"El mundo ha girado a la velocidad de vértigo desde que Segarra empezó a ensayar como publicitario en la imprenta de sus padres, que hacía las veces de agencia publicitaria al diseñar catálogos o anuncios gráficos. Estudió Filología Española porque pensó que sería la mejor manera de convertirse en escritor, pero el juego de la publicidad le fue envenenando.
Hoy, todo va más allá de aquellos catálogos. Para Segarra, la fragmentación es el gran qué de este siglo. "Pero no sólo en publicidad, también en periodismo, en arte... Cada vez habrá menos fenómenos únicos como Michael Jackson o Madonna y más multiplicidad de buenos grupos o artistas distintos", dice. "Echa un vistazo a Myspace, por ahí se mueven muchos grupos con talento, aunque muy fragmentados". "Es que ahora es todo mucho más complejo, múltiple. En realidad, porque la vida es así. Internet sólo ha hecho transparente la realidad, que es cambiante. Da la sensación de que todo se viene abajo, ¿verdad? Da un poco de miedo".
Lo que la publicidad, la comunicación en general, ha intentado hacer hasta ahora ha sido simplificar la vida, en un eslogan, en un titular: "Y eso es duro, es primitivo, porque la vida no es simple. Por eso yo creo que hay pocas mujeres creativas, porque ellas detectan demasiado bien la complejidad y simplifican menos, y por eso también creo que en esta nueva época en que hay que lidiar con lo complejo ellas tienen una buena oportunidad".
La publicidad es receptora de una carga contra el sistema, de una imagen de infantería del capitalismo, que Toni no acaba de entender, pese a que reconoce conservar dentro de sí un cierto sentimiento de culpa por dedicarse a su oficio y no a escribir. La cuestión es si persuasión equivale a manipulación. "Hay una manipulación que es innata en el ser humano, como la de llevar tacones y vestir americana para una reunión, causar una imagen", defiende el creativo." (El País, ed. Galicia, Última, 30/09/2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario