"Ahora imagínate, mi añorado amigo, que un líder musulmán hubiera
declarado, después de Charlie Hebdo: «Si alguien dice una mala palabra
sobre mi madre, puede esperar un puñetazo. Uno no puede provocar, no se
puede insultar la fe de los demás, uno no puede burlarse de la fe.» Pero
el que lo declaró fue el Papa Francisco.
Ahora observa el motivo por el que el cómico Dieudonné M'bala fue
detenido el otro día en París y va a ser juzgado por un presunto delito
de apología del terrorismo. Dijo Dieudonné: «Yo soy Charlie Coulibaly.»
Una frase que parodia, obviamente, el «Yo soy Charlie Hebdo», pero que
resulta de interpretación oscura.
Amédy Coulibaly se llamaba el
terrorista que mató a una policía municipal, irrumpió en un supermercado
judío y asesinó a cuatro de sus rehenes antes de que la policía
francesa lo liquidara. Es probable que Dieudonné lo considere tan
víctima como las demás y de ahí su sincrético Charlie Coulibaly. Él
sabrá.
Ahora bien. Si Dieudonné (que aunque lo parezca en estas tesituras no
es nombre artístico, a diferencia del de Francisco) hubiese dicho,
encogiéndose de hombros y a propósito de la matanza de Charlie Hebdo:
«Si alguien dice una mala palabra sobre mi madre puede esperar un
puñetazo», su justificación del terrorismo habría sido mucho menos
alegórica. Y las probabilidades de una condena mucho mayores,
razonablemente, que la que arriesga esa repugnante equidistancia entre
Coulibaly y sus víctimas.
Pero que yo sepa, nadie se ha planteado llevar al Papa Francisco ante
los tribunales. Llevar a un Papa ante los tribunales es difícil: tal
vez sea el jefe de Estado más inmune. El último que lo intentó con un
Papa (Benedicto) fue el añorado Hitchens a propósito de los curas
pederastas.
Aunque, francamente, creo que su base acusatoria era mucho
más endeble. Nadie se ha planteado llevar al Papa ante el mismo tribunal
francés que va a juzgar a Dieudonné, desde luego; pero es que ni
siquiera van a llevarlo ante el tribunal de la opinión pública. La
reacción de la opinión ante las afirmaciones más escandalosamente
inmorales que un Papa moderno haya pronunciado ha sido tenue.
El hecho
es duro de asumir en España, que es el país que más sabe de terrorismo y
de sus inmoralidades. Estoy ahora pensando que si ningún Papa dijo,
sobre el cadáver de José Luis López de Lacalle o sobre la caja de puros
que iba a explotarle en las manos a Carlos Herrera, «Te lo buscaste» es
porque sus críticas y burlas se refirieron siempre a la Mater Vasca y no
a la Mater Maria, y no por el hecho esencial de que a ninguna «mala
palabra» debe corresponderle una bala.
Y espero que nadie objete aquí
diferencias de grado entre la Mater Vasca y la Mater María. Siguiendo al
Papa, cada uno tiene su madre y su puñetazo.
Entre los silencios más dolorosos ante el tout comprendre, tout
confondre, tout pardonner papal está el de los católicos. ¿No se han
cansado muchos de ellos de reprocharle a los musulmanes su inhibición
ante el crimen? ¿Y qué han hecho ellos ante la desmoralizante
comprensión papal de la violencia?
Habrá acaso que traerles la reacción
del arzobispo de Canterbury, el jefe de la iglesia anglicana, para no
ponerles el ejemplo de ningún ateo disolvente?:
«Este es un acto de la
más extraordinaria brutalidad y barbarie. Esta violencia es demoníaca en
su agresión a los inocentes, y cobarde en su negación del derecho
humano básico a la libertad de expresión. El pueblo de Francia, un país
en el que he vivido, que conozco y que amo, se sobrepondrá valientemente
al desafío de este vil ataque y seguirá demostrando la fortaleza y la
confianza que surgen de su extraordinaria historia. Nuestras oraciones y
pensamientos están especialmente con aquellos que han sido asesinados y
heridos y sus familias. Rezo también por aquellos que participan en la
persecución de los terroristas.»
El anglicano y, justo es reconocerlo, también algunos jesuitas: la
revista Études, que ha publicado viejas caricaturas anticatólicas de
Charlie Hebdo en solidaridad con las víctimas, y otros grupos, en
Francia y en Perú, que se han hecho también, digna y noblemente, lo
mismo.
Entre las reacciones críticas cabe destacar asimismo el sutil
ejemplo español del escritor Juan Manuel de Prada que a su oblicuo modo
de chanza, ¡ay, tan mal entendido siempre!, ha escrito que «el laicismo
[hebdomadaire] es una expresión demente de la razón que pretende
confinar la fe en lo subjetivo, convirtiendo el ámbito público en un
zoco donde la fe puede ser ultrajada y escarnecida hasta el paroxismo,
como expresión de la sacrosanta libertad de expresión.»
Pero han sido
reacciones minoritarias en un paisaje moral dominado por una inhibición
que se ha visto facilitada, además, por las características especiales
de este Papa. La derecha porque dios le libre y la izquierda por
poverella han blindado a Francisco de un modo inédito en la reciente
historia de la Iglesia.
Verás, querido amigo, que el episodio no solo revela la peculiar
noción que el Papa Francisco tiene sobre la legítima defensa y sobre la
relación entre las palabras y los puños. En realidad lo más abyecto es
el oportunismo.
El aprovechamiento de la matanza de París para lanzar
una gélida y dogmática advertencia a los burlones. Hay algo mucho peor
que comprender a los asesinos y es comprender, absolutamente y en toda
su extensión, a sus víctimas.
Sigue con salud" (ARCADI ESPADA, El Mundo, 16/01/2015
1 comentario:
Al decir "Me siento un poco Charlie Coulibaly" Dieudonné quiere decir que se siente humorista (Charlie) tratado como terrorista (Coulibaly). Este es el significado de su juego de palabras, así lo interpretaron muchos de sus fans y así lo explicó su abogado a los medios.
El año pasado, el sionista asqueroso Philippe Tesson llamó a la ejecución física del humorista Dieudonné diciendo en un programa de radio “Me alegraría profundamente viendo a Dieudonné fusilado por un pelotón de ejecución, es una bestia asquerosa, por ello ¡acabemos con él! Eso es todo, lo digo y lo mantengo” Igual si Dieudo hubiera dicho algo así sobre Tesson terminaría en la cárcel. El mismo Tesson ha dicho estos días "son los musulmanes los que han traído la mierda a Francia hoy" Si Dieudo hibiera dicho lo mismo sobre los judios, lo fusilarian, seguro.
Quieren amordazar a Dieudonné porque critica duramnete toda la mafia político-banquera y critca a quienes "no se debe" criticar, a los sionistas, a Israhell.
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