5/12/13

¿Hay problemas con el dinero de las pensiones? No. El problema lo tiene el gobierno, que quiere beneficiar a los bancos perjudicando a los pensionistas

"¿Es compatible la democracia con el capitalismo?
 
Al capitalismo no le interesa demasiado la democracia. Todo parte de la famosa desregulación que, según mi punto de vista, no es más que regulación dirigida a favorecer a los de siempre.

 Esto a los economistas parece que nos cuesta mucho verlo, pero es así. Los economistas tenemos un grave problema de conceptos y de lenguaje. En las facultades de economía se hace muy poco hincapié en quién configura las reglas del juego. Pocas veces nos preguntamos quién hace esas reglas y a quién benefician.

 Fíjate que es una de las cuestiones básicas de la economía institucional a la que nunca se da respuesta en la universidad. Llevo 30 años estudiando esto y reconozco que jamás se le ha prestado atención. Es uno de los grandes fracasos de los planes de estudio. Pero no sólo ocurre en la universidad. 

Estamos viviendo una de las crisis más importantes de la historia y nadie ha sido capaz de poner este debate en primer plano de actualidad. Se trata de identificar el verdadero poder que mueve el mundo. El poder de crear las reglas de la economía. El poder de poder cambiarlas cuando convenga y de violarlas impunemente.

Me lo pones en bandeja, Federico… ¿Quién hace esas reglas?

Se trata de grandes grupos de presión que actúan a todos los niveles. El principal problema de su anonimato radica en la protección que les dan los medios de comunicación. Estos grupos de presión utilizan como mascarones de proa a los políticos, que no son más que un puñado de malos actores.(...)

 Resulta paradójico que siempre se habla de Estados Unidos como una de las democracias más avanzadas y es precisamente en ese país donde incluso la constitución ampara a los grupos de presión que gastan cada año millones de dólares en comprar la voluntad de los políticos…

Ninguna empresa dona millones de dólares a los partidos en campaña sin esperar nada a cambio. Esto pasa en España desde hace mucho tiempo. Hace años que vengo denunciándolo. En uno de mis estudios puse de manifiesto la correlación entre la asignación de obras públicas en España y las donaciones a los partidos políticos por parte de esas empresas. 

En el año 1994 el periodista Carlos de Prada denunció esto claramente en un artículo de una sola página titulado La dictadura de las constructoras. ¡Hace veinte años! ¿Qué tienen que decir los economistas a todo esto? ¿Por qué este asunto no causa la indignación que realmente merece? (...)

¿Hasta qué punto las facultades de economía son responsables de la formación del espíritu neoliberal?

Se legitima una supuesta racionalidad de la economía que es ajena a la ética, la naturaleza y al ser humano. Hasta el mismo Adam Smith era contrario a todo esto. Shoshana Zuboff, una antigua catedrática de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, escribió en 2009 un artículo en Business Week que se llamaba Los crímenes económicos de Wall Street contra la humanidad

 Ahí denuncia que el modelo económico actual es criminal. Esa supuesta racionalidad económica también es criminal. Ese es el sistema que se enseña en la facultad. Repensar toda esa estructura en este estado de cosas es muy complicado. Si los alumnos se graduan aprendiendo eso, si han aprobado cientos de exámenes con esa base… exigirles que vean que toda esa teoría justifica los crímenes económicos que se producen hoy es muy difícil.

¿Esto se arregla votando?

Buena pregunta. Para empezar a arreglar esto hay que pensar como los niños. Los niños siempre preguntan por qué. Cada vez que me he reunido con políticos para tratar asuntos sobre grandes infraestructuras les pregunto lo mismo: ¿cuál es el problema? ¿por qué se hace esto? 

En la mayoría de los casos nunca se han puesto de acuerdo en la respuesta. Y no lo han hecho porque normalmente esas obras se ponían en marcha por otro tipo de intereses distintos a los que todo el mundo pensaba. (...)

Mira lo que está pasando con las pensiones. ¿Hay problemas con el dinero de las pensiones? No. El problema lo tiene el gobierno, que quiere beneficiar a los bancos perjudicando a los pensionistas.

 ¿Por qué ese interés en recortar un gasto esencial para beneficiar a los acreedores? Si encontramos la respuesta real, que existe, estaremos dando un paso muy importante a la hora de arreglar las cosas. Lo que no podemos hacer es tragarnos la solución que nos dan sin ni siquiera tener definido el problema. (...)

Aquí habría que plantearse dos preguntas básicas: ¿quién está defendiendo lo público? y ¿qué es un servicio público? Volvemos a lo de antes. Tener claros los principios sobre los que descansa todo.

Pues parece que no lo tenemos tan claro…

Para nada. Lo privado vive de lo público a unos niveles que muy poca gente está dispuesta a admitir. Fíjate en las ayudas a la banca. Las grandes empresas de este país reciben unas subvenciones tremendas. 

Eso sin hablar del sistema fiscal que otorga grandes beneficios a esas grandes empresas: se les permite acceder a paraísos fiscales, se les permite defraudar, se les permite lavar dinero de manera legal… Joseph Stiglitz lo dice muy claramente.

 Lo privado depende en gran parte del saqueo de lo público. Todo esto llevado al extremo lo podemos ver en Estados Unidos. Allí las grandes empresas tienen comprada la capacidad de decisión política. Además de manera legal. Ante esta situación, ¿se puede diseñar una empresa pública que realmente funcione y cumpla con su cometido de manera eficiente? Sí. 

Lo que ocurre es que en España se trata en gran parte de un problema de mentalidad. Aquí no hay voluntad de gestionar correctamente lo público. Del mismo modo te digo que tampoco estoy en contra de la empresa privada. Lo que ocurre es que las reglas de funcionamiento de lo privado se deben establecer desde el ámbito público para defender el interés general. Y eso tampoco pasa.

Me estás diciendo que los intereses partidistas impiden cualquier aproximación objetiva a las raíces del problema…

Exacto. Mi padre llegaba muchos días muy enfadado de su trabajo contando que los médicos no cumplían su horario, que se llevaban a casa medicamentos, vendas, mantas… Y nadie movía un dedo. La izquierda porque socavaría el concepto de lo público y la derecha dejaba hacer para que esa mala imagen permitiera acabar con el modelo. Un desastre.

Si queremos buscar culpables siempre se ha dicho que nos preguntemos quién se beneficia…
¿Quién se beneficia de la deuda pública? Los mismos que nos han traído hasta aquí. ¿Qué más nos hace falta para darnos cuenta?

Otro asunto complicado a la hora de hablar de política y economía es el de la responsabilidad.

¿Quién está pagando los créditos de alto riesgo que ofreció la banca hace unos años? ¿Algún político? ¿Algún banquero? Lo estamos pagando tú y yo.(...)"        (Entrevista a Federico Aguilera Klink, Wawancara, 04/11/2013) 

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