"HACE UN PAR de semanas asistí, maravillada, a la monumental manifestación feminista de Madrid del
día 8 de marzo. Como poco éramos 60.000 o 70.000 personas, aunque la
gran mayoría de los medios decidió ignorar semejante noticia.
Y hubo
récords históricos de participación en muchos otros puntos del planeta,
desde la masiva movilización de Asunción (Paraguay) a los 300.000
manifestantes de Montevideo (Uruguay), según cifras de la policía.
Algo
ha sido distinto este año en el Día de la Mujer. Algo parece estar
tomando forma en las calles y en los corazones. Hay un rearme del
activismo frente a los vientos de violencia retrógrada que soplan por la
Tierra. Creo que los ciudadanos empezamos a comprender que los logros
democráticos están en peligro. (...)
Allí, en esa noche festiva y entusiasta, me sentí formar parte de una
larguísima cadena. Viendo a las jóvenes que me rodeaban, comprendí que
yo les estaba pasando el testigo. Fue conmovedor. (...)
Y es un testigo precioso y cargado de historia, aunque haya sido siempre una historia silenciada. Ana López-Navajas
es una investigadora formidable de la Universidad de Valencia que
publicó un estudio en 2014 en el que demostraba la ausencia de figuras
femeninas en los contenidos de la Educación Secundaria Obligatoria
(ESO).
De hecho, sólo el 7,6% de los referentes culturales, humanísticos
y científicos que aparecen en los libros de texto son femeninos:
aprendemos una cultura y una ciencia sólo de hombres. Y no es porque no
hayan existido mujeres extraordinarias a lo largo de la historia, sino
porque el sistema patriarcal se ha encargado de borrar su memoria.
Por
eso López-Navajas lleva más de ocho años preparando una base de datos
para incluir mujeres en los contenidos de la ESO, un trabajo monumental y
épico por el que Ana acaba de ganar el premio Avanzadoras de Oxfam
Intermón.
La importancia de esta base de datos es tal que puede dar un vuelco a
nuestra concepción del mundo: “Por ejemplo, el nacimiento de la ópera
va unido a Monteverdi, pero también a Francesca Caccini, conocida y
famosa compositora.
Ella fue la primera que sacó la ópera de Italia para
representarla en Varsovia, y a partir de ahí empezó a difundirse. Fue
Sophia Brahe la que realizó en su mayor parte –casi completamente– las
tablas que después utilizó Kepler. La primera literatura de autor, más
antigua que Gilgamesh y los Veda, es La exaltación a Inanna, de
la sacerdotisa acadia Enheduanna, a quien también pertenecen las
primeras notaciones astronómicas.
Y hay un sinfín más. Tantas, que la
historia tal como la conocemos se descompone”, explica Ana, que espera
tener la base operativa el próximo verano. Unas chicas llevaban en Gran
Vía este cartel: “Somos las nietas de todas las brujas a las que no
pudisteis quemar”.
En efecto. Y también de todas esas mujeres
prodigiosas que contribuyeron al conocimiento y a la belleza del mundo y
que fueron silenciadas por el patriarcado, de la misma manera que la
mayoría de los medios de comunicación silenciaron las manifestaciones
del 8 de marzo." (Rosa Montero, el País Semanal, 26/03/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario