4/11/13

La historia cultural de Europa está determinada por la metamorfosis de la ira

 "En el principio fue la ira. “Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles”, reza el verso inicial de La Ilíada, que para el filósofo Peter Sloterdijk (Kalrsruhe, 1947) equivale a la “primera palabra de Europa”. La ira y la indignación han sido una piedra angular del continente, y con él, de todo el mundo occidental.

El recorrido histórico por las consecuencias políticas de esa energía humana dieron origen a un libro —Ira y tiempo, editado en España por Siruela— del más controvertido y seguramente más influyente, tras Jürgen Habermas, de los pensadores alemanes contemporáneos. Sloterdijk ha estado dos días en Santiago para recibir un singular premio por esa obra. (...)

En el principio fue la ira. “Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles”, reza el verso inicial de La Ilíada, que para el filósofo Peter Sloterdijk (Kalrsruhe, 1947) equivale a la “primera palabra de Europa”.

La ira y la indignación han sido una piedra angular del continente, y con él, de todo el mundo occidental. El recorrido histórico por las consecuencias políticas de esa energía humana dieron origen a un libro —Ira y tiempo, editado en España por Siruela— del más controvertido y seguramente más influyente, tras Jürgen Habermas, de los pensadores alemanes contemporáneos

. Sloterdijk ha estado dos días en Santiago para recibir un singular premio por esa obra. (...)

La izquierda, según Sloterdijk, ha funcionado históricamente como un mecanismo de “organización política de la ira” o, para ser más precisos, como “un banco de ira”. “La gente depositaba allí sus frustraciones y, como en un banco, otros gestionaban ese capital para devolverle los intereses en forma de autoestima para ellos y desprecio para sus enemigos”, explica Sloterdijk desde su imponente estatura, mirando siempre por encima de unas pequeñas gafas y con un cabello alborotado que corrobora esa imagen de enfant terrible, aún a sus 66 años,

 Él acabó de escribir su libro en 2006 y, desde entonces, la “atmósfera ha cambiado mucho en el mundo”, advierte. “La ira, la cólera, la indignación, han cobrado más fuerza. Lo que pasa es que ahora no hay un banco mundial de la ira. Ese papel lo jugó la izquierda desde el siglo XIX, pero hoy ya no es capaz de desempeñarlo.

 El islamismo es únicamente un banco local de ira, sin alcance mundial. Ahora la gente puede quedarse en casa con su cólera y meterla debajo de la almohada o del colchón, porque ya no hay nadie que pueda sacar rendimiento político de eso ni devolverle intereses”.

 Su durísimo diagnóstico sobre las consecuencias de organizar políticamente la ira, desde el primer anarquismo de Bakunin hasta el estalinismo o el maoísmo, no implica que Sloterdijk desdeñe el papel que ha desempeñado la indignación en la historia de Occidente. Y lo subraya cuando comenta el fenómeno del 15-M en España: “Esto no es nada nuevo, aunque sí la forma cómo se manifiesta.

La República es hija de la indignación. De ella nace el primer movimiento democrático en la antigua Roma, donde la monarquía da paso a la República por la indignación popular contra la violación de Lucrecia por el hijo del rey. Lo mismo vale para la Revolución Francesa. En ese sentido, los jóvenes españoles demuestran que viven la auténtica tradición democrática”.

Pero esa energía no puede ser canalizada por fuerzas como “la izquierda francesa, que parece una empresa del Estado, solo pendiente de los funcionarios”. “Se necesita algo completamente diferente, un instinto más emprendedor. Y pensar que no se puede forzar la economía. No vale con masacrar a dos millonarios y repartir su fortuna dando 20 euros a cada persona en paro. No creo que eso sea una solución política”. (...)"    ( El País, 31/10/2013)

 
"La ira, entendida como la parte de la naturaleza humana donde anidan las pasiones relacionadas con el orgullo, la dignidad y el valor de si mismo, tiene un enorme peso en la sociedad europea desde la antigüedad. 

 Esta idea la defiende el filósofo y catedrático alemán Peter Sloterdijk (Karlsruhe, 1947) en Ira y tiempo, obra que le ha valido el premio de ensayo Bento Spinoza en su tercera edición. (...)

-¿Por qué ha convertido la ira en tema central de su pensamiento en esta obra premiada? 

-La historia cultural de Europa está determinada por la metamorfosis de la ira, esa es la idea principal del libro. Aparece ya en la introducción de la Ilíada, obra considerada como el inicio de la tradición europea, y se ha manifestado en el cristianismo y otros movimientos que constituyen los principales bancos de ira de la historia.

-¿Cómo define un banco de ira? 

-Es otra idea del libro, al hacer una equivalencia de ira con dinero: la ira se puede llevar a un banco, donde debería dar intereses, como autoestima. En el siglo XIX los partidos de izquierda funcionaban así, pero el banco de ira de la izquierda ahora no puede pagar intereses.
-¿Destacaría en la actualidad algún banco de ira? 

-Actualmente no hay un banco mundial de la ira. Aunque podemos hablar de grupos que se ven ofendidos y desarrollan un resentimiento colectivo e intentan que se conviertan en una venganza viva colectiva. Pero el islamismo, por ejemplo, no tiene un banco mundial de ira, se queda en un banco regional.

-¿Cómo puede el ser humano actual dar salida a su ira de forma inteligente, y cómo hace usted? 

-La ira o cólera no es un sentimiento primario, sino reactivo. Se puede comparar ese tipo de sentimientos con una escalera de sonidos. 

En el escalón más elevado de esa escalera estaría la jovialidad, que supone estar completamente a gusto con uno mismo, generosidad. La mayoría de la gente no puede ser jovial. 

El segundo sonido sería el orgullo que uno puede sentir; el tercero es la ira, que aparece cuando el orgullo de uno mismo está herido; el cuarto es el deseo de vengarse; cuando no se le puede hacer frente aparece el resentimiento, que con el tiempo se convierte en odio estructural, y puede denigrar y descender a sonidos inferiores. Como personas con cultura tenemos que intentar llegar a una posición lo más superior posible en esa escala.

-¿Y qué queda si se está en posiciones inferiores? 

-Cuando en una persona se establece el resentimiento habitual, eso favorece una dinámica autodestructiva. Por eso hay que reconvertir ese resentimiento estructural en una venganza viva, es importante que sea viva, para de ahí volver al subconsciente sano.(...)"             (Entrevista a Peter Sloterdijk, La Voz de Galicia, 31/10/2013)

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