"En 2011, S. Vitali, J.B. Glattfelder, and S. Battiston, publicaron un
artículo de gran importancia, no solo muy citado, sino muy leído: The
network of global corporate control (PLOS ONE, 26 de octubre de 2011)
donde expusieron los resultados de una investigación gigantesca,
realizada en la Escuela Politécnica de Zúrich, sobre la relación entre
los propietarios de las mayores empresas del mundo.
Esta investigación examina las relaciones de propiedad existentes
entre las 43.060 mayores empresas multinacionales del mundo, con datos
procedentes de la base de datos Orbis en 2007. Esas relaciones se
analizan como cadenas de participaciones en el capital de una empresa en
otra. Los autores encuentran 1.006.987 cadenas de relaciones de
propiedad entre 600.508 nodos, actores económicos que incluyen a las más
de 40.000 multinacionales y a otros agentes no incluidos en esta lista
inicial de empresas.
Los resultados del análisis de esta red son muy interesantes: 737 accionistas, el 0,123% de todos los accionistas, controlan el 80% del valor de las más de 43.000 compañías multinacionales.
Y, además, 146 de estos accionistas, el 0,024% del número total de
accionistas, controlan el 40% del valor total de estas empresas. Es
decir, existe una alta concentración del control. Y, lo que es quizás
todavía más importante, esos accionistas están extremadamente conectados
entre ellos. En el artículo se expone además la lista de los 50 mayores
accionistas que se encontraron con los datos que, no olvidemos, son de
2007.
Con una metodología diferente y con datos de 2012, procedentes de la base de datos OSIRIS, la Dra. Reyes Herrero,
de la Universidad Complutense de Madrid, estudiando las redes formadas
por los accionistas comunes entre las 150 mayores empresas del mundo,
encontró unos resultados muy semejantes. Los accionistas más importantes
en este estudio coinciden casi totalmente con los de Vitali,
Glattfederer y Batiston. Incluimos aquí la lista de los 10 inversores
más importantes, con el número de empresas participadas por cada uno de
ellos, que constituye una manera de ver directa e intuitiva de la
importancia de los mayores inversores.
Lo más significativo además es que en muchas de las participadas
están presentes simultáneamente varios de esos inversores. Y que, por
otra parte, son accionistas unos de otros.
Como toque de atención para españoles: muchos de estos accionistas están en las empresas del IBEX35. El caso de Blackrock ha alcanzado una triste notoriedad, sobre todo en Madrid, como comprador de viviendas públicas a bajo precio.
Poco importa que hablemos de la investigación de la Escuela
Politécnica de Zúrich o de la realizada sin medios económicos en Madrid
en lo que a lo esencial se refiere: unos pocos grandes inversores
interconectados controlan la economía mundial. ¿Hay que molestarse en
subrayar que controlan también los gobiernos y los Estados?
Los escándalos de corrupción de los que tanto se habla exponen los
vínculos entre políticos y empresas. En los relatos nos centramos en los
políticos y denunciamos su comportamiento. Pero no tenemos bastante en
cuenta a las empresas corruptoras: si el político se vende es porque
alguien compra. Y lo que las empresas compran es la voluntad política.
Imponen las decisiones que benefician sus intereses financiando a los
partidos y a sus miembros. Las gigantescas cantidades de dinero de las
que disponen son una herramienta de control. De control del mundo." (Attac Madrid, 07/09/16)
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