“Cuando pensamos en el desayuno de los niños y nos influye el marketing,
lo asociamos de inmediato a la presencia de cereales, un producto que
nos han vendido como “sanísimo”, pero que si miramos sus componentes no
siempre resulta así.” ¿Sabemos qué comemos?
Es importante saber qué
se esconde exactamente detrás de los componentes de los cereales que les
damos a nuestros hijos y los que muchos de nosotros consumimos
asiduamente en el desayuno, creyendo erróneamente a veces, que estamos tomando una comida saludable.
Estos son los componentes que debemos cerciorarnos que no estén presentes en los cereales
que compramos, por más naturales que nos digan que son. Debemos
tomarnos un momento y revisar las etiquetas para saber qué estamos
consumiendo.
Azúcares
Muchos cereales
tienen un alto contenido de azúcares (de hecho los “inflan” con esta
sustancia) y en general cuando en las etiquetas dice “azúcares” el de
maíz o fructosa está casi siempre presente. Pero lo que no aclaran es el
origen de estos endulzantes ni que muchos de ellos están hechos con
maíz transgénico u OMG; así que a menos que se especifique lo contrario, no hay más remedio que dudar.
Aceites hidrogenados
Este tipo de aceites contienen grasas trans, que están relacionadas con el cáncer, las enfermedades del corazón y los problemas inmunológicos. Los aceites hidrogenados están llenos de grasas saturadas.
Además,
algunas empresas etiquetan simplemente "aceites hidrogenados", por lo
que no se puede estar seguro de si hay grasas trans en el producto y en
general si hay menos de 0.5 gramos de grasas trans por porción, las
empresas pueden escribir "0 gramos de grasas trans".
BHA
Este aditivo se ha relacionado con el cáncer
en algunos estudios. Los Institutos Nacionales y los Programas
Nacionales de Toxicología de la Salud de EEUU han llegado a la
conclusión de que "es razonable predecir que el BHA es un carcinógeno
humano".
Lecitina de soja
En general es un derivado de la soja
transgénica y de acuerdo con el Instituto Cornucopia este aditivo a
menudo contiene toxinas. El procesamiento de la lecitina de soja muchas
veces implica el uso de hexano del que es posible que queden trazas o
residuos y es un elemento que está registrado por la OMS como un
carcinógeno potencial y neurotóxico.
Achiote
Este
saborizante natural está resultando bastante polémico ya que la WebMD
alerta de que puede afectar los niveles de azúcar en la sangre, por lo
que no debería ser consumido por personas con diabetes y menos aun si
son niños. También se lo ha relacionado con las alergias, la
intolerancia, los dolores de cabeza y la irritabilidad.
Procesamiento
La mayoría de los cereales
se fabrican utilizando un proceso llamado “de extrusión” que expone a
los granos a altos niveles de calor y presión, lo que cambia la
naturaleza química de los mismo, convirtiéndolos en alimentos procesados
y destruyendo la mayor parte de los nutrientes naturales de los granos.
Por esta razón, muchos cereales se fortifican con vitaminas y minerales, aunque la extrusión puede destruir los nutrientes añadidos también.
Alimentos fortificados
Algunos fabricantes de cereales
tratan de encubrir su alto contenido de azúcar con la fortificación, es
decir la adición de nuevos nutrientes después de hechos, ya que la
extrusión puede eliminar estos agregados también.
Otro de los
problemas con los alimentos enriquecidos es que algunos pueden contener
demasiados nutrientes y acabar siendo tóxicos. Un Grupo de Trabajo
Ambiental hizo un estudio de los principales cereales infantiles y
encontró que en una porción normal el contenido de cinc, niacina y
Vitamina A era mucho mayor que la DDR (dosis diaria recomendada) para un
niño.
Colorantes
Muchos cereales utilizan colorantes
artificiales de los que a veces solo mencionan una cantidad de números y
letras que en realidad es la codificación del mismo, pero en la
etiqueta en realidad no dan información fiable de qué es lo que
realmente están poniéndole al desayuno de nuestros hijos.
Saborizantes
Con
los saborizantes pasa igual que con los colorantes o los aromatizantes
(éstos últimos también pueden contener ftalatos y las empresas no están
obligadas a mencionar este “detalle” en las etiquetas), solo se pone un
código, pero no sabemos los componentes ni el grado de toxicidad que
éstos puedan tener.
Una reflexión final
No hay dudas que el desayuno es la comida
principal y que debe ser sano, abundante y nutritivo, pero ¿tiene que
tener cereales de coloridas cajas y prestigio televisivo? Un desayuno de
frutas de temporada, pan integral, mermeladas naturales, jamón o
embutidos ecológicos y/o verduras orgánicas, puede contener todos los nutrientes necesarios y ninguno de los elementos que mencionamos antes.
Debemos
comenzar a ser conscientes de que no todo lo que sale en la TV es sano
porque sus anunciantes lo digan y que como consumidores y compradores
tenemos derecho a decidir qué es lo que comemos y qué no. Al fin y al
cabo somos nosotros los que pagamos lo que llevamos a nuestra mesa,
elijámoslo bien." (Ecoportal.net, en Rebelión, 20/06/16)
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