"Son inquietantes las metamorfosis del antisemitismo.
(...) La pirueta ideológica puede llegar a ser desconcertante. Enemigos
potenciales de antaño son excelentes compañeros ahora, ya no de viaje
sino de objetivos. Benjamin Netanyahu lo es de Viktor Orbán, el
autoritario primer ministro de Hungría y decidido destructor de la
democracia liberal, que no duda en atizar los reflejos antisemitas para
ganar elecciones (...)
Orbán y Netanyahu comparten una idea similar de nación étnica. (...)
Y las comparten también con Trump y con Bolsonaro,
perfectamente de acuerdo con la ocupación israelí del Golán o de los
territorios.
Netanyahu se presenta de nuevo a las urnas este 9 de
abril con la idea de una nación solo para los judíos. Quiere atraer los
votos más de extremistas, pero viene a evocar, paradójicamente, aquella
matriz original del nacionalismo étnico antisemita que hizo furor en
Europa en los años treinta y contó con los judíos como víctimas más
destacadas." (Lluís Bassets, El País, 07/04/19)
Otro ejemplo:
"El jefe del partido laborista británico, Jeremy Corbyn, ha instado al
gobierno de su país a condenar la matanza de palestinos por parte de
Israel y a congelar la venta de armas al estado judío por ese motivo.
En el mes de febrero el ejército israelí mató a ocho palestinos e
hirió a varias decenas, dejando inválidos a manifestantes “que no
constituían un peligro inminente” para los soldados israelíes, según un
informe de las Naciones Unidas.
El informe divulgado la semana pasada señala que Israel ha
podido cometer crímes de guerra contra los palestinos durante los
últimos meses, en la represión de las protestas de la franja de Gaza
especialmente, pero también en Cisjordania.
Corbyn se hizo eco este fin de semana en Twitter del informe y pidió
al gobierno de Theresa May que adopte medidas contra Israel, incluyendo
el cese de venta de armas.
Jeremy Corbyn está en el punto de mira de la comunidad judía del
Reino Unido desde que asumió el mando del partido laborista. Los
críticos aseguran que el partido laborista británico es un foco de
antisemitismo y hacen responsable del mismo a Corbyn.
Esto ocurre simplemente porque Corbyn se muestra crítico con
Israel, según se ha publicado en los últimos meses en distintos medios
de comunicación de ese país.
Las denuncias por supuesto antisemitismo en el partido laborista han
crecido desde que Corbyn lo dirige y es evidente que los críticos no
cesarán hasta que haya un cambio en la dirección del partido.
Sin embargo, las denuncias, aún en el supuesto de que todas sean
ciertas, tienen que ver con el 0,08 por ciento de los militantes del
partido, un porcentaje muy pequeño y que los rivales de Corbyn están
exagerando deliberadamente.
La guerra de Corbyn se enmarca en un conflicto más general que tiene
lugar en varios países de Europa, incluida Francia, en los que se está
acusando de antisemitismo a sectores amplios de la población, aunque en
el horizonte sigue apareciendo el fantasma de Israel y la ocupación de
los territorios palestinos.
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