"(...) De modo que cuando digo que el franquismo no es fascismo pero es un
régimen fascistizado, estoy diciendo que hay un componente fascista que
es importante pero que no es hegemónico, no es dominante. Algunos dirán
que digo lo mismo que Linz, que decía que era un régimen autoritario,
que es un régimen intermedio entre la democracia y el totalitarismo.
GQ: Como que es más light...
IS: Exactamente, intermedio. Yo no digo eso. Yo digo que el hecho de
que haya un componente reaccionario más tradicional, la presencia de la
iglesia, los militares y un componente fascista, no lo hace más light
que el fascismo. Yo no digo que sea una cosa intermedia, digo que tan
antiliberal es el pensamiento reaccionario tradicional de la iglesia
como el fascista.
Están igual de lejos de la democracia y del
liberalismo. No es intermedio. En algunas de esas cuestiones, es peor.
Desde el punto de vista de la represión política, de la brutalidad,
crueldad, el franquismo es mucho más represivo que el fascismo italiano y
que el nazismo.
GQ: Contra la oposición política.
IS: Claro, no en términos de genocidio. El régimen nazi es genocida,
persigue a judíos, gitanos, homosexuales, discapacitados. Esto no es el
franquismo, que persigue a los gitanos, homosexuales pero no los gasea.
El fascismo tiene dos pasos: destruyo las organizaciones obreras e
intento ganarme a los trabajadores.
Esa idea está presente en el
falangismo, destruyo las organizaciones obreras y me gano a los
trabajadores pero en ese aspecto está neutralizado. La imagen del
falangismo en España es que son los mamporreros. Eso de que quieren la
revolución social la gente no se lo cree.
Ricardo Leiva: Los mamporreros serían los matones, digamos.
IS: Exacto, la gente lo que percibe es el patovismo falangista, no
percibe esa voluntad de aclaración. A cada vez menos capacidad o
voluntad de integración, el peso de la represión es mayor. El franquismo
es fascismo, decía alguien, porque la represión franquista es como la
fascista. Y yo decía, "ojalá".
En Italia, en todo el período de paz hay
26 fusilados por motivos políticos. En la Alemania nazi, en períodos de
paz, 12.000 víctimas de la represión política. En España hay 150.000.
Por lo tanto, en algunos aspectos...
Ricardo Leiva: Es más duro...
IS: Yo no estoy diciendo que el franquismo sea mejor o más suave.
RL: La frase se podría completar con lo que decías al
principio de que el franquismo no es fascismo pero es católico, o
nacional-católico. ¿O es más complejo que eso?
IS: Es un nacionalismo católico, un nacionalismo reaccionario. En ese
sentido, por poner un equivalente, básicamente, si pensamos y nos
salimos del esquema de que todo es fascismo, encontraremos claves más
importantes para comprender otros procesos.
Por ejemplo, si hablamos de
los nacionalistas argentinos, no estaría de más recordar que desde 1945
hasta 1975 los nacionalistas están en el poder en España y Portugal. Esa
familia. Y, por lo tanto, podemos hablar de nacionalismo reaccionario,
que es el nacional-catolicismo, como hegemónico en la dictadura que
también tiene componentes fascistas.
Gabriel Quirici: Y en Argentina, ¿qué vínculo es? ¿Patria, familia y tradición argentina, ese nacionalismo católico?
IS: Claro, ese contenido católico, hispanista, que es distinto al peronismo.
Ricardo Leiva: Sin embargo, Perón estuvo viviendo un tiempo bajo el ala de Franco.
IS: Esas cosas son...
Gabriel Quirici: Diplomacia.
IS: Diplomacia y proximidades que, a veces, van más lejos. Ahora han
hecho una serie en España que es sobre la visita de Evita a Madrid. Se
dedica a poner esa visita poniendo a Franco como un reaccionario
escandaloso y presenta a Evita casi que como una trotskista,
revolucionaria. Unas contraposiciones brutales.
Joel Rosenberg: Cuando hacías la diferencia con Italia,
Alemania y España hacías hincapié en lo católico. ¿Qué peso tiene ahí la
monarquía católica? Por la gracia de Dios de Franco que mencionabas,
que en España está más presente que en Italia y Alemania, obviamente.
