"Cuando Antonio Muñoz Molina encuentra la primera frase, esa inspiración casual en apariencia, surgida sin esfuerzo, sabe que de ella se desprende todo lo demás. "Surge como venida de ninguna parte, y sin embargo ha requerido toda la experiencia de la vida, todo lo que se recuerda y todo lo olvidado". Así prenden sus novelas, así inicia el autor andaluz sus viajes literarios, sobre los que disertó ayer en la última jornada de Lecciones y maestros, en Santillana del Mar. (...)
Tras las primeras frases llegan los desvelos. "Trabajar día tras día es necesario, pero a veces el empeño en el trabajo no lleva a ninguna parte, y sin embargo, aparece algo venido de no se sabe dónde que tiene todos los síntomas de una iluminación casual y gratuita". ¿Musas? "Si la disciplina importa tanto, ¿por qué algunas de las mejores ocurrencias vienen de improviso, no cuando estamos amarrados al escritorio, sino en un momento de abandono en el que nos hemos apartado de él?".Inspiración, dice Muñoz Molina.
Una palabra que defendió a capa y espada: "Lo siento, pero no encuentro otra más adecuada y no tengo ganas de buscar eufemismos más honorables". Sin embargo, a veces no llega: "Cuando no sale nada conviene irse a dar un paseo. No se trata tanto de buscar como de esperar". (El País, ed. Galicia, Cultura, 25/06/2009, p. 46)
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