16/4/08

"esconder la técnica para no matar la ilusión"

“(René Lavand, Buenos Aires, 1928) El ilusionista argentino, referencia mundial de la cartomagia, presentó ayer en el Teatro Principal de Compostela, dentro de la II Semana Internacional do Ilusionismo, No se puede hacer más lento. Un espectáculo de lentidigitación, como él lo llama, en oposición a la rapidez de manos de la prestidigitación. Así crece la "ilusión de lo imposible". "Lo grande es llegar a las cosas simples... Pero para hacerlo hay que pasar por la respiración de las cosas grandes. Es como decir sí a lo simple, no a la simpleza".

En su caso también fue una forma de adaptar el juego a la circunstancia. "No hay un solo libro en el mundo que enseñe prestidigitación para una sola mano", ironiza Lavand, que perdió la derecha con nueve años. Desde entonces ha publicado las memorias de Bajando recuerdos, seis libros técnicos "y uno anecdótico". "Mi especialidad es el ilusionismo, el único arte que esconde la técnica para no matar la ilusión", resume. "No soy mago".

Lavand no dice el truco, como los cerrajeros, pero la síntesis de cinco décadas de espectáculo es artística. Importa que parezca verdad, y la alegría se basa en que la mentira es pública: "Todo es técnica y una gran filosofía al respecto. Engañamos sin engañar, y teniendo en cuenta que todo arte es mentira... La única misión del artista, ya dijo Picasso, es convencer al mundo de la verdad de sus mentiras".

Para "cambiar las emociones, el fin de todo esto", dice Lavand, a la prestidigitación se le añade expresión física. "Facial y corporal, con pausas que en conjunto deben terminar logrando el ritmo armónico necesario para que un juego se convierta en una composición". No se puede hacer más lento es también un espectáculo "romántico-dramático" por la vía del texto, que incluye cuentos, poesía y música. "Gente que escribe muy bien sólo para mí, como Rolando Chirico o Ricardo Martín", cuenta, "permiten añadirle belleza al asombro". ("Todo arte es mentira". El ilusionista argentino René Lavand. El País, ed. Galicia, Galicia, 15/04/2008, p. 7)

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