25/3/19

El experimento neoliberal ha fracasado: no ha traído prosperidad ni ha resuelto el conflicto entre las clases, mientras vemos que en muchos países aparecen distintas formas de revuelta contra el capitalismo globalizado... Lo que ha pasado es que la competencia global entre los Estados y los trabajadores ha creado y profundizado la crisis, en vez de revitalizar el mecanismo de crecimiento del capitalismo...

"(...) ¿Cómo definiría esta fase del capitalismo? 

El experimento neoliberal ha fracasado: no ha traído prosperidad ni ha resuelto el conflicto entre las clases, mientras vemos que en muchos países aparecen distintas formas de revuelta contra el capitalismo globalizado, movimientos anticapitalistas o, mejor dicho, antiinternacionalistas. El neoliberalismo siempre fue un movimiento internacional que abrió las economías nacionales, y ese es ahora el objetivo de la resistencia. 

En parte sucede esto porque la izquierda de la tercera vía se unió a la fiesta internacionalista en medio de la euforia globalizadora y perdió la conexión con la gente a la que el sistema iba dejando atrás. Por eso los “chalecos amarillos” en Francia ya no se consideran de izquierdas, porque la izquierda no ha sabido responder a sus preocupaciones y los sindicatos han quedado fuera de la lucha. 

¿Por qué ha fracasado el experimento? 

La idea del neoliberalismo era revivir el vigor del crecimiento económico perpetuo en los años 80, cuando empezaba el estancamiento. El sueño no se cumplió. Hoy vivimos un periodo de enorme endeudamiento, con tasas de interés cero y muy bajo crecimiento. El capitalismo no puede sobrevivir en esas condiciones. Necesita un permanente retorno del capital. Económicamente, el neoliberalismo no ha cumplido las promesas. 

Y políticamente ha dividido a las sociedades. Ahora tenemos por todas partes a los populistas nacionalistas de derechas, que destruyen los sistemas políticos, como vemos en Italia. Y la ingobernabilidad amenaza la estabilidad de nuestras sociedades.

¿Qué ha causado ese fracaso? ¿La codicia, el descontrol, el sadismo de las élites, la desregulación, el euro?  

Eso es demasiado simple y, a la vez, demasiado complicado. El sistema necesita seguir generando cada vez más capital. Para que eso ocurra tienes que organizar la sociedad de forma que colabore en el permanente crecimiento del consumo y la inversión. Pero hay límites naturales a eso, no existe el crecimiento interminable. La gente debe ser reeducada todo el tiempo para colaborar con la máquina. Y eso es demasiado complicado. 

La legitimidad y la estabilidad exigen un buen Estado de bienestar y una distribución igualitaria. Si no lo consigues, y destruyes los sindicatos y los Estados de bienestar, y cada vez menos gente controla el sistema, y no hay demanda ni enemigo, y necesitas cada vez más crédito, eso solo puede acabar en una crisis enorme. 

Lo que ha pasado es que la competencia global entre los Estados y los trabajadores ha creado y profundizado la crisis, en vez de revitalizar el mecanismo de crecimiento del capitalismo.  (...)"                (Entrevista a Wolfgang Streeck. Sociólogo, Miguel Mora, CTXT, 13/03/19)

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