Inquietud o malestar son las quejas más frecuentes. En realidad, no son pacientes psiquiátricos. No necesitan la atención de un especialista en salud mental. Las etiquetas que se les ponen son conocidas: síndrome posvacacional, astenia primaveral, estrés, conflictos de pareja o laborales, etcétera. Se presentan con síntomas físicos y no cumplen los requisitos de trastornos mentales definidos. "Cualquier situación de la vida diaria está medicalizándose. Sanitarizamos el estrés, las alteraciones físicas, los problemas domésticos", advierte José Ángel Arbesu, coordinador de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina General (Semergen). (...)
Lo cierto es que hay problemas psiquiátricos que cuando se hicieron las clasificaciones no se catalogaron como tales, y en las nuevas revisiones tienden a incluirse. Según el psiquiatra Enrique Baca García, de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, son los valores de la sociedad los que han evolucionado y, por tanto, circunstancias que antes no se veían como patológicas pueden serlo hoy día.
Para este psiquiatra es crucial tener en cuenta que "no es un problema mental cualquier cosa que nos pasa en la vida". Pero también avisa de que con la salud mental "hay que tener mucho cuidado". Por ejemplo, hay duelos complejos que, si no se resuelven, pueden convertirse en patológicos. Por ello, recomienda acudir al especialista en salud mental si se encuentra mal y que él decida si hay que tratar.
Pero la sensación es que, como dice Arbesu, se trata de entidades que no se pueden diagnosticar. "Es un no diagnóstico", revela la psiquiatra Eudoxia Gay, del hospital Reina Sofía de Córdoba. Para Arbesu, se trata de soledad, falta de comunicación. "Es como si los problemas de la vida diaria llegaran a los servicios sanitarios". Actuamos como si existiera un remedio, una pastilla, "para casi todo", sostiene Enric Aragonés, del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc). Algo seguro, rápido y eficaz, y sin embargo "no somos capaces de un simple cambio en nuestro estilo de vida", añade.
Aragonés cree que nos hemos creado unas expectativas desmesuradas sobre la ciencia, sobre la medicina, y hemos convertido a la sanidad en un bien de la sociedad de consumo. Esta situación, añade Eudoxia Gay, es fiel reflejo del estilo de vida de Europa y EE UU marcado por "la solución inmediata" de los conflictos y una negación a "enfrentarse" a los problemas de la vida. Los conflictos, explica, como las rupturas de pareja o los duelos, no se dejan evolucionar de forma natural." (El País, ed. Galicia, Salud, 24/06/2008)
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