"En los últimos años se ha venido discutiendo la renta básica, una
radical propuesta de reforma económica y social que merece un análisis
cuidadoso. Se trata de un esquema que corta transversalmente varios
temas cruciales: distribución del ingreso, empleo, política fiscal,
seguridad social, pobreza y salarios. Es quizás la propuesta de reforma
más importante desde que apareció en la escena el estado de bienestar
social.
La renta básica es definida por la Red Renta Básica
como un ingreso pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, a
cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad, incluso si no
quiere trabajar de forma remunerada, independientemente de si es rico o
pobre y sin importar con quien conviva. Es decir, la renta básica (RB)
se paga sin tomar en consideración las otras posibles fuentes de renta
que pueda tener un miembro de la sociedad.
Se trata de un derecho social, asimilado al estatus de
ciudadano de cualquier persona e independiente del nivel de ingreso que
se tiene en la sociedad. La RB es algo esencialmente diferente a los
pagos para compensar una situación de desempleo.
Y no tiene nada que ver
con los programas de combate a la pobreza extrema que el Banco Mundial
ha promocionado en el mundo. Estos últimos se diseñaron para poder
instrumentar recortes al gasto social al hacer
más eficientela asignación de recursos a los más necesitados. En el fondo sirvieron para que la generación del superávit primario no generara tanta protesta social.
Es una idea que lleva a nuevas alturas el derecho
ciudadano a la vida, en el contexto de una economía capitalista que está
mutando sus formas de reproducción a gran velocidad. Esta
transformación exige explorar opciones que dan paso a formas sociales
que hoy sólo aparecen en embrión y que habitan los intersticios de las
relaciones capitalistas.
En particular, la renta básica permite hacer frente a
los problemas que vienen aparejados al estancamiento secular y a la
creciente robotización de los procesos de la industria manufacturera y
del sector servicios. Los problemas que se acumulan en esta encrucijada
se pueden sintetizar fácilmente: desempleo tenaz y salarios estancados o
a la baja.
Por supuesto, la propuesta de la RB tiene sus
detractores en todo el espectro político. Por el lado de la izquierda
encontramos al conocido economista marxista, Michael Roberts. El título de su última entrada en su blog
critica la propuesta de la RB por ser, eso, básica, pero no lo
suficientemente radical.
Y en un pasaje clave de su texto, Roberts
señala que
varios políticos y economistasde derecha están a favor de la RB porque al pagarle a los trabajadores ese ingreso
en lugar de salarios y beneficios sociales es visto como una manera de ahorrar dinero y reducir el tamaño del Estado y de los servicios públicos.
Lo que reduce el valor de la fuerza de trabajo y aumenta la tasa de plusvalía. Roberts concluye que la RB se convierte en
un subsidio salarial para aquéllos patrones que emplean trabajadores que no gozan de beneficios sociales y que estarían bajo presión para aceptar salarios no mayores que la renta básica que sería inferior al salario promedio.
Roberts comete varios errores. Su descuido hace que al final del texto el lector no sepa si esa crítica de los
políticos y economistas de derechaes también compartida por Roberts. La renta básica no se paga
en lugarde salarios o beneficios sociales.
La RB es un ingreso independiente de
otras fuentes de renta o beneficios sociales. Por tanto, la renta
básica no es algo que podría sustituir los servicios proporcionados por
el Estado en materia de salud, educación o protección al medio ambiente.
Ciertamente no es un medio para
ahorrar dineroy reducir el tamaño del Estado. Y tampoco es un subsidio para el salario que pagan los patrones a menos que se admita el supuesto erróneo de que la renta básica se paga
en lugar de salarios.
¿Constituye la renta básica un factor de presión a la
baja de los salarios? De entrada un régimen de RB incrementaría el poder
de negociación de los asalariados. La experiencia durante los años en
que el desempleo disminuyó notablemente confirma que los salarios
aumentaron porque el poder de negociación de los trabajadores se
incrementó. La renta básica no sería una presión para deprimir los
salarios.
En el contexto de una economía capitalista afectada
por una crisis deflacionaria que se asocia a un estancamiento de larga
duración, la renta básica constituye un poderoso instrumento para
estimular la demanda agregada. Y ciertamente es más efectiva que la
postura de política monetaria que hoy entrega al sistema bancario
billones de dólares para que los recicle en su interior y para que las
grandes corporaciones mantengan el casino llamado bolsa de valores.
¿Tienen las economías capitalistas los recursos para aplicar una RB? La respuesta es afirmativa. El estudio
de Arcarons, Domènech, Raventós y Torrens sobre un modelo de
financiación de la renta básica para el Reino de España (publicado en Sin Permiso) no deja lugar a dudas." (Alejandro Nadal, La Jornada) en
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