"(...) Tal como muy bien resumía la Secretaria Económica del Tesoro, Andrea
Leadsom, este fascinante debate se celebraba para considerar si, en
lugar de arreglar el sistema actual, no sería mejor tirarlo a la basura y
empezar de cero.
Que el parlamento de un país tan conservador como el
Reino Unido se plantee siquiera algo así, nos da la idea correcta
respecto a lo oportuno de revisar en profundidad del modelo bancario
actual. Como dijo otro ocurrente diputado, no tiene sentido discutir
aspectos casi de tipo feng shui del mobiliario de la reforma [bancaria]
cuando hay cuestiones esenciales que resolver respecto a los mismísimos
cimientos del sistema.
La mayoría de los aspectos políticos esenciales que conlleva la
creación monetaria han quedado de manifiesto en este debate. Me referiré
más tarde a los que estuvieron ausentes. La cámara británica mostro
bastante consenso en el diagnóstico del problema.
Algunos diputados
incluso utilizaron los formalismos apropiados para tratar a compañeros
de partido para dirigirse a la oposición, de tan en acuerdo como
estaban. Donde hubo posturas diferentes fue en las soluciones
propuestas, ya que los conservadores proponían una solución basada en la
liberalización del sector mientras que los laboristas proponían la
solución contraria: que solo el Estado tuviera capacidad de crear dinero
o que, si los bancos mantuviesen la capacidad de crear dinero que
tienen ahora, fuesen tasados con una tasa de señoreaje por disfrutar de
esa capacidad. (...)
En esencia, la cuestión es que el sistema monetario actual está basado
en gran medida en el sistema financiero. El diputado conservador Steve
Baker iniciaba la exposición parafraseando a J.K. Galbraith sin citarlo:
“el proceso [por el cual se crea el dinero] es tan simple que repele a
la mente”.
El sistema bancario, compuesto por unos bancos que siguen el
modelo de reserva fraccionaria, crea el dinero bancario, la mayor parte
del dinero en circulación. Lo hacen sobre todo al dar préstamos (aunque
también pueden crear dinero de otras maneras).
(...) el Banco de Inglaterra recientemente publicó un artículo (2) en el que
se reconocía esta realidad, largamente eludida: los bancos son los que
crean la mayor parte del dinero en circulación. Ahora, este debate
parlamentario confirma esta realidad, que ni un solo diputado negó. (...)
La crisis financiera de 2008 ha revelado muy importantes grietas en el
sector financiero, en los mecanismos mediante los cuales el crédito es
canalizado. Si unimos el hecho de que los bancos han asignado mal los
recursos en la otorgación del crédito y que al hacerlo además, estaban
creando dinero, resulta que la crisis financiera no es otra cosa que una
crisis monetaria (3).
Lo cual debe llevarnos, no a una reforma del
sistema financiero, sino a un replanteamiento del mismo en sus
cimientos, y a cuestionar si tiene sentido que sistema bancario tenga la
capacidad de crear dinero, en vista de cómo ha utilizado esa capacidad
en el pasado. El principal ponente del debate, el conservador Steve
Baker, dijo explícitamente (...)
La ineficiente asignación de los recursos también fue criticada
por todos los partidos como poco adecuada a los intereses de la
población en general, ya que los bancos usan la capacidad de crear
dinero en su propio interés: con solo el 8% del crédito dedicado a
financiar empresas productivas y otro 8% a crédito al consumo, el
crédito restante fue destinado a la compra de activos, en muchas
ocasiones en operaciones especulativas.
Todo ese crédito destinado al
sector inmobiliario solo ha servido para encarecer la vivienda y por lo
tanto el coste de la vida y no para crear riqueza. Ha sido incluso
mencionado en varias ocasiones que, si el dinero de la flexibilización
cuantitativa no ha estado bien empleado aportándoselo a sistema
bancario, quizá sería más interesante dárselo directamente a la gente
(lo cual, aunque no se haya mencionado explícitamente en el debate, abre
la posibilidad de un sistema monetario y financiero donde el nuevo
dinero se inyecta directamente a la ciudadanía, muy compatible con los
modelos de renta básica), o a proyectos de energías renovables y
vivienda.
Este concepto de dar directamente el dinero a la gente, ha
sido ilustrado en ocasiones del debate con la conocida metáfora del
dinero lanzado desde un helicóptero que hizo popular Milton Friedman
(5).
(...) para el momento en que el sistema se autodestruya, habrá que tener
alguna alternativa, por lo que ha defendido la experimentación con
nuevos modelos monetarios, como bitcoin (aunque no lo ha mencionado, hay
otros modelos alternativos monetarios de carácter más social como el
WIR suizo, o el banco sin intereses JAK en Suecia o los sistemas basados
en compensación de pagos con crédito mutuo, etc…). Y por último, ha
propuesto que Reino Unido se convierta en un centro mundial de
innovación monetaria.
