"(...) los mercados libres se traducen en libertad personal: que una
economía de mercado desregulada libera a la gente corriente de la
tiranía de las burocracias. En un mercado libre, continúa la historia,
no necesitas adular a tu jefe o a la compañía que vende tus productos,
porque saben que siempre puedes acudir a otra persona.
Lo que
señala Robin es que la realidad de una economía de mercado no se parece
nada a eso. De hecho, la experiencia diaria de decenas de millones de
estadounidenses –especialmente aquellos que no ganan mucho dinero, pero
no solo– es una de constante dependencia de la buena voluntad de
empleadores y otros actores económicos más poderosos. (...)
Las protecciones a los empleados obligadas por el gobierno puede que
restrinjan la capacidad de las corporaciones para contratar y despedir,
pero también blindan a los trabajadores contra algunas formas muy reales
de abuso. Los sindicatos, en cierto modo, limitan las opciones de los
trabajadores, pero también ofrecen un importante contrapeso contra el
poder corporativo monopsónico.
Ah, y los programas de una red de
seguridad social pueden hacer mucho más que limitar la miseria: pueden
ser liberadores. He conocido a muchas personas que se quedan atascadas
con empleos que aborrecen por miedo a perder la cobertura sanitaria. (...)
El otro día me divertía con el índice de libertad económica
entre estados del Cato Institute, que encuentra a Florida el más libre y
a Nueva York el menos libre. (¿Está bien que yo escriba esto, camarada
comisario?) Como señalé, la libertad al estilo Cato parece asociarse,
entre otras cosas, con una alta mortalidad infantil. ¡Vive libre y
muere! (New Hampshire está justo detrás de Florida).
Pero,
seriamente, ¿las diferencias reales entre Nueva York y Florida hacen a
los neoyorquinos menos libres? Nueva York es un estado altamente
sindicado –el 25,3 por ciento de la fuerza de trabajo– mientras que solo
el 6,6 por ciento de los trabajadores de Florida están representados
por sindicatos. ¿Hace esto a los trabajadores de Nueva York menos
libres, o les empodera contra el poder corporativo?
Asimismo, Nueva York ha expandido el Medicaid y ha intentado que funcionen los intercambios según la ACA [Affordable Care Act], de modo que solo el 8 por ciento de los adultos no ancianos
carece de seguro médico, comparado con el 18 por ciento de Florida.
¿Se
resienten los neoyorquinos bajo la pesada mano de la ley sanitaria, o
se sienten más libres sabiendo que corren mucho menos riesgo de
arruinarse por una emergencia médica, o de ser lanzados al abismo si
pierden su empleo?
Si eres un profesional altamente
remunerado, probablemente no haya mucha diferencia. Pero intuyo que la
mayoría de los trabajadores se sienten al menos algo más libres en Nueva
York que en Florida.
Ahora bien, no hay respuestas perfectas al sacrificio inevitable de algo
de libertad que implica vivir en una sociedad compleja; no hay utopía
en el menú. Pero los abogados del poder corporativo sin restricciones y
la mínima protección de los trabajadores se han salido con la suya
durante demasiado tiempo, fingiendo que son los defensores de la
libertad –la cual, en realidad, no es otra palabra para decir que ya no
te queda nada que perder. " (Paul Krugman
, Sin Permiso, 17/09/2018)
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