"Las constituciones suelen ser, todas o casi todas, de caracter liberal.
Empiezan por el tradicional “Todos son iguales frente a la ley”, antes
de todos los otros preceptos tradicionales.
Entre estos, el derecho a
la propiedad tiene un lugar especial. Si, originariamente, siguiendo a
Locke, ese derecho estaba limitada al uso propio de la propiedad,
después se ha trasformado en el derecho a la propiedad lisa y
llanamente.
Ni la limitación del uso social suele estar presente. El
derecho a la propiedad se ha vuelto un fetiche, sin que importen las
consecuencias de su existencia.
Se trata de un derecho que tiene
sus dispositivos concretos de garantia. Si una tierra improductiva es
ocupada por trabajadores rurales sin tierra, aunque la vuelven
productiva, trabajando en ella, el propietario legal llama a la policia,
que rápidamente manda tropas para desalojar a los trabajadores y hacer
respetar el derecho a la propiedad privada.
Y, en caso de que haya
resistencia, se usará de la fuerza, se tomará presos a los trabajadores,
para hacer valer el derecho a la propiedad privada. Se someterá a esos
trabajadores a procesos y a condenas, garantiza el derecho
constitucional.
Un derecho de una ínfima minoria de propietarios
privados de medios de produccion importantes, que tiene formas de
garantizar sus privilégios. Porque el derecho de pocos no es derecho, es
privilegio.
Por otra parte, una actividad desarrollada por a
mayoria aplastante de la poblacion, el trabajo y el empleo
corespondiente, no tiene destaque, a veces ni siquiera referencias, en
las constituciones y, menos todavia, garantias de su respeto. Si alguien
pierde el empleo, no tiene a quien apelar. A lo sumo recibirá un seguro
desempleo por algún tempo. Pero la sociedad lo condena al abandono.
Si,
en la concepcion liberal, el mercado define el valor de cada caso,
cuando alguien se queda sin empleo, el mercado le esta diciendo que, aun
con los bajos salarios que podría recibir,nadie está dispuesto a
contratarlo porque él no vale nada.
Un derecho que corresponde a
la gran mayoría o a la casi totalidad de la población, la clase
trabajadora, como es el derecho al empleo, para que una persona pueda
vivir de manera minimamente digna, manteniéndose y manteniendo a su
familia, con un contrato formal de trabajo que le dé garantias básicas,
de ninguna manera está garantizado para parte de la sociedad.
Si
el trabajador pierde el empleo, tiene que arreglárselas solo, salir
tempranito para buscar cualquier actividad, volviendo desmoralizado por
la noche cuando no lo logra. Una sociedad justa requiere que el derecho
al empleo sea considerado como un derecho humano inalienable, junto a
los otros derechos, porque sin él, el ser humano no puede sobrevivir con
un mínimo de dignidad.
No se trata de ningun favor que la sociedad
le hace al trabajador, porque es él quien produce todas las riquezas de
la sociedad, sin poder, tantas veces, siquiera compartir los bienes que
produce. El derecho al empleo y al trabajo dede ser incoporado a los
derechos humanos esenciales de nuestro tiempo." (Emir Sader , Página/12, en Rebelión, 25/10/16)
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