15/11/17

El municipalismo se pregunta: ¿Cómo organizamos la sociedad en formas que promuevan la ayuda mutua, el cuidado y la cooperación?

"(...) El municipalismo se pregunta: ¿qué significa ser un ser humano? ¿Qué significa vivir en libertad? ¿Cómo organizamos la sociedad en formas que promuevan la ayuda mutua, el cuidado y la cooperación?

Estas preguntas y las políticas que se desprenden de ellas contienen un imperativo ético: porque tenemos la necesidad de vivir en armonía con la Naturaleza o destruiremos la base de la propia vida, pero también porque tenemos el mandato de maximizar la igualdad y la libertad.

La buena noticia es que esta política se articula con creciente fuerza en movimientos horizontalistas, por todo el planeta. En los movimientos de recuperación de fábricas de Argentina, en la Guerra del Agua en Bolivia, en los consejos de barrio surgidos en Italia, donde el gobierno mostró ineficacia a la hora de asistir a los municipios afectados por graves inundaciones, vemos una y otra vez a la gente organizarse en el ámbito local para ejercer el poder, para crear un poder alternativo que disputa con cada vez más fuerza el poder del Estado-nación.

Estos movimientos toman la idea de la democracia y la expresan en su máximo potencial, y generan una política que atiende a las necesidades de la gente, que favorece la cooperación y el compartir, la ayuda mutua y la solidaridad, y que reconoce que las mujeres debemos ejercer un rol de liderazgo.

Conseguir esto significa llevar la política a cada rincón de nuestros barrios, haciendo lo que los conservadores llevan haciendo con tanto éxito en las últimas décadas en todo el mundo: presentar candidatos en el ámbito municipal.

También significa crear un programa de mínimos (acabar con las ejecuciones hipotecarias, frenar las subidas del alquiler y la desestabilización de nuestros barrios producto de la gentrificación), pero también un programa de máximos en el cual podamos imaginar cómo sería nuestra sociedad si pudiéramos construir una economía solidaria, emplear nuevas tecnologías y expandir el potencial de cada ser humano para vivir en libertad y ejercer sus derechos civiles en tanto miembros de comunidades prósperas y verdaderamente democráticas.

Y debemos confederarnos, trabajar más allá de las fronteras de los Estados y las naciones, desarrollando programas que aborden cuestiones de escala regional o incluso internacional. Esta es la respuesta para aquellos que dicen que no seremos capaces de resolver grandes problemas transnacionales por ceñir nuestras acciones al ámbito local. 

De hecho, es precisamente en el ámbito local donde día tras día se resuelven estos problemas. Incluso los grandes temas como el cambio climático se pueden gestionar a través de una confederación de comunidades que envíen delegados para atender los asuntos regionales e incluso transcontinentales. La burocracia del Estado centralizado no es necesaria.

Es necesario crear instituciones políticas permanentes en el ámbito local: no simplemente políticos que articulen un programa de justicia social, sino instituciones que sean directamente democráticas, igualitarias, transparentes, completamente responsables, anticapitalistas, con conciencia ecológica y que den voz a las aspiraciones de la gente. Requerirá tiempo, educación y la creación de asambleas municipales que contrarresten el poder del Estado-nación, pero es la única esperanza de transformarnos en esos nuevos seres humanos necesarios para crear una nueva sociedad.

Éste es nuestro momento. En todo el mundo, la gente no solo quiere sobrevivir, también desea vivir. Si queremos lograr la transición desde la espiral de muerte de la sociedad que nos han impuesto las décadas de neoliberalismo hacia una sociedad racional y plenamente humana, debemos crear una red global de ciudades, pueblos y aldeas sin miedo. No merecemos menos que eso."

( Debbie Bookchin es autora y periodista de investigación premiada. Durante los tres años en que prestó servicio en la U.S. House, fue secretaria de Prensa del candidato presidencial de Estados Unidos Bernie Sanders, CTXT, 26/07/17, Texto adaptado de comentarios del plenario de Fearless Cities, Barcelona, 10 de junio de 2017.)

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