IS: Esa es otra cuestión. Hitler llegó al poder en una república y
encima se murió el presidente Hindenburg, con lo cual lo tenía
estupendo. Mussolini llegó al poder con una monarquía. Ya le hubiera
gustado ir marginando al rey porque el fascismo es tendencialmente
republicano.
En España, los nacional-católicos son monárquicos pero
cuando se sublevan en el 36 son una extrema minoría. Ni los militares
que se sublevan lo hacen por la monarquía, se sublevan para establecer
una dictadura que puede ser republicana. Pero no se plantean la
monarquía. Los falangistas, como fascistas, no son monárquicos, son
tendencialmente republicanos. Entonces, los monárquicos tienen fuerza
con las élites.
Gabriel Quirici: En las intelectualidades de derecha.
IS: Intelectuales y, sobre todo, militares, y de la Iglesia. Eso es
lo que va a ir posibilitando que poco a poco se vaya avanzando hacia la
monarquía. Si me apuras, una de las cosas que no sientan bien entre
ciertos sectores más conservadores de España, es que esta monarquía
viene de un golpe de Estado, que es el 18 de julio de 1936, con la
particularidad de que la mayoría de los que se sublevan no son
monárquicos.
Los falangistas no querían la monarquía, fue una imposición
progresiva de Franco porque no podía prescindir de los principales
banqueros ni los propios militares. Entonces, lo que se va imponiendo es
esa monarquía de modo que en 1969, cuando se proclama Juan Carlos I
como sucesor de Franco, a título de rey, se está cumpliendo el programa
de los nacionalistas españoles de 1934 o 1931: un programa de un Estado
católico, reaccionario, coronado por el rey.
Gabriel Quirici: Igual, es interesante ver cómo la monarquía
trae una transición que termina con la dictadura. ¿Cómo evalúas eso vos?
IS: Son las visiones que se han vendido de la transición española,
que quieren exaltar el papel del rey y de los reformistas, que vienen
del régimen. La democracia no la trae la monarquía, es en gran parte una
conquista porque hay grandes movilizaciones sociales en el año 1975.
Entre los años 74, 75 y 76, España es el país con más huelgas de Europa.
La dictadura está en absoluto retroceso pero no hay fuerzas suficientes
para tumbarla. En el siglo XX, si una dictadura quiere permanecer, no
hay fuerza humana que la tumbe.
GQ: Por los medios represivos, decís.
IS: Claro. En Portugal sí, pero allí es el propio ejército.
Ricardo Leiva: Sí, pero miramos a Egipto y la explicación también va por ahí.
IS: Y en Argentina están las Malvinas, una catástrofe nacional. Pero
cuando un dictador dice "me quedo", se queda, si no hay una fuerza
militar, una catástrofe nacional, etc. Entonces, qué es lo que pasa ahí
en España, hay un momento con la muerte de Franco en que se intenta
construir una pseudo democracia postfranquista.
Ahí está Manuel Fraga,
José de Areilza y está el rey. No está muy claro que el rey estuviese
pensando en ese momento en la democracia de verdad. Es ese ensayo
reformista que las grandes movilizaciones populares el que las grandes
movilizaciones populares tumban.
GQ: Demandando más democracia.
IS: Claro. Es cuando llega el momento, a finales de junio, cuando ya
el rey mismo se da cuenta de decir, aquí la alternativa ya no es una
democracia frente a una pseudo democracia.
Aquí ya no hay más
alternativa que democracia o democracia. Y si quiero contar, tengo que
apoyar la democracia. Es cuando viene Suárez y dice no. Aquí lo
importante ya no es si iba a hacer democracia o no sino quien va a
pilotear el cambio, y es cuando se suben a ese carro democrático y
efectivamente lo pilotan. Pero de ahí a decir que el rey trajo la
democracia...
Ricardo Leiva: ¿Pero no es esa la visión mayoritaria en España?
IS: Es la visión que se ha vendido, porque hay una construcción.
Siempre hay construcciones históricas e historiográficas que vienen bien
para unos sectores u otros. En ese sentido ha venido bien para el
Partido Popular y para una parte del Partido Socialista.
Gabriel Quirici: Que participa de la negociación.
IS: Participa de esa idea de "hemos conseguido la democracia, hasta aquí hemos llegado, ya está". (...)" (Entrevista al historiador Ismael Saz, Cien180, 13/07/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario