"Ha sido una constante en el pensamiento neoliberal dominante en los
fórums económicos y financieros del país creer que el sector privado es
el que aporta mayor eficiencia y creatividad en la actividad económica,
considerando el sector público como una rémora para el desarrollo
económico de un país. (...)
Como toda creencia, esta se repite a
base de fe y no a base de evidencia científica. Mariana Mazzucato,
profesora de la Universidad de Sussex, Inglaterra, acaba de escribir un
libro, The Entrepreneurial State, que presenta abundante evidencia del
error de dicha creencia.
En realidad, Mazzucato muestra que es al revés,
es decir, que gran parte de los grandes éxitos de la industria privada,
presentados como ejemplo del triunfo de la actividad empresarial
privada – desde Apple a la industria farmacéutica, pasando por una gran
gama de supuestos éxitos –, se basan en investigaciones públicas, es
decir, financiadas con dinero público y realizadas en instituciones
públicas.
Así, Apple, el caso más exitoso de actividad empresarial en
EEUU (y en el mundo), no hubiera sido posible (en realidad no hubiera
existido) si no hubiera habido antes el enorme desarrollo de las
invenciones electrónicas realizadas en la investigación pública (gracias
a la inversión militar estadounidense).
Mazzucato muestra, punto por
punto, y pieza por pieza, como cada uno de los desarrollos de Apple se
basan en conocimiento producido en las investigaciones realizadas en
instituciones del estado federal así como en universidades financiadas
públicamente (o privadamente con fondos de investigación públicos).
Mazzucato no intenta desmerecer la creatividad de Steve Jobs y de su
empresa en el desarrollo aplicado del conocimiento ya existente, que era
conocimiento básico generado con fondos públicos.
Ahora bien, lo que sí
hace es resaltar la ingratitud de este señor y esta empresa, que
después de beneficiarse enormemente de ese conocimiento público
(parasitándolo en múltiples ocasiones), han hecho todo lo humanamente
posible para evitar pagar impuestos, no pagando al Estado lo que le
debían en su desarrollo.
Un tanto semejante ocurre con Google,
cuya base de conocimiento estaba financiada por la National Science
Foundation, (siendo todavía hoy subvencionada por el National Security
Council, la agencia de seguridad e información del gobierno federal con
la cual Google colabora y es cómplice en su búsqueda de información, en
muchas ocasiones sin que sus clientes sean conscientes o hayan aprobado
dicha acción).
Lo mismo ocurre con la industria
farmacéutica, cuyo conocimiento básico procede en su gran mayoría del
National Institutes of Health (NIH), que gasta anualmente 30.000
millones de dólares en investigación básica que la industria
farmacéutica utiliza sin pagar un real. Lo que esta industria hace es
utilizar ese conocimiento y desarrollar la parte aplicada, creando
fármacos.
Ahora bien, esta investigación la hace también subvencionada,
pues el Estado le otorga una patente que determina unos precios
excesivamente elevados, debido al monopolio en su distribución y
producción. Sin este monopolio los precios serían muchísimo más bajos.
En realidad, muchos economistas, como Dean Baker, han propuesto que el
NIH haga también investigación aplicada, con lo cual se evitaría la
necesidad de crear monopolios en su distribución, abaratando enormemente
el gasto farmacéutico del país.
En realidad, los datos contundentes
presentados por Mazzucato confirman lo que es conocido desde hace mucho
tiempo. El sector público ha sido clave para el desarrollo económico y
social de un país. Y su reducción ahora, resultado del dominio
neoliberal en los centros de decisión, está contribuyendo al
subdesarrollo del progreso, tanto económico como social." (Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 27 de septiembre de 2013, en www.vnavarro.org, 27/09/2013)
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