirman que, en general, la opinión de la ciudadanía es muy
semejante a la que muestra la ciudadanía estadounidense al otro lado del
Atlántico.
Lo que los gobernantes hacen
Veamos ahora lo que los gobernantes han estado haciendo, y veremos que
las políticas públicas aprobadas y llevadas a cabo por el gobierno
federal y el Congreso de EEUU han sido una de las mayores causas del
crecimiento de las desigualdades en EEUU (lo mismo, por cierto, ocurre
en España).
La Agencia Tributaria de EEUU (IRS) acaba de publicar un
informe (citado en “Who Pays Taxes in the U.S.? Everyone but the
Super-Rich”, Truthout, 05.06.15) que muestra cómo los más ricos entre
los super-ricos, es decir, los más ricos entre el 1% más rico del país
(que ingresan 62 millones de dólares al año) pagan proporcionalmente
menos en impuestos (nominalmente el 20% de sus ingresos) que las
familias que reciben más dinero en la mitad inferior de la población
estadounidense (36.000 dólares), que pagan el 28%.
Esta desigualdad ha
alcanzado incluso mayores niveles durante la crisis actual, en la que el
1% de renta superior ha absorbido el 95% de todo el crecimiento de la
renta nacional (“Paul Street: Privilege-Serving Story Placement”, ZNet
Articles, 07.06.15), un porcentaje sin precedentes en EEUU desde
principios del siglo XX, cuando se inició la Gran Depresión.
Una
situación semejante ocurre con el salario mínimo. El gobierno federal no
ha tomado medidas encaminadas a incrementar el salario mínimo para
recuperar el nivel que ya tenía antes de la crisis (en realidad, el
salario mínimo ha permanecido muy por debajo de lo que existía en los
años setenta del siglo pasado).
En España los gobiernos presididos por
el Sr. Zapatero, antes y por el Sr. Rajoy ahora, han estado aplicando
políticas públicas, sumamente impopulares, que no tenían ningún mandato
popular, puesto que no estaban en las ofertas electorales de los
partidos gobernantes.
Estas políticas, tanto en la reforma laboral que
tenía como objetivo la bajada de salarios y el aumento de la
precariedad, como los recortes de gasto público social que han
deteriorado los servicios públicos del Estado del Bienestar de una
manera muy marcada, han dañado la calidad de vida de las clases
populares enormemente. Y, repito, sin que tuvieran ningún mandato
popular. ¿Por qué?
La corrupción del poder político
La raíz de que esta gran distancia entre
gobernantes y gobernados exista es, como bien percibe la mayoría de la
población, el enorme poder que el mundo empresarial (lo que en EEUU se
llama la Corporate Class) ejerce sobre las instituciones políticas,
poder que se realiza, bien directamente, a través de las contribuciones
(legales e ilegales) que las grandes empresas realizan a partidos e
instituciones políticas (hecho facilitado por el proceso electoral
estadounidense, que es financiado predominantemente con fondos
privados), bien indirectamente, a través del control de los medios de
información y persuasión del país.
Es imposible, en el llamado sistema
democrático estadounidense, poder presentarse a unas elecciones (sean
del nivel que sean, locales, estatales o federales) sin tener muchísimo
dinero para poder tener acceso a la televisión (que está desregulada y
vende tanto espacio televisivo como el candidato pueda comprar). Y a eso
lo llaman democracia. (...)
La situación en España
Ni que decir tiene que España y EEUU son
países muy diferentes y, sin embargo, tienen características muy
comunes. Entre ellas está la enorme distancia entre lo que los
gobernados desean y lo que los gobernantes hacen. EEUU y España están
entre los países donde esta distancia es mayor. Y la lista de temas en
que tal gran distancia toma lugar es muy semejante en ambos países. Y la
respuesta de los gobernantes es también similar.
Y las causas son
parecidas: la enorme influencia de los poderes económicos y financieros y
de las clases pudientes sobre las instituciones representativas. La
respuesta a este fenómeno, sin embargo, ha sido distinta. En España el
movimiento masivo de protesta 15-M, que surgió en rebelión a esta
captación de la democracia representativa por grupos económicos y/o
financieros y por las clases dominantes (que son más que el famoso 1%),
fue seguido por el establecimiento de movimientos y partidos políticos
tales como Podemos, Las Mareas, y otros, que pasaron de las protestas a
la realización de propuestas, hecho, este último, que no ha ocurrido en
EEUU.
En aquel país apareció el Occupy Wall Street –OWSM- (en cierta
manera inspirado por el movimiento 15-M), pero tales instrumentos y
movimientos de propuestas no han surgido en EEUU, y esto se debe, en
gran parte, a la falta de la articulación del OWSM con el Estado,
constituyéndose en un movimiento de protesta que nunca tuvo vocación de
gobierno.
Una de las causas de que ello no haya ocurrido es el sistema
electoral, que al no ser proporcional en EEUU dificulta enormemente la
aparición de nuevos partidos, lo cual no ocurre en España en las
elecciones municipales y explica la diversidad de partidos que han
surgido en las últimas elecciones municipales, sistema proporcional muy
limitado, en cambio, en las legislativas en España, que favorece, como
en EEUU, el sistema bipartidista.
Hoy el sistema llamado democrático
está experimentando una enorme crisis, siendo EEUU y España dos de los
países donde las instituciones representativas están más desacreditadas,
precisamente debido a la enorme distancia entre los gobernantes y los
gobernados. (...)"
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 17 de junio de 2015, en www.vnavarro.org, 17/06/2015)
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