18/9/13

Hoja de ruta urgente para una salida de la crisis, construyendo un bloque con actores sociales diversos

"1.  La materia prima para la construcción de un bloque antineoliberal está compuesta por  número importante de actores diversos.   

Están repartidos de forma desigual por la geografía, las clases y los estratos sociales (juventud etc.), tienen formas distintas de interpretar o de priorizar los problemas y las salidas, utilizan lenguajes que no son los mismos e incluso tienen posiciones encontradas en algunos temas importantes. 

Pero tienen funcionalidades complementarias de forma que son insustituibles para la conformación de dicho bloque y ninguno de ellos es intercambiable por los demás. Forman un mosaico más que una jerarquía de actores. Son los siguientes:  
 
a.) las organizaciones políticas con vocación antineoliberal. Se dividen en:
a-1: organizaciones antineoliberales de “ámbito estatal” 
a-2: organizaciones antineoliberales de “ámbito territorial”
b.) la ciudadanía activa fuera de las organizaciones políticas. Se dividen en:
b-1: los miembros pasivos de las ONGs a los que se suman sus miembros más activos y constantes 
b-2: los ciudadanos que se han incorporado en los últimos años a nuevas formas de participación directa    
c.) el trabajo organizado. Se divide en:
c-1: los sindicatos de “proyección estatal”
c-2: los sindicatos de “proyección territorial”
2.  El objetivo es hacer converger a todos estos actores convirtiéndolos en un sujeto múltiple. Sólo un esfuerzo constante de coordinación y una cultura asentada del acuerdo puede transformar este mosaico en un poder lo suficientemente importante y operativos.(...)

 El procedimiento a seguir no es tanto “vender” el punto de vista propio con el fin de situarse lo más arriba posible en una jerarquía de actores antineoliberales. Se trata, por el contrario, de que varios actores abran de forma conjunta nuevos espacios políticos y sociales, amplíen el radio de acción del mosaico y mantengan los espacios ya conquistados.

 Para poder impulsar este proceso es imprescindible que un actor particularmente influyente y con presencia en los tres espacios tome la iniciativa. Izquierda Unida reúne estas características, aunque sería altamente recomendable que lance la iniciativa de forma conjunta con otros actores.  
 
La convergencia puede darse de dos formas
a.) o bien de forma superficial o impuesta por la agudización de la crisis, las escaramuzas tácticas o las leyes y dinámicas aritmético-electorales;
b.) o bien de forma discutida y “estratégica” con capacidad de perdurar, como mínimo, a medio plazo.
Sólo el escenario “b.” da garantías para la conformación de un bloque social lo suficientemente sólido y perdurable para forzar una salida neoliberal a la crisis. (...)

Para poner en marcha una convergencia de tipo “b.)” hay que impulsar ciclos de discusión estratégica entre todos los actores. Estos ciclos se pueden organizar, o bien entre actores específicos (por ejemplo entre las organizaciones políticas antineoliberales) o también entre varios de ellos (por ejemplo entre movimientos sociales y organizaciones políticas, entre sindicatos y organizaciones políticas etc.). 

El siguiente paso es la puesta en práctica  lo acordado (acciones conjuntas, creación de nuestos espacios, programas electorales etc.). 

 3.  Las organizaciones políticas ejercen una influencia decisiva en la acción del resto de los actores, aunque muchas veces sólo de forma indirecta y diluida (por ejemplo activistas de b-1 y b-2 que militan o son simpatizantes de  partidos o que son delegados sindicales).  (...)

 Una aproximación programática entre organizaciones políticas facilitaría nuevas dinámicas convergentes entre otros espacios, algunos de ellos aún enfrentados entre sí (por ejemplo acercamiento entre movimientos sociales y organizaciones políticas, entre sindicatos y movimientos sociales). 

El procedimiento a seguir podría ser la organización de un ciclo de discusiones programáticas destinada a consensuar un programa común.
 Este programa tiene que incluir, al menos: 

a.) un escenario viable y consensuado de cambio económico,
b.) otro de cambio democrático e institucional,
c.) una propuesta de configuración estatal
d.) una propuesta para abordar el problema de la deuda (...)

El formato puede ser la formulación de una serie de preguntas sobre diferentes aspectos programáticos centrales a tratar, la redacción de respuestas por escrito y su discusión en diferentes “rondas”. El resultado deberían ser dos listas: la que contenga los puntos y formulaciones consensuadas, y la que contenga los puntos y las formulaciones no consensuadas. La segunda lista debería ser objeto de una segunda ronda de discusión basada en nuevos argumentos y esfuerzos políticos adicionales y así sucesivamente.

4.  La incorporación de los movimientos sociales a un bloque antineoliberal requiere de un lenguaje y de unas formas específicas debido al distanciamiento de muchos de sus actores de las organizaciones políticas y los sindicatos. 

