28/4/16

La fragilidad del empleo se acentúa con la economía digital

"(...) Lo que el economista del MIT David Autor señalaba en 2010 está siendo confirmado por los hechos: el mercado laboral se esta “ahuecando” en las economías de la OCDE.

 Las oportunidades se concentran cada vez más, por un lado, en unos pocos empleos de alta calificación y salarios muy altos dedicados a tareas abstractas y, por otro, en una mayoría de perfiles de baja calificación, principalmente puestos de trabajo de la industria de servicios en el escalón peor remunerado (preparadores de alimentos, ayudantes de cuidados en el hogar y otros asociados a las diferentes formas de venta). Los roles funcionales se redefinen y el empleo se polariza.

Lo novedoso es que son los puestos de trabajo intermedios los que empiezan a desaparecer, lo que significa que están en peligro una buena parte de los empleos más cualificados ocupados por licenciados que hasta ahora representaban a las profesiones liberales independientes, como arquitectos, médicos, abogados o profesores. Los mismos que sustentaban las clases medias tradicionales. 

Ellos, y otros como ellos, se verán afectados en la medida que realizan trabajos de los que se pueden segregar funciones rutinarias o en los que nuevas aplicaciones puedan aprovechar, por ejemplo, su capacidad para analizar imágenes o comprender el lenguaje en contextos complejos. 

Obviamente, los puestos de trabajo que los sustituyen requerirán solo las capacidades suficientes para operar esas aplicaciones estandarizadas. Justo lo contrario que lo que vislumbraba la Sociedad del Conocimiento.

Dos conclusiones son destacadas por los expertos incorporados al panel del Pew Research: por un lado, seguirá ensanchándose el abanico salarial entre los diferentes tipos de trabajadores; por otro, muchos de los empleos perdidos en los últimos años no van a volver.

Cambios en la naturaleza del trabajo y el “contrato social”

Si esa nueva forma de producir acarrea profundas implicaciones en la organización del trabajo, también lo tendrá en la naturaleza del contrato social

 La industrialización acelerada de los servicios dará lugar, de un lado, a nuevos espacios de concentración de efectivos humanos, con sueldos base, potencialmente propensos a reivindicaciones colectivas, y, de otro lado, a la explosión de un nuevo perfil de autónomos, asociadas a la figura de lo que John Moravec denomina knowmads, nuevos profesionales nómadas, personas disponibles para trabajar a cualquier hora, en cualquier lugar.

Los think tank y otros centros de pensamiento estratégico se están ocupando ya de ensalzar el papel de esos freelance globales considerados modelo y ejemplo de la libertad del “nuevo trabajador” como la más adecuada a los nuevos tiempos.

Con ello, empiezan a dibujar un nuevo modelo social que hace evolucionar el paradigma neoliberal con nuevos mitos: en el futuro, la estabilidad en los ingresos familiares requerirá a los miembros activos asumir, “en plena libertad”, diferentes trabajos “a tiempo parcial”, con horarios dispersos y retribuciones variables, complementados con ingresos marginales obtenidos de compartir activos (casas, coches, tiempo) siguiendo las pautas de la denominada sharing economy. Con el resultado de una “más fácil conciliación de la vida familiar y laboral”.

¿Le preocupa el diagnóstico? Pues confiemos en que la sociedad, (o sea, nosotros mismos), encuentre el camino para que se repartan adecuadamente los incrementos de productividad generados por el cambio tecnológico, desde luego suficientes para mejorar los niveles de bienestar heredados siempre que su reparto entre capital y trabajo sea el adecuado."                 (Ignacio Muro, Economistas frente a la crisis, 29/10/15)

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