"Producto de la creciente desigualdad en los ingresos iniciada en la
década de 1970, en la actualidad se asiste a una “sociedad cuadrista”,
observa Gérard Duménil. Los cuadros –ubicados en la cima de la jerarquía
salarial– manejan el sistema: definen dinámicas económicas, pautas
culturales y normas sociales.
Para el economista francés, la fracción
más baja de los asalariados vive un fuerte estancamiento de su capacidad
de consumo, mientras que los cuadros concentran una cuota enorme de los
ingresos totales. (...)
-¿Qué tipo de alianzas de clase observa que se han establecido en
esta etapa neoliberal, poniendo el foco en la etapa que se inicia con la
última crisis económica mundial?
–Estamos
en un capitalismo gerencial. Quienes llevan a cabo el trabajo de una
organización, quienes manejan las empresas e, incluso, quienes crean e
implementan las políticas públicas, son lo que yo denomino “cuadros”. Es
decir que no es la clase capitalista la que maneja el sistema sino los
cuadros.
-¿Quiénes son esos cuadros?
–Es
la fracción superior de los trabajadores asalariados, tanto del sector
privado como del sector público, gerencian las empresas y también
organizan la Administración. Es tan alta su posición en la jerarquía
salarial que controlan a otros grupos de empleados, tienen una formación
superior y se reproducen como clase, procurando mantener esa posición
social, para ellos y para sus hijos. (...)
-¿Por qué es tan importante el rol que asumen los cuadros en la etapa actual?
–Se puede ver de forma muy clara en los datos de ingresos. Por ejemplo,
en Estados Unidos o en el Reino Unido, los cuadros han percibido un
aumento desmedido de sus ingresos. Los salarios de la cima de la
jerarquía –ubicados en el 5 ó 6 por ciento de los salarios más altos–
concentraron una cuota enorme de los ingresos totales y, además, tienen
una dinámica muy diferente de la que perciben los salarios del resto de
la población.
-¿Qué rasgos podría identificar de la
dinámica de los salarios de las jerarquías más altas en comparación con
el grueso de los asalariados?
–En las clases bajas se
observa un estancamiento absoluto del poder de compra, en Estados Unidos
sobre todo; en Francia un poco menos porque siguen luchando. Pero si en
Estados Unidos consideramos el 90 por ciento de los salarios
pertenecientes a la franja de los ingresos menos elevados, vemos que
hubo un estancamiento completo del poder de compra de estos grupos.
En
cambio, el poder de compra de los sueldos elevados, ubicados en la
franja que contiene al 10 o al 5 por ciento superior de los asalariados,
están aumentando con una velocidad enorme. También estos nuevos cuadros
desempeñan un papel central en la manera de vivir y en la cultura.
Ellos, más que las clases capitalistas, son los que definen los nuevos
modos de vivir. Estamos en una sociedad cuadrista, ya que ellos marcan
las nuevas normas culturales y sociales, son normas cuadristas.
-En esta nueva composición social, ¿a qué se refiere cuando afirma que asistimos a un proceso de hibridación?
–Encima de las jerarquías sociales tenemos a estos dos grupos en un
nuevo tipo de alianza, que se volvió tan estrecha que ha devenido una
suerte de hibridación. Los dueños de capitales van a las empresas y los
cuadros con salarios muy elevados luego compran títulos en la bolsa.
Asistimos a una conversión de cuadros en capitalistas y de capitalistas
en cuadros, a este tipo de hibridación me refiero. Esto es comparable al
Antiguo Régimen del siglo XVII y XVIII, donde se daba una situación
semejante: una nobilidad que tenía que entrar en el business para lograr
más dinero y, al mismo tiempo, las nuevas clases capitalistas querían
acercarse y parecerse a la nobilidad.
Eso también representó un tipo de
hibridación. Así, lentamente, los grupos antiguos fueron desapareciendo,
pero hasta la Primera Guerra Mundial desempeñaron un papel político muy
importante aunque después eso haya cambiado un poco. (...)
-¿Por qué ilustra la configuración del capital actual basándose en la forma de un nudo de corbata?
–El centro del sistema capitalista mundial es un nudo donde se alojan
las grandes empresas financieras que tienen las acciones de otras
empresas. Las clases ricas colocan su dinero en las grandes empresas
financieras para que les manejen su dinero. Significa comprar acciones
que van a subir y bajar y así, maximizarán sus rendimientos.
Se trata de
un nudo porque estas grandes empresas financieras, fundamentalmente de
Estados Unidos e Inglaterra pero también de otros países, tienen
acciones de otras empresas y se controlan mutuamente, nadie de fuera les
controla estas acciones. Pero además son propietarias del resto del
sistema, que es la economía no financiera, por cuanto manejan las
acciones de esas otras empresas.
Una empresa financiera encara a una
empresa transnacional que tiene un rendimiento de sus capitales de un 12
por ciento y le dice: “nosotros queremos un rendimiento del 15 por
ciento”. Y la trasnacional debe conformarse o le venden las acciones,
con lo que bajarán sus cotizaciones bursátiles y, por ende, los ingresos
de los cuadros que manejan las empresas no financieras disminuirán.
Es
decir que, lejos de lo que se afirma, no es el sector financiero el que
mantiene el sistema. Claro. Por ejemplo, en Estados Unidos u otros
países, si consideramos el total de la economía y sumamos las empresas
no financieras, observamos que no hay un flujo de capital que vaya de la
Bolsa hacia las empresas.
Este sistema ya no funciona de esta manera
porque, de hecho, no se emiten acciones nuevas sino que las empresas
recompran sus propias acciones. Una empresa que tiene dinero compra sus
propias acciones en la bolsa.
Eso muestra que el sistema de la bolsa no
sirve para colectar dinero que vaya a las empresas, por el contrario,
las empresas ganan plata y tiene beneficios que usan para comprar sus
propias acciones, esto lo hacen para lograr el alza de sus cotizaciones."
(Entrevista a Gérard Duménil, Natalia Aruguete, Página 12, en Jaque al neoliberalismo,02/12/15)
No hay comentarios:
Publicar un comentario