El laborista Michael Meacher ha pedido que se ponga en marcha un
sistema que defendió Adair Turner, el presidente de la FSA (la autoridad
regulatoria de los servicios financieros) que se ha venido a llamar
Dinero soberano (4) en el que el único creador de dinero es el Estado y
los bancos deben mantener una reserva del 100% de los depósitos.
Esta
propuesta también incluye la posibilidad de restringir el crédito
(otorgado con el nuevo dinero creado por el banco central) solo a la
economía productiva. La posibilidad dirigir de forma centralizada las
finanzas, que ha tenido muy buenos resultados en los países asiáticos,
también fue mencionada pero no está incluida en la propuesta.
Otro
laborista, Austin Mitchell, también habló de la importancia de la
función crediticia, y sobre todo de su aspecto social, acabó sin embargo
con la decepcionante y simple propuesta de que se tasará a los bancos
por llevarla a cabo, como una fuente de señoreaje para el Estado. (...)
En primer lugar, la deuda. No se entró suficientemente en detalles
respecto al impacto del diseño del sistema monetario y financiero actual
como mecanismo de creación de una deuda impagable para la sociedad.
Y
es que, crear dinero dando créditos significa que por cada euro o libra o
dólar creado, hay una deuda mayor (el principal y los intereses del
crédito), lo cual nos lleva a una situación en que la deuda, por diseño y
de forma inexorable, es siempre mayor que el dinero disponible para
pagarla.
Por poner solo un ejemplo, el segundo trimestre del 2012 en
EEUU según datos de la FED, la deuda era de algo más de 50 mil millones,
mientras que el dinero en circulación (M2) era de algo más de 9 mil
millones de dólares.
En segundo lugar, la vinculación entre el sistema financiero y el
medioambiente fue mencionada por un diputado, pero sin entrar en
detalles. Se perdió así una ocasión impagable para poner de manifiesto
que ese mecanismo de deuda-trampa o deuda impagable, nos lleva a un
imperativo de crecimiento económico permanente, pues como hemos visto,
dependemos de nueva creación monetaria para pagar las deudas pasadas y
como el nuevo dinero viene de los préstamos bancarios sobre todo,
necesitamos crecimiento económico constante, que es el requisito
principal para que los bancos otorguen créditos.
El sistema monetario
actual es estructuralmente insostenible. Aquí es importante mencionar
que eliminar el imperativo de crecimiento económico no significa no
crecer, necesariamente, solo significa que podemos crecer cuando sea
oportuno y no hacerlo cuando no lo sea; significa no forzar el
crecimiento de forma artificial con obsolescencia programada ni
fomentando la cultura del consumismo.
Otra cosa que allí no se trató, porque en Reino Unido no tiene
sentido pero en la Zona Euro sí, es qué sentido tiene el que el Estado
pague un diferencial de interés a los bancos por financiarse,
supuestamente porque el banco soporta el riesgo de financiar al Estado,
cuando la banca está siendo rescatada por el Estado, lo que demuestra
que el Estado es quien está asumiendo el riesgo de los bancos en la
práctica. (...)
Ese principio ortodoxo que dice que hay que generar ahorro para poder
invertir necesita revisión urgente. Este debate ha revelado el sistema
financiero en su verdadera dimensión de creador monetario. Esto
significa que cuando hace falta, el dinero se crea sin más. Para
posibilitar el consumo y la inversión los bancos dan créditos y crean
los depósitos.
Estos depósitos, aunque no son ahorro, podrían ser
denominados “ahorro potencial” porque puede llegar a ser ahorro. Una vez
el dinero es creado y se usa para pagar aquello que el prestatario
deseaba financiar, el dinero estará en el circuito económico, sirviendo
para realizar transacciones o depositado en algún punto del sistema
bancario como ahorro.
Tanto ahorro como inversión nacen a la vez, en el
sistema actual, y se igualan por definición si tomamos el sistema
bancario en su conjunto. Por lo tanto la idea de que es necesario
generar ahorro ha perdido su sentido original.
Y si eso no tiene
sentido, la idea misma de premiar el ahorro con un tipo de interés
tampoco tiene mucho sentido. Yo considero que esto es un avance para la
humanidad, un avance que está en malas manos y ha sido mal utilizado,
pero un gran avance.
Las propuestas que hemos escuchado en este debate
son propuestas encaminadas a volver a ese pasado en el que podíamos
invertir sólo en la medida en que teníamos oro (o cualquier cosa
comparable) guardado en una caja fuerte, o podíamos pagar para que
alguien nos lo prestara.
Sin duda, esta no es la única opción y
esperemos que la investigación monetaria heterodoxa encargada a Andy
Haldane lo ponga de manifiesto. Democratizar y descentralizar el poder
del crédito es posible. Yo lo llamo soberanía financiera ciudadana.
Este es el primer debate parlamentario sobre el sistema monetario en
mucho tiempo, esperemos que haya muchos más y que en nuestro país
empiece a haberlos muy pronto." (Soberanía financiera)
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