"Desde que en 1972 el rey Jigme Singye de Bután propuso abandonar el PIB (Producto Interno Bruto) como medida de progreso del país, y cambiarlo por el FIB
(Felicidad Interna Bruta), numerosos economistas y sicólogos han dado
vueltas a este tema que ya pensó Aristóteles en los fundamentos de la
civilización humana.
En abril del año pasado, al cumplirse 40 años de la idea de Singye, y
en medio del turbulento ambiente económico provocado por la crisis, las
Naciones Unidas organizaron una cumbre de alto nivel apoyada por 70 países para consensuar ideas en torno a lo que puede ser un necesario nuevo paradigma económico basado en la sostenibilidad y centrado en el bienestar humano.
Este enfoque no apunta al crecimiento del producto interno bruto, sino a
las ganancias sociales de la Felicidad Interna Bruta. Es decir, abre
una oportunidad única para reorientar el camino de la economía en
función del desarrollo humano en un mundo que compartimos.
En términos simples, la propuesta de la Felicidad Interna Bruta de Bután, busca combinar cuatro objetivos fundamentales:
i) un desarrollo económico social sostenible y equitativo en donde el crecimiento implique beneficios reales para la población;
ii) la conservación estricta del medio ambiente natural;
iii) la preservación y promoción de la identidad butanesa;
y iv) que el gobierno garantice estabilidad institucional y social sobre la que se basa la armonía de la vida cotidiana.
No deja de ser un gran desafío el que ha tomado el reino de Bután.
¿Cómo orientar una economía para producir la felicidad sostenible, la
combinación de bienestar material, la conservación del medio ambiente, y
la resistencia cultural?
Felicidad y comportamiento económico
A continuación cuelgo dos charlas cuyo tema es la felicidad. La primera es de Dan Gilbert, quien en su libro Tropezando con la Felicidad
desafía las ideas convencionales de que somos infelices si no tenemos
lo que queremos. Gilbert sostiene que nuestro sistema inmuno-psicológico
nos hace sentirnos felices incluso cuando las cosas no salen como
fueron planeadas.
“Nada puede preferirse con tanto ardor apasionado que nos haga
violar las reglas de la prudencia o la justicia, o corromper la futura
tranquilidad de nuestras mentes”, sentencia Gilbert citando a Adam
Smith, y cuestionando los errores y mezquindades de la ambición
ilimitada que lleva a saltarse las reglas o hacer que estas
desaparezcan.
En la siguiente charla Daniel Kahneman,
premio Nobel de Economía 2002 y fundador de la economía conductual por
su trabajo pionero en la Economía del Comportamiento, nos indica por qué
las personas toman decisiones equivocadas y actúan irracionalmente.
Kahneman señala la diferencia entre el yo que vive la experiencia y el
yo que recuerda la experiencia. La coexistencia de estos dos “yo” tiene
importantes implicancias para las políticas públicas, como la educación,
la salud y el medioambiente.
Kahnenan además señala que aquello de que “el ingreso hace la
felicidad” es cierto sólo hasta cierto punto. Alcanzando determinado
límite que sitúa en torno a los 60 mil dólares anuales, las personas no
son “más felices”. Es decir que la acumulación de riquezas o el gasto
excesivo es una decisión irracional. Pero quienes están en la miseria o
han perdido su trabajo están lejos de la “felicidad” .
Basados en esta idea de Kahneman presento el gráfico que ilustra este
post en el cual en el eje de las absisas apuntamos el nivel de ingreso y
en el de las ordenadas la felicidad. A medida que aumenta el ingreso
también aumenta la felicidad, pero en una tasa decreciente. Esto indica
que a determinado nivel de ingreso (lo que Kahneman estima en 60 mil
dólares anuales) se alcanza la felicidad plena.
Si esto es así, podemos
ver que una transferencia de ingreso desde los más ricos a los más
pobres no altera su nivel de felicidad, pero en cambio logra aumentar
notoriamente el nivel de felicidad de los más pobres. Es algo a tener en
cuenta en el diseño de las políticas públicas. Y esto pasa por el
necesario cambio hacia un paradigma económico basado en la
sostenibilidad y centrado en el bienestar humano." (El blog salmón, 22/09/2013)
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