20/3/19

Vamos desde sistemas políticos donde se manejaba con cierto equilibrio la relación entre representantes y representados, hacia construcciones donde las normas se llevan a cabo a través de mecanismos burocráticos

"(...) --¿Por qué se ha deteriorado lo que se ha denominado como constitucionalismo, y no sólo en España?

--El constitucionalismo es una ideología y una técnica en las que se dan encuentro el principio liberal y el principio democrático. Por un lado, ha habido un largo proceso de menoscabo de la idea de derecho, entendido como premisa para limitar las decisiones del poder. 

 Es algo poco estudiado, me parece, y resulta fundamental para comprender qué nos pasa. En mi opinión se ha impuesto la tesis crítica de que el Estado de derecho es el cómplice de la mayor parte de los males que nos aquejan: crisis económica, deterioro de la cohesión social y desigualdades crecientes. 

No puedo estar de acuerdo con una explicación tan reduccionista. En cuanto a la democracia, efectivamente, los procesos de globalización han limitado la capacidad de los parlamentos para tomar decisiones. El manejo del conflicto político entre clases, por ejemplo, se traslada a un esquema organizativo, el de la Unión Europea, donde no se pueden reproducir con la misma densidad los presupuestos que presidían nuestras democracias.

 Sin duda, estamos en un momento maquiavélico en el sentido de que vamos desde sistemas políticos donde se manejaba con cierto equilibrio la relación entre representantes y representados, hacia construcciones donde las normas se llevan a cabo a través de mecanismos burocráticos y autorregulados.

 De ahí, en cierto modo, la reacción decisionista (en el sentido de tratar de recuperar el control del destino) que suponen tanto el Brexit como el mismo procés catalán. (...)"               (Entrevista a Miguel bárcena, Manel Manchón, Crónica Global, 03/03/19)

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