"La reciente apertura de una nueva tienda de Amazon en el sótano de su sede de Seattle ha ha vueto a abrir el debate sobre si la expansión de los robots y la IA acabarán con el empleo.
En
la tienda, que es claramente un almacén 'piloto', los clientes entran,
escanean sus teléfonos, escogen lo que quieren de los estantes y salen
de nuevo.
No hay cajas o cajeros. En su lugar, los clientes primero
descargan una aplicación en sus teléfonos inteligentes y las máquinas en
la tienda identifican al cliente y lo que coge de los estantes.
Un
minuto o dos después de salir de la tienda, los clientes reciben una
factura en sus teléfonos de los artículos que han comprado. Este
desarrollo del comercio minorista 'automático' refleja otras
automatizaciones: en las oficinas, los automóviles sin conductor, en la
asistencia social y en la toma de decisiones.
¿Significa esto que los seres humanos pronto serán totalmente reemplazados por máquinas inteligentes y algoritmos? En notas anteriores
he esbozado unas previsiones del número de empleos que se perderán como
consecuencia de los robots en la próxima década. Parece enorme: y no
sólo empleos manuales en las fábricas, sino también los llamados
trabajos de cuello blanco en el periodismo, la banca y hasta los
¡economistas!
Los tecno-futuristas piensan los robots pronto reemplazarán a los humanos. Pero creo que corren antes de poder andar. (...)
¿Pero qué hacer frente a la perdida de empleos por los robots?
Algunos economistas liberales hablan de un 'impuesto a los robots'. Pero
su efecto sería ralentizar la automatización, algo poco progresista a
la hora de reducir trabajo. La idea de la renta básica universal (RBU)
continúa ganando atracción entre los economistas, tanto de izquierda
como convencionales. He analizado los méritos y deméritos de la RBU antes. (1)
La RBU es defendida por muchos estrategas económicos neoliberales como
una forma de reemplazar el 'estado de bienestar' (sanidad gratuita,
educación y pensiones dignas) por un ingreso básico. Y hay quién la propone para mantener bajos los salarios de quienes trabajan.
Un
buen nivel de renta básica sería demasiado costoso para el capitalismo.
E incluso si la RBU fuese conquistada por los trabajadores mediante su
lucha, seguiría sin resolver la cuestión de quién posee los robots y los
medios de producción en general.
Una alternativa más interesante, en mi opinión, es la idea de los servicios básicos universales
es decir, lo que se llaman bienes y servicios públicos, gratuitos en el
punto de uso. Una sociedad súper abundante es, por definición, una
donde nuestras necesidades están cubiertas sin trabajo y sin explotación
es decir, una sociedad socialista.
Pero la transición a una sociedad de
este tipo puede comenzar dedicando trabajo socialmente necesario a la
producción de las necesidades sociales básicas como la educación, la
salud, la vivienda, el transporte y los alimentos básicos y equipo.
¿Por
qué utilizar recursos para dar a todos una renta básica para comprar
estas necesidades sociales; ¿por qué no hacer que sean de libre acceso
en el punto de uso? En lugar de separar a las personas que no trabajan
de aquellas que trabajan con subvenciones de ingresos, necesitamos
construir su unidad en el trabajo mediante la reducción de las horas de
trabajo y la ampliación (gratis en uso) de los bienes y servicios
públicos para todos.
Por supuesto, esto requiere que la mayoría
posea y controle los medios de producción y la planificación de la
aplicación de esos recursos a las necesidades sociales, no al beneficio
de unos pocos. Los robots y la IA se convertirían entonces en parte del
avance tecnológico que haría posible una sociedad súper abundante." (Michael Roberts , blog, Sin Permiso, 17/03/2018)
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