No parece muy prometedor por ello que los partidos políticos “convoquen” a los movimientos: el recelo es demasiado grande. El formato más idóneo podría ser una “autoconvocatoria” para crear espacios de deliberación común con organizaciones políticas y sindicatos (...)

En el espacio de los movimientos sociales es particularmente recalcar la  idea del mosaico frente a la idea de la jerarquía de actores.  
Los temas a tratar podrían ser los siguientes:
A.) ¿Cómo conseguir estabilizar los movimientos sociales en el tiempo y ampliar su radio de influencia?
B.) ¿Cómo definir la relación con las organizaciones políticas y los sindicatos manteniendo la autonomía necesaria de todas las partes?
C.) ¿Cómo utilizar mejor los nuevos recursos tecnológicos disponibles?
D.) ¿Cómo combinar “contactos virtuales” y “contactos físicos” 
E.) ¿Cómo evitar que el activismo se reduzca a pura metodología sin objetivos políticos concretos ?
G.) ¿Qué hacer para que los movimientos no se aíslen de la sociedad o se reduzcan a la acción de vanguardias hiperactivistas que son necesarias pero que amenazan siempre de quedarse sin tropa? 
H.) ¿Cómo conseguir que los sectores más perjudicados por la crisis se incorporen más a los movimientos sociales
I.) ¿cómo tender puentes entre producciones y consumos ambientalmente sostenibles? (...)

La propuesta es que los actores creen espacios horizontales de encuentro o “mesas” -tanto a nivel local, autonómico como estatal- a los que se incorporararían ONGs, iniciativas ciudadanas vecinales, espacios culturales de proximidad así como las plataformas ya existentes (Frente Cívico, Mesas de Convergencia, mareas ciudadanas, PAH, Juventud sin Futuro, cumbres sociales). Con tres objetivos:

a.) coordinar las acciones que ya existen y lanzar otras nuevas (reunión de firmas, ocupación de sucursales bancarias, actos de protesta, apoyo a huelguistas, marchas de parados etc.)
b.) crear e integrar espacios de encuentro físicos -por ejemplo designación de bares y locales de referencia en barrios, pueblos y comarcas- y virtuales  -por ejemplo enlazando páginas web y amigos de facebook entre sí- para discutir políticamente e intercambiar información de todo tipo;
c.) crear infraestructuras de solidaridad y de proximidad destinados a ayudar a los sectores más vulnerables (creación de bolsas de libros escolares, de cocinas comunitarias, de redes de distribución de alimentos, de espacios vecinales de trueque etc.)  
5.  El trabajo organizado es una reserva potencial de poder imprescindible en la lucha contra el neoliberalismo, bien por su reserva de afiliados, bien por su por poder de convocatoria, bien por disponer de muchas personas liberadas que pueden darle continuidad al proyecto. Todo este poder es sólo potencial, es decir, puede o no llegar a incorporarse efectivamente a un bloque antineoliberal dependiendo de las estrategias sindicales y de las mayorías creadas dentro de los propios sindicatos.
 El objetivo de los sindicatos es la lucha contra las consecuencias de la mercantilización de la fuerza de trabajo. Esto les obliga ser cuidadosos en su relación con las organizaciones políticas con el fin de asegurar la unidad de acción.

Sin embargo, muchos sindicalistas también son miembros de partidos políticos y activistas en movimientos sociales. Esta posición que les permite influir a la vez sobre todos estos espacios a la vez en un sentido unitario.  (...)

Esta situación crea un marco propicio para la aproximación entre sindicatos, organizaciones políticas antineoliberales y movimientos ciudadanos en beneficio de todas las partes.  (...)

La mejor forma de iniciar un proceso de convergencia estratégica podría ser -otra vez- abrir ciclos de discusión estratégica (seminarios, jornadas etc.) siguiendo procedimientos similares a los descritos: se consensúan una serie de preguntas, se elabora material escrito, este somete a una discusión presencial y se publican las conclusiones, y siempre siguiendo el principio de las “dos listas” etc. (...)

El simple conocimiento mutuo de los actores (los movimientos sociales tienen un profundo desconocimiento del mundo sindical y al revés) puede generar dinámicas unitarias adicionales con relativamente poco esfuerzo (por ejemplo presentaciones e identificaciones mutuas)
Algunos temas a tratar podría ser: 
a.) Sindicatos y programa mínimo antineoliberal
b.) Nuevas formas de participación política, nuevas culturas del trabajo
c.) los puentes entre consumidores y mundo del trabajo 
d.) Movimiento sindical y desempleados 
e.) Democracia económica
f.) Proyecto europeo, soberanismo y solidaridad entre todos los trabajadores del Estado
g.) Creación de modelo productivo social- y ambientalmente sostenible
6. Con el fin de poner en marcha todo esto sería deseable empezar por explorar el universo de actores potencialmente interesados en participar en el proceso (organizaciones políticas más “fáciles” de convencer, movimientos sociales más abiertos a un proceso así etc.)."                 (Armando Fernández Steinko, 21/07/2013)

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