"Los detractores de la economía del bien común (EBC), sobre todo los
procedentes del campo del neoliberalismo, lo tienen ahora más difícil
desde que Jean Tirole, economista reconocido y Premio Nobel 2014, ha
publicado su libro titulado La economía del bien común.
Una de las principales críticas al modelo de la EBC es que ha sido
formulado por una persona, Christian Felber, que no es economista, y que
en su libro, Felber plantea un modelo económico sin ningún fundamento
procedente de la teoría económica.
Pues bien, con el planteamiento de
Tirole, esta crítica ya no se sostiene. El nuevo libro sobre la EBC del
economista francés es sin ninguna duda un tratado económico que da
respuesta a los grandes retos actuales de la economía basándose en los
principios y valores del modelo de la EBC formulado por Felber.
Describe
los problemas de la ecología, del empleo y el desempleo, del déficit y
la deuda pública, de la competitividad de las empresas, de la innovación
y de otros múltiples aspectos más, dando respuesta a todos ellos a
través de los criterios de la EBC. Supone, sin ninguna duda, una gran
aportación teórica desde el campo académico a este nuevo enfoque
económico y social y da sustento a la gran mayoría de los planteamientos
que Felber define en su libro de 2010.
La EBC es un modelo que
engloba las diferentes visiones críticas y alternativas que sobre la
economía ortodoxa, dominada por el neoliberalismo, han estado surgiendo
durante estos últimos años, sobre todo a raiz de la crisis financiera y
económica de 2008: la economía circular, la economía sostenible, la
economía azul, la economía ecológica, la economía participativa, la
Teoría del decrecimiento, la Teoría de los Stakeholders, la Ética en los
negocios, la Responsabilidad Social Empresaria, …
Además, incluye
también las visiones de los planteamos ya clásicos pero críticos con el
sistema capitalista como la economía social, el cooperativismo, el
tercer sector, la economía solidaria, … Como el propio Felber reconoce,
la EBC no inventa nada nuevo. Pero tiene el gran mérito de ser capaz de
integrar de manera holística (global e interconectada) todos estos
enfoques, haciendo una interesantísima aportación práctica.
El gran
mérito de Felber es que plantea instrumentos de medida concretos, de
fácil aplicación, y que a la vez crea una red de empresas y de personas
fuertemente comprometidas con el modelo. Esta es, desde mi punto de
vista, la gran aportación de Felber. El Balance del Bien Común y la
Matriz del Bien Común desde el punto de vista microeconómico, y el
Producto del Bien Común desde el punto de vista macroeconómico, son
instrumentos de una enorme aplicación práctica.
Aunque habrá que ir
afinando en su concreción y especificación según sectores, tipos de
empresas, nivel de la propiedad, etc., representan en estos momentos
herramientas al servicio de la economía de enorme utilidad.
De
hecho, la EBC se ha ido consolidando precisamente en torno a estas
herramientas y a partir de toda una amplia red de relaciones basada en
los denominados campos de energía (redes regionales y locales de la
EBC), Círculos de actores (redes de competencia), empresas y
organizaciones, municipios y regiones y Círculos de coordinación y
coordinados en torno a la Asociación Federal Española para el Fomento de
la Economía del Bien Común.
Queremos destacar el caso de las
empresas que están implantando ya el modelo de la EBC. Son ya cerca de
mil empresas en todo el mundo, desde que iniciaran el proceso las 100
empresas pioneras en el 2010, lo que nos da una idea de su grado de
aplicación.
Entre las empresas que lo están implantando, se incluyen
empresas privadas con ánimo de lucro (sociedades anónimas, sociedades
limitadas, cooperativas, ...), organizaciones sin ánimo de lucro
(asociaciones, fundaciones, ONG...) y administraciones públicas
(ayuntamientos).
Este aspecto es especialmente importante, pues
muchas de las alternativas e iniciativas económicas que ha ido
surgiendo, suelen centrarse en determinados tipos concretos de
organizaciones. La iniciativa de las BCorp, por ejemplo, solo es
aplicable a empresas privadas con ánimo de lucro, quedando fuera las
organizaciones no lucrativas y las empresa públicas.
La economía social
se ha centrado históricamente en determinadas formas jurídicas
(cooperativas, sociedades laborales y entidades no lucrativas),
descartando a las empresas públicas y a las empresas privadas
capitalistas. La EBC incluye a todas las formas jurídicas que pueden
tomar las organizaciones (públicas, privadas con ánimo de lucro y
privadas sin ánimo de lucro), lo que lo convierte en un modelo global e
integrado.
Cuando hablamos del modelo de la EBC estamos hablando
ya de un modelo con una implantación, que permite el contraste de las
hipótesis sobre las que se sustenta. Sin duda aún es necesario un gran
esfuerzo y una adaptación constante a las particularidades geográficas,
sectoriales y societarias, pero que ya tiene un cierto rodaje.
Podamos
afirmar, por tanto, sin dudas, que estamos ante un modelo de empresa
sostenible y socialmente responsable que puede contribuir con su
implantación a un cambio en profundidad del sistema económico y del
modelo productivo actuales. El esfuerzo merece la pena." (El Salmón Contracorriente, 16/05/17)
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