23/11/15

Tariq Ali: "Ya nadie se toma en serio a las democracias occidentales"

"(...) alerta del peligro en el que se encuentra la democracia por el auge de lo que ha denominado "extremo centro" una síntesis en forma de partidos políticos que es fruto del suicidio o el derrumbe de la socialdemocracia europea. Entre lo que plantea Ali, destacamos este párrafo:

"Las élites dirigentes de Estados Unidos y Europa, que tan enérgica y desvergonzadamente publicitaron su sistema político para ganarse el apoyo de los pueblos de Europa oriental, ahora están desembarazándose sigilosamente de ese mismo sistema. 
El capitalismo contemporáneo requiere un andamiaje jurídico adecuado, tanto nacional como internacional, y árbitros que se pronuncien sobre las disputas entre las empresas y sobre los derechos de la propiedad, pero en realidad no necesita una estructura democrática, salvo como escaparate. 
Durante cuánto tiempo nuestros gobernantes se tomarán la molestia de preservar las formas de la democracia, al tiempo que la vacían de cualquier contenido real es el argumento de un serio debate."

¿Cuándo se produce el momento de auge de lo que llamas extremo-centro?

Creo que el extremo centro llegó a su auge justo antes del crash de 2008, porque se sentía muy confiado, pensaba que nada le afectaba, el capitalismo era un sistema muy exitoso, no había alternativa, no se enfrentaba a desafíos reales. Y se comportó de esa manera prepotente y altiva. No solo en España, donde está muy claro: PP y PSOE tuvieron su propio mecanismo clientelar para pagar, sobornar... se enriquecieron, eran corruptos, estaban muy vinculados al sector de la construcción.

Pero pasaba lo mismo en otras partes de Europa: en Francia se juzgó a varios políticos socialistas por corrupción, por sus negocios con oligarcas; en Reino Unido ahora sabemos, porque se ha hecho público, que Tony Blair se hizo multimillonario usando su puesto de Primer Ministro y que muchos integrantes del partido laborista británico propiciaron la privatización de empresas en las que luego acabaron trabajando; y en Italia... qué vamos a decir: es un culebrón de corrupción.

Alemania, de hecho, posee el extremo centro con más tradición en la historia europea por sus orígenes: los gobiernos de coalición SPD/ CDU empezaron poco después de la Segunda Guerra Mundial; pero era algo excepcional, y ese modelo ya no es excepcional.

Y el factor adicional que hay que tener en cuenta es que este nuevo extremo centro se desarrolla durante un periodo de hegemonía estadounidense: hegemonía militar, ideológica, política... entonces, la política se "estadounidiza". Así se vio a Veltroni, uno de los líderes del Partido Demócrata, gritando en una calle de Roma "Yes we can! Yes we can!" como Obama.

¿Qué significa eso para el electorado italiano? Es la política dominada por spin doctors, intervenciones mediáticas, etc. Eso empieza a llegar a su fin con la crisis de 2008, surgen nuevos retos –algunos fuertes otros débiles–, pero ha perdido su auge, y ahora está en crisis. Lo vemos en España, en Gran Bretaña... en Francia de la extrema derecha está alcanzando unas cifras elevadas en intención de voto... no es que sea la izquierda la única al acoso, pero el extremo centro está sitiado. (...)

¿En qué se diferencia de los partidos tradicionales?

Son partidos sin democracia interna... los partidos básicamente son grandes aparatos burocráticos con escaso contacto cotidiano con las personas que les han votado, sin mecanismos de representación del electorado dentro del partido porque los partidos han pasado a estar muy aislados de las personas. Esto explica la rebelión entre los votantes que, o no votan, o votan por algo distinto; la mayoría, todavía no, pero sí una minoría considerable. Eso es lo que sucede en la política europea. 

Esa rebelión anticipa la gran batalla entre la democracia real y los partidos del extremo centro?

Ahora vemos grandes enfrentamientos políticos entre movimientos populares (de derechas e izquierdas) contra el extremo centro. El problema de la izquierda es que no puede actuar como la derecha populista, primero por su política y, segundo, porque no deberíamos comportarnos como ellos en nada, necesitamos un programa político bien definido. Pero la izquierda ha sufrido una gran derrota en Grecia. (...)

¿Qué tipo de organización política se debe construir para el siglo XXI?

Creo que la única manera de que las organizaciones políticas del siglo XXI tengan éxito es que mantengan contacto habitual con sus bases, no digo todos los días, pero sí una asamblea al mes, por ejemplo, en Madrid, por barrios... como sea; en algunos momentos, deben realizar una asamblea conjunta.

Y que se comente: "no estamos contentos; o sí lo estamos, pero necesitamos que se haga esto o lo otro; o estamos enfadados y te votamos para que retiraras la medida tal o cual". No hay razón para no hacerlo, es posible. 
En Podemos, los círculos tuvieron un gran protagonismo en todo esto, pero el líder optó por una estructura que dicen es democrática, pero no es democrática salvo que una organización política dé espacio habitual a sus militantes, a sus activistas, para que participen. (...)

¿El auge de estos partidos de ha extendido desde las democracias occidentales?

Si hablamos con alguien que apoye a Erdogan, y le decimos: "estáis acabando con la democracia, estáis haciendo las cosas muy mal, la policía espía a la gente", nos dirá: 
"¿Dónde hemos aprendido eso? Mira las elecciones en Europa: dos partidos que piensan lo mismo se presentan a unas elecciones, es como una pelea de gallos, y luego uno gana y se hace rico. ¿Eso es correcto?" Y no, no lo es. De todas maneras, ¿por qué debería ser el modelo? Pero lo es.

Porque en los medios de todo el mundo se dice que Europa y y EE.UU. son la tierra de la civilización y de la democracia, y eso tiene un efecto en las personas. El espionaje de la NSA que expuso [Edward] Snowden, se mantiene, no para. Así que puedes exponer algo así y que la gente diga: "bueno, qué se puede hacer, es terrorismo, necesitan esa información...". 
Por eso, personas como Putin, que lleva un régimen autoritario con rostro democrático, dice: "No necesitamos vuestras lecciones, muchas gracias, pero no, lo vamos a hacer a nuestra manera". Ya nadie se toma en serio a las democracias occidentales. (...)" (Entrevista a Tariq alí, Pablo Elorduy, Mariajo Castro , Diagonal, 17/11/15